“Fuera el yugo de las normatividades que nos oprimen”: así se han movilizado colectivos LGTBI de Castilla-La Mancha
- El lema de este año ha sido “Sí me voy, NO me voy” para poner el foco en el ‘sexilio’, el destierro forzado por culpa de la homofobia
Cientos de personas se han manifestado este año en Ciudad Real con motivo del #OrgulloCLM2018. En esta ciudad, elegida como centro neurálgico de la movilización regional, las asociaciones WADO LGBTI+ de Castilla-La Mancha, Abanico por la Diversidad Sexual, EACEC, Almansa Entiende, las Quijotas de Villarrobledo y Plural LGTB Mancha Centro, junto con decenas de vecinos y gente de toda la comunidad autónoma, se han movilizado para aunar las reivindicaciones provinciales, locales y comarcales que seguirán celebrándose los próximos fines de semana hasta el desfile de Madrid del 7 de julio.
En su manifiesto, leído en la Plaza de la Constitución, han reclamado “hacer de Castilla-La Mancha una comunidad donde toda su ciudadanía pueda vivir de acuerdo a su realidad y singularidad, fuera del yugo de todas las normatividades que nos oprimen, examinan y cuestionan, día a día, creando y sustentando sistemas de clases opresores e inhumanos”.
Este año, con el lema “Sí me voy, NO me voy”, han querido poner el foco en el ‘sexilio’, un término todavía poco conocido que define el “destierro forzado”, la necesidad de abandonar el hogar a causa del rechazo hacia la orientación afectivo-sexual o la identidad de género, “hecho muy común años atrás, pero que por desgracia a día de hoy sigue siendo una triste realidad para muchas de nosotras cuya importancia no es percibida por el resto de la sociedad”.
Recuerdan que Castilla-La Mancha es una comunidad principalmente rural y que muchas de las personas que siguen viviendo en la región “estamos orgullosas y, hasta donde nuestra voluntad nos lo permita, no aceptaremos que ninguna más se vea obligada a marchar”. “Queremos una región respetuosa e inclusiva, en la que emigrar no sea un requisito para ser libres y auténticas, y sea un vestigio del pasado y no una sombra en nuestro presente. Que no exista ningún tipo de discriminación, que las personas trans o las personas intersexuales no se sientan clasificadas o rechazadas por parte de la sociedad cisgénero y cisexual; demandamos el fin de una sociedad patriarcal que oprime, juzga, dictamina y sentencia a favor de los opresores sobre la mujer y que oprime e invisibiliza a las realidades no binarias porque pese a quien le pese, existen, están presentes y nunca más dejarán de estarlo”, han añadido.
Asimismo, reclaman que personas lesbianas, gais, bisexuales, pansexuales, polisexuales o asexuales “podamos disfrutar de nuestra sexualidad de forma plena” y donde nadie sienta la necesidad de “esconderse, de disfrazar su alma, ni tenga que marcharse a otras regiones más pobladas o en las que los vientos de la modernidad sean más evidentes y amables”.
Del mismo modo, han resaltado la necesidad de que la lucha de los colectivos LGTBI sea “interseccional”, pues afirman que no existe la plena libertad si el resto de personas no viven sin discriminación. Subrayan que a día de hoy seguimos viviendo en una sociedad racista y xenófoba, “que sólo se acuerda de sus personas mayores cuando necesitan de ellas” y que “menosprecia” a las personas con diversidad funcional, que estigmatiza a las personas que conviven con el VIH; una colectividad que cosifica y reduce a las personas a un cánon de belleza preestablecido e invisibiliza a las personas con cuerpos no normativos“.
“Hoy nos dirigimos a todas aquellas personas discriminadas, oprimidas y enjauladas; haciendo especial mención a las personas que viven en entornos rurales y no pueden o no quieren salir del armario, y a aquellas que sufren múltiples discriminaciones, ya que para sufrir la opresión las variables son infinitas pero para ser el opresor la realidad es única: queremos decirles que tienen una comunidad entre sus iguales, que estamos y estaremos aquí siempre que nos necesiten. Queremos transmitirles que nunca es tarde para vivir en libertad, que no sientan vergüenza pues el valor para vivir como una persona libre, visible y orgullosa termina otorgando sus frutos, y estos son muy dulces”.
No acaban aquí sus reivindicaciones. Como en años anteriores, han vuelto a exigir a gobiernos municipales y diputaciones que ignoran la lucha contra la LGTBIfobia, que se sumen a la lucha, “ya que esta es una asignatura que tienen aún pendiente”. En general, instan a la clase política a que trabajen al unísono en favor de estos colectivos, con la puesta en marcha de medidas efectivas contra toda clase de discriminaciones, como la creación de un Observatorio Castellano-Manchego contra la LGBTIfobia y crímenes de odio, penalizando casos de 'mobbing' laboral contra personas transexuales, seropositivas o no heteronormativas, “sin olvidar la implementación de protocolos que frenen el 'bullying' homofóbico y transfóbico en las escuelas de Castilla-La Mancha”.
Finalmente, han exigido al nuevo Gobierno de España, y a todos los grupos parlamentarios, que agilicen la tramitación de la Ley Estatal LGTBI y legislen contra los delitos de odio de toda índole, “porque no es ético sostener diferencias de derechos según en la comunidad en que vivamos, y en ningún caso la igualdad debe depender de las capacidades económicas que posea una comunidad, pues esto sería en sí mismo un acto de desigualdad y discriminación”.