Equo pide “utilizar todos los recursos” para frenar una macrogranja porcina en Alcázar de San Juan
La organización Equo Alcázar Vecinal presentará alegaciones contra la instalación de una macrogranja porcina en esta localidad de Ciudad Real “por los daños que las heces y orines de estos animales ( purines) causan al medio ambiente”. Se trata de una explotación de 3.600 cerdos de cebo registrada a nombre de Agroganadera Las Motillas S.L y que tiene prevista su ubicación en el Polígono 96 de la localidad. Estaría en el término municipal de Alcázar de San Juan, próxima a Cinco Casas , Manzanares y Llanos del Caudillo y sobre todo, resalta Equo, “muy cerca del Acuífero 23 del que se nutre el pozo de Las Perdigueras que proporciona el agua a los vecinos de Alcázar”.
Equo alerta sobre el purín -mezcla de excrementos y orines de los animales- que generan este tipo de instalaciones y que se deposita en grandes balsas cercanas a las explotaciones que “a menudo sufren graves pérdidas por roturas, reboses o mala impermeabilización”. Desde estas balsas, explica la organización, el purín se carga en camiones cisterna con los que se riegan los campos de la zona como fertilizante. Pero, advierte Equo, la tierra tiene una capacidad máxima para poder absorber todo el nitrato contenido en el purín, “sufriendo problemas de sobrefertilización que tienen graves consecuencias medioambientales” al filtrarse el exceso de nitratos se filtra en la tierra y contaminando los acuíferos que abastecen de agua a la población.
Equo ofrece también datos en los que basa sus alegaciones: los 28 millones de cerdos censados en España en 2015 produjeron casi 61 millones de metros cúbicos de purín. Esta cantidad de deyecciones podría llenar 24.000 piscinas olímpicas. La industria porcina produce 15 veces más excrementos que carne. Y, añade, en las zonas afectadas “son comunes las prohibiciones de beber agua del grifo debido a su alta concentración de nitratos provenientes del purín”.
También denuncia los “riesgos para la salud de los trabajadores en estas explotaciones. Sostiene Equo que los trabajadores están expuestos a la inhalación de materia particulada y gases, como el amonio y el sulfuro de hidrógeno, en concentraciones peligrosas. ”Cada uno de estos componentes son capaces de producir graves problemas de salud, pero el mayor peligro es cuando se encuentran juntos“.
La materia particulada, explica, son partículas en suspensión que pueden entrar en los pulmones durante la respiración normal. En una granja de cerdos serían cosas tan normales como: restos de materia fecal seca, caspa, alimentos, células de piel de los animales, hongos, y endotoxinas bacterianas… El 70% de los trabajadores de porcino, abunda, sufren uno o más síntomas de irritación o enfermedad respiratoria, sufriendo trastornos respiratorios de carácter crónico, como asma, bronquitis, fibrosis pulmonar, sinusitis o deficiencias coronarias, y muertes prematuras. En sus alegaciones incluye la posibilidad de enfermedades transmisibles entre animales y hombre y viceversa, por contacto directo, inhalación o ingestión.
También la presencia de gases tóxicos. “Son varios los riesgos en las granjas, y uno de los más peligrosos y a la vez desconocido es el riesgo de contaminación ambiental por productos químicos: metano, amoníaco y el sulfuro de hidrógeno”, asegura.
Equo Alcázar Vecinal afirma que hay que “utilizar todos los recursos a nuestro alcance para evitar la instalación de la macrogranja de cerdos en nuestro término municipal” y no descartan las movilizaciones. El plazo para presentar alegaciones al proyecto termina el 3 de mayo. El Ayuntamiento anunciaba hace unos días que también presentaría sus propias alegaciones al proyecto.
