En junio de 2020 el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España lanzó una encuesta para saber si era necesario ‘repensar’ las viviendas tras el confinamiento por la pandemia de COVID-19. El alquiler de chalets por meses y cambiar piso por casa fueron tendencia, tras los meses más duros de la crisis sanitaria.
“Nos encontramos con que un porcentaje alto de gente quería renovar o cambiar de vivienda. Sobre todo, aquellos que no disponían de balcones, terrazas u otros espacios abiertos”, señala Elena Guijarro, decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla-La Mancha.
Esta profesional explica que “hasta ahora la especulación llevaba a agotar toda la edificabilidad a la hora de construir” pero en su opinión “no hay que apurar tanto en superficies edificables, sino apostar por la calidad. Incluso los promotores se han dado cuenta: se busca buena orientación con soleamiento, ventilación cruzada, espacios libres… Se valora lo que los arquitectos siempre hemos querido, pero no se podía hacer por el afán de sacar el máximo rendimiento”.
La demanda de vivienda no es la misma tras la pandemia. Hay huir de prácticas del pasado, sugiere esta profesional, porque “hay un cambio de mentalidad y es que no nos queda otra. Además, Europa nos da dinero para hacerlo”, a través de los fondos europeos Next Generation-EU.
Diseños para mejorar la salud física y mental
Cada primer lunes de octubre se celebra el Día Mundial de la Arquitectura. Esta vez, bajo el lema ‘Diseño para la Salud’ porque a la hora de proyectar viviendas y otros edificios “se puede contribuir a la mejora de las condiciones de salud de los ciudadanos”, explica Elena Guijarro.
Y no solo eso. “El diseño de calles y avenidas, su accesibilidad y también su mobiliario urbano, la existencia o no de zonas verdes y de equipamientos deportivos y culturales, así como una movilidad urbana sostenible son aspectos ligados a la estructura de nuestros entornos urbanos que condicionan y, en algunos casos, determinan nuestra salud”, señalan estos profesionales.
Las viviendas pueden ser “saludables” pero para conseguirlo se necesita una mayor implicación del sector construcción y también de las administraciones públicas porque España vive en pisos. Es un hecho. La construcción por distintas razones no siempre ha respetado ciertos parámetros: luminosidad, suficiente aislamiento acústico y térmico o eficiencia en las instalaciones de agua o energía, entre otras ‘bondades’ deseables para la habitabilidad. “Tenemos que asumirlo”.
Elena Guijarro sostiene que la obra nueva “ya tiene ciertas garantías” tras la reforma del Código Técnico de la Edificación. “La normativa se ha adaptado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, en alusión a la Agenda 2030 y, en concreto al objetivo número 3, relacionado con la salud y el bienestar. “Ya se nos exigen ciertos requisitos en cuanto a eficiencia y habitabilidad”.
Por eso, dice, “la rehabilitación es nuestra prioridad, y en particular la energética. Tenemos que acostumbrarnos a reutilizar lo que ya tenemos y no tanto hacer cosas nuevas”. Y es que España es uno de los países con un parque de viviendas muy envejecido.
Seis líneas de ayudas públicas para cambiar el paisaje inmobiliario y urbano
Los fondos europeos se distribuyen en España hasta en seis líneas diferentes de ayudas. Por un lado, deben destinarse a regenerar barrios enteros y también a edificios completos, unifamiliares o no, con soluciones para fachadas y envolventes para mejorar la eficiencia, incluyendo cambio de instalaciones, ventanas...
Otra de las líneas de subvenciones se dirige al interior de las viviendas. “Se dirige a aquellas personas que quieran cambiar ventanas, calderas... El trámite es más sencillo”, explica la decana de los arquitectos.
Además, es posible obtener ayudas para 'radiografiar' un edificio y conocer su estado de salud. “Es una ficha, con presupuesto incluido, para saber qué necesita para convertirse en eficiente y cumplir con la normativa. Es lo que se llama el 'Libro del Edificio Existente' que tiene subvención íntegra. En todo caso, puede hacerse sin luego tener que ejecutar obra. El dinero de la subvención no hay que devolverlo”.
Una línea más se destina a la vivienda social de alquiler. “Hay actuaciones que después se ponen a disposición de los promotores que quieran invertir y disponer de ellas durante 50 años”.
Las oficinas de rehabilitación ya son oficiales desde el 1 de septiembre
Además, hay ayudas para la puesta en marcha de las llamadas oficinas de rehabilitación. En Castilla-La Mancha están ya abiertas desde el 1 de septiembre, tanto en los colegios de arquitectos como de aparejadores de las cinco provincias.
El pasado mes de mayo el consejero de Fomento Nacho Hernando anunció que se pondrían en marcha “antes del verano” y aunque con algo de retraso ya están activas. Se quiere aplicar un modelo de ‘llave en mano’ con ayuda del llamado ‘agente rehabilitador’.
“Facilitaremos toda la información necesaria a los ciudadanos. De hecho, lo llevamos haciendo ya desde abril. Ahora es oficial”, explica Guijarro. “Se lo daremos todo hecho”, añade, para recordar que además existen otras ventajas: “Hay importantes desgravaciones fiscales para los particulares y les permitirá reducir el coste del IBI. Y por otro lado, este tipo de subvenciones no tributan. Es la primera vez que ocurre. Espero que la gente lo sepa y lo use”.
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