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La necesidad de un puesto de trabajo ha aumentado el censo de Villar de Cañas

Foto: Europa Press

Agencias / eldiarioclm.es

Para muchos el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas es visto como una oportunidad para conseguir trabajo. Especialmente en una zona con muy pocas oportunidades y que vivió en la década de los 60 y 70 una emigración rural hacia entornos más urbanos y con más posibilidades, marchándose la mayoría de la población activa hacia Cuenca o Madrid. Era una época en la que la población de Villar de Cañas pasó de más de 1.500 personas a 600, en un éxodo masivo a la gran ciudad.

Ahora, muchos de los que aquel día eran jóvenes y se marcharon con sus padres, regresan al que fue su pueblo en busca de un trabajo. El ATC es el clavo ardiendo al que se agarran en unos momentos de especial dificultad laboral. Ahora no tendrán que vivir del campo, sino que los trabajos parecen más cualificados y sobre todo, las infraestructuras infinitamente mejores. Así, el censo desde la concesión de la obra hasta ahora ha aumentado en más de 100 personas.

No obstante actualmente sólo un 3% del total de la obra está construido. Pertenecen al parque tecnológico y al parque empresarial con un vivero de empresas que habrá anexo al ATC, y cuya construcción espera atraer a empresas de tecnología punta a nivel mundial, en lo que se define por el alcalde de la población, José María Saiz, como el futuro de la investigación en Castilla-La Mancha.

Enresa pagará al ayuntamiento 6 millones de euros: 2'4 por adelantado, y 3'6 cuando el almacén comience su actividad, que se estima para comienzo de 2016, con suerte antes de que acabe 2015. Con ese dinero la mayor prioridad del pueblo es crear empleo, aunque no obstante el Ministerio de Industria ya ha advertido al equipo de gobierno local de que ese dinero se destine a “cuestiones viables”: ya ha habido casos de municipios que han recibido partidas económicas durante décadas y cuyo estado sigue siendo prácticamente el mismo que antes de recibirlas.

Por ello la prioridad para el alcalde local con esos 2'4 millones es crear una residencia de ancianos. Tendrá 160 plazas y espera crear unos 50 puestos de trabajo, con el objetivo de acoger a todos los ancianos de la comarca.

Otras prioridades para el futuro serán un centro médico o la formación de los jóvenes en materia de idiomas, aprovechando que el ATC “será un trampolín de trabajo cualificado para los jóvenes”.

Por otro lado, entre diputación, ayuntamientos y Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se destinarán 120 millones de euros este año en la comarca, con otros 630 entre 2015 y 2018. Los primeros resultados del dinero invertido serán las mejoras de las carreteras de los pueblos de la comarca: Fuentelespino de Haro, Zafra de Záncara o Villares del Saz. Estarán listas, así como las carreteras que llegan a Villar de Cañas, para primavera de 2015.

Hay trabajo, pero no cae del cielo

El poco volumen de trabajo actual de las obras (en 2015 se multiplicará el trabajo) hace que actualmente no haya muchas contrataciones. Las empresas encargadas de las construcciones ya tienen sus trabajadores contratados en plantilla previamente y sólo realizan subcontrataciones menores a empresas de la zona. Es decir, que no por mudarse a Villar de Cañas uno consigue trabajo, ni mucho menos.

A corto plazo lo que sí se van a necesitar en la población son guardias de seguridad. Para final de este año y comienzos de 2015 se contratarán numerosos que vigilen las obras del ATC y las obras anexas. Para esas contrataciones sí será factible que vecinos empadronados en la localidad consigan los trabajos. Posteriormente los proyectos que atraiga el centro tecnológico también contratarán mano de obra, pero será muy cualificada y de alta cualificación.

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