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Una quincena de coches han sido arrastrados por el agua tras el desbordamiento de la cañada en Alcalá del Júcar

Actuaciones bomberos en Alcala del Jucar II

elDiarioclm.es / Europa Press

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Una quincena de coches han sido arrastrados este miércoles por el agua tras el desbordamiento de la cañada en la localidad de Alcalá del Júcar (Albacete).

Según relatan a Europa Press fuentes del 112, en ese momento no estaba lloviendo en la localidad, sino que “había llovido más arriba”, cuando una riada de agua ha bajado por la localidad desbordándose la cañada.

El servicio de Atención de Urgencias de Castilla-La Mancha ha recibido el aviso a las 15.27 horas y ha enviado efectivos de Protección Civil y movilizado a bomberos de Casas Ibáñez y Guardia Civil. Solo ha habido que lamentar daños materiales, aseguran desde el 112.

El jefe de Protección Civil de la localidad, Juan Miguel Munera, ha explicado a EFE que fue “increíble” la fuerza con la que bajó el agua. Además, añadió que es uno de los vecinos que recuerda la riada de 1982, que anegó buena parte de la localidad, y ha destacado que no recordaba que con anterioridad la cañada hubiera bajado tan fuerte como este miércoles.

Tras las lluvias, varios coches se apilaban en la cañada, algunos en la Playeta, una de las zonas habilitadas para el baño y donde en verano es habitual ver a numerosos turistas refrescarse.

Apoyo de la Diputación en un escenario “catastrófico”

El presidente de la Diputación de Albacete, Santi Cabañero, se ha desplazado a la localidad de Alcalá del Júcar. “Desde el primer momento”, una dotación completa del Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios (SEPEI) de la Diputación, concretamente el procedente del parque comarcal ubicado en Casas Ibáñez, se ha desplazado a la zona afectada.

La dotación, compuesta por tres bomberos y un cabo, junto con una autobomba, ha intervenido en diversas actuaciones, revisando minuciosamente la zona para asegurar que no hubiera personas afectadas. Tras esta inspección, se ha confirmado que los daños únicos se han registrado en los vehículos arrastrados por la riada.

Junto al alcalde de la localidad, Juan Pascual Muñoz Legidos, el presidente provincial ha recorrido las zonas afectadas, describiendo como “catastrófico” el escenario que iban encontrando a lo largo del recorrido. Cabañero ha señalado que “son horas complicadas” y que “se está en plena cuantificación de daños, trabajando intensamente para ayudar a la población de la manera de todas las formas que nos sea posible”, con la intervención de distintos servicios de la Diputación de Albacete.

Así, ha avanzado que “se ha organizado todo” para que mañana a primeras horas la Unidad de Rescate Acuático del SEPEI, ubicada en el parque comarcal de Hellín, llegue a Alcalá del Júcar para “sacar los vehículos que están dentro del río”.

Los efectos de la riada han sido “muy importantes” con arrastres, caídas de árboles y múltiples desperfectos, tanto en infraestructuras municipales y recursos públicos como en propiedades y zonas privadas.

Rescate de los coches

Este jueves 19 de septiembre la Unidad de Emergencias Subacuáticas del Servicio Especial de Prevención y Extinción de Incendios (SEPEI) de la Diputación de Albacete comenzaba con el rescate de los coches. El jefe de dicha unidad, Francisco Ovidio, ha explicado que el procedimiento a seguir es “complejo” y es “esencial” hacerlo con toda la cautela para evitar “más daños de cualquier tipo”, debido a la gran cantidad de agua.

Desde la unidad señalan que la labor es lenta, debido a que la ubicación y el acceso no son fáciles. El presidente de la Diputación, Santi Cabañero, ha confirmado que no hay daños personales, pero sí “importantes” materiales. “En la zona más baja y cercana al río, el mobiliario urbano ha sufrido bastante y, conforme vaya bajando el agua, se seguirá evaluando los daños que se hayan producido”, ha explicado.

El entorno de la localidad, de gran belleza, ha supuesto riesgos adicionales en situaciones de grandes lluvias, como el desprendimiento de piedras y las inundaciones. “Lo de ayer fue muy raro e inesperado; aunque en 1982 hubo una gran inundación por la crecida del río, lo de ayer no fue eso. Esta vez fue una tormenta muy localizada sobre un barranco, que desaguó en la rambla y arrasó todo lo que encontró a su paso”, ha subrayado el presidente.

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