Sin hogar y sin rostro: Cáritas denuncia la invisibilización de los que viven en la calle

Luis (nombre ficticio) tiene apenas 21 años. En su corta vida ya sabe lo que es vivir en la calle. Pese a su juventud la suya es una historia de carencias y de adversidad. Apenas tenía cuatro años cuando sus padres lo abandonaron. En un principio fue su abuela la que se hizo cargo de él pero la precariedad y que ya se hacía cargo de otros nietos, llevaron a Luis a pasar su infancia de centro de menores en centro de menores. Una situación que le llevó a las drogas y el alcohol a una temprana edad, además de otras adicciones. Es ahí cuando acabó en la calle, sin un techo bajo el que dormir y mendigando para sobrevivir.

Fue la generosidad de otro vecino de la capital la que le ha devuelto un techo. Le ofreció un techo después de verle a diario mendigando. Solo le puso una condición: que decidiera cambiar de vida. Y así ha sido. Ha pasado casi un año desde que Luis tomase la decisión de pedir ayuda. Hoy por hoy ya tiene un hogar y está retomando su vida, aprendiendo a leer y a escribir en la Escuela de Adultos, y dando pasos para reincorporarse a una vida muy diferente de la que ha tenido.

Ésta es apenas una historia detrás de las miles de personas que no tienen hogar en España. Son 40.000 en total según los datos de Cáritas, frente a las cerca de tres millones de viviendas que hay vacías en este país, según datos del INE. Con motivo del Día de las Personas Sin Hogar que se conmemora el 26 de noviembre, esta ONG ha querido acercar esta realidad a los vecinos de la ciudad de Albacete con un flashmob que vienen organizando desde hace años y en el que participan personas en situación de exclusión social. La intención es visibilizar que en las calles de Albacete hay personas que no cuentan con este derecho recogido en la Constitución.

Antonio García, secretario general de Cáritas Diocesana de Albacete explica que atienden, entre la capital y la provincia, durante el año 2017 a más de 150 personas . En el caso de la capital lo hacen con un taller ocupacional de baja exigencia, con el que colabora el Ayuntamiento, donde acuden personas sin recursos. Este taller les ayuda a retomar la vida, a reintegrarse nuevamente en la sociedad. Además está el ‘Café Calor’ en el que un grupo de voluntarios todas las noches, ya sea invierno verano, acercan algo caliente a las personas que duermen en la calle, y “algo más importante que es el escucharles”,

Uno de los recursos con los que cuenta la ciudad de Albacete es el Centro de Atención Integral a Personas sin Hogar, donde se atiende a aquellas personas que no tienen un lugar donde alojarse. En lo que va de año “han sido cerca de 18.000 las personas que han pasado por ahí”, ha dicho la concejal de Bienestar Social, María Gil. A día de hoy son 54 las personas que están alojadas en este centro con capacidad para un centenar de alojamientos. “Además de dar un alojamiento, comida y posibilidad de higiene, se hace una atención integral para que hagan un proyecto de vida”, sentencia la edil.

Esto se compatibiliza con medidas como el fondo social de alquiler, o la tarjeta monedero, para personas en situación de necesidad. Medidas que, como ha reconocido Gil, “son absolutamente insuficientes” porque mientras haya una persona que no tenga garantizados sus derechos fundamentales “nuestra tarea no está bien hecha”.

Las cinco propuestas de Cáritas para acabar con el ‘Sinhogarismo’

Con estas necesidades de fondo Cáritas hace cinco propuestas para acabar con el ‘Sinhogarismo’. La primera es generar una política pública de vivienda que esté sustentada en el acceso a la vivienda de alquiler prioritariamente a personas en situaciones de vulnerabilidad. También exigen políticas de prevención de estas situaciones de vulnerabilidad para anticiparse a esa pérdida de hogar, garantizando alojamientos alternativos y poniendo en marcha “protocolos de actuación temprana sobretodo para personas que salen de la cárcel, del hospital o con desahucios.

Y, finalmente solicita crear un sistema de garantías de ingresos mínimos. En definitiva, “fijarnos más en los derechos que tienen las personas en general y éstas, las más vulnerables, en particular”, sentencia Antonio García.

Precisamente Castilla-La Mancha ya está trabajando en la que será la futura Ley de Garantía de Ingresos y Garantías Ciudadanas de la región y que ha sido impulsada por Podemos. Este anteproyecto de ley hará efectivo tanto el derecho de garantía de ingresos como un conjunto de garantías complementerias. El primer bloque mantiene el objetivo de garantizar la renta mediante las políticas activas de empleo, por un lado, y para los que no tienen empleo, por otro lado, una renta garantizada o la complementariedad de sus ingresos “para mantener una vida digna”.