La reunión de miembros de Elcogás con el Ministerio ha sido “un jarro de agua fría”
Que el cierre de Elcogás parece no tener solución es una de las conclusiones que se han sacado entre la reunión acaecida ayer en Madrid entre miembros y sindicatos representantes de Elcogás, la planta energética de Puertollano, y miembros del Ministerio de Industria encabezados por Jaime Suárez, Director General de Política Energética y Minas. De hecho los sindicatos han definido la reunión como “un jarro de agua fría”.
Los organismos de gobierno, desde el Ministerio hasta la Junta y los gobiernos regionales y del Ayuntamiento están haciendo todo lo posible para evitar el cierre y se reúnen cada semana con la empresa propietaria de la empresa, que es Endesa en la mayor parte de su capital.
La solución a día de hoy es que no hay solución. Endesa de hecho ya ha emitido la solicitud de cierre, solicitud que a pesar de no querer, el Ministerio está obligado a cursar y ya han empezado a hacerlo por los trámites legales. La empresa es la que se niega a dar marcha atrás por lo que a pesar de las reuniones no se está obteniendo nada en claro.
Los propios trabajadores de la planta se quejan de la falta de información que están recibiendo, a la vez que han señalado la importancia del factor tiempo: está previsto que la planta se cierre en diciembre, por lo que cada día es vital. Esta cercanía al cierre provocaría de seguir enquistada la situación que las medidas tomadas por los sindicatos se 'radicalicen' mucho más y que la amenaza de huelga general en la comarca de Puertollano esté ya en el aire.
Han querido los trabajadores y sindicatos agradecer a los políticos todo lo que están intentando y consideran positivo su trabajo, pero remarcan que necesitan que se agilicen las negociaciones y que se insista en los puntos en común entre ambas partes. Para los sindicatos CCOO y UGT la solución pasa en gran parte por el Acuerdo del Carbón de octubre de 2013, que piden, por un lado, al Gobierno que ponga en práctica y por otro a la empresa que flexibilice un poco sus pretensiones de querer sacar el máximo beneficio de la planta y que piense también en los trabajadores, en la sociedad de Puertollano que depende en una gran medida de la industria y en la investigación que se elabora en la factoría.