“Inquietud” ante la tramitación de una nueva planta de biogás a menos de un kilómetro de Quintanar de la Orden

ACEM Ecologistas de la Manchuela, integrante de la Coordinadora Stop Ganadería Industrial, ha informado de que se encuentra en tramitación el proyecto de una planta de biogás promovida por Costuras Biogás S.L. en el término municipal de Quintanar de la Orden (Toledo). Se trata de uno más de los “innumerables proyectos” que se esperan al amparo de la Ruta del Biogás del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Por este motivo, ha remitido un escrito al alcalde del municipio informándole de las características e impacto de la instalación a solo 970 metros del casco urbano (850 metros utilizando la herramienta de medición de SIGPAC) y ofreciendo su colaboración a la vez que solicita información adicional de la que pudiera disponer el Ayuntamiento.

El colectivo ecologista recuerda que si se tratase de una instalación porcina, debería ubicarse a una distancia mínima de 2.000 metros, mientras que la planta de biogás, pese a que recibirá 106.000 toneladas métricas al año de purines, cadáveres, restos de matadero y gallinaza, “pretende ubicarse a menos de un kilómetro al tratarse de una instalación industrial”.

“No conocemos precedentes de plantas de tratamiento de residuos tan próximas a un núcleo de población. Resulta más que evidente que se va a generar un problema de olores y de salud en el municipio, se trata de una barbaridad con mayúsculas”.

Similar al proyecto de Fuentealbilla, en Albacete

A este respecto, detallan que el estudio de impacto ambiental de la planta tiene la misma autoría que el de Fuentealbilla, comparte idéntico diseño a la vez que idéntica redacción en todos sus apartados. Hasta refleja idéntica producción de biometano, 9.100 metros cúbicos diarios, a pesar que la primera casi triplica la capacidad de biodigestión anual de la de Quintanar. “Y este hecho llama muy poderosamente la atención a no ser que se trate el uno de una copia hecha a toda prisa del otro”, subraya.

Por último, precisa que en el estudio también se puede leer que la intención de los promotores es la tramitación de este como proyecto prioritario con todo lo que supondría de acceso a financiación y ayudas públicas. “Al ser el proyecto calcado de Fuentealbilla, comparte con aquel la misma falta de rigor en los datos y en el diseño debido a la precipitación para obtener fondos europeos. Supone la consagración de un modelo que tiene que ver con una concepción errónea de la economía circular y que a través de fondos públicos pretende pagar los desaguisados ambientales de las grandes industrias cárnicas”.