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Las condiciones de Ciudadanos para negociar facilitan la investidura de Luis Tudanca en Castilla y León

Villegas augura un acuerdo entre Maragall y Colau en Barcelona y rechaza la polémica con el grupo de Valls

Laura Cornejo

El “socio preferente” es el Partido Popular pero hay excepciones que permiten pactar con el PSOE. Esta es una de las condiciones aceptadas por el Comité Ejecutivo de Ciudadanos “por unanimidad” de sus 36 miembros. Además, la dirección del partido ha decidido que no compartirá gobiernos con Vox ni alcanzará acuerdos con este partido. Veta además a Podemos y a partidos independentistas. Ciudadanos buscará “acuerdos centrados, moderados, liberales y a dos”.

Así lo explicó este lunes el secretario general, José Manuel Villegas. El mensaje se ha interpretado en las filas del PSOE de Castilla y León como una apuesta clara para negociar un pacto en la Junta. Ciudadanos ya abrió la puerta a hacer excepciones al veto del PSOE, y aunque exigen que los líderes autonómicos se desmarquen del 'sanchismo', en Castilla y León tendrán difícil encajar su discurso regenerador con el apoyo a un partido que ha gobernado tres décadas y está salpicado por varios casos de corrupción.

El PSOE ve “un nuevo escenario” tras la ejecutiva

A última hora de la tarde del lunes el PSOECyL se pronunciaba abiertamente sobre el acuerdo de la ejecutiva de Ciudadanos y manifestaba que “tiende la mano” para iniciar las conversaciones que “lleven a un cambio de Gobierno” en Castilla y León tras “el nuevo escenario” que consideran que ha surgido después del acuerdo de la Dirección nacional en el que se establece un “decálogo” ante los pactos en las autonomías.

En un comunicado remitido a los medios, el PSOE considera que “más de tres décadas de gobiernos del PP y los numerosos casos de corrupción ocurridos en la Comunidad son causas suficientemente justificadas para este acuerdo”, tras la “rotunda victoria electoral” que ha obtenido en Castilla y León. Para los socialistas, con 35 procuradores, el resultado es “claro” y “la única posibilidad de un cambio de Gobierno es un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos”, algo que ya adelantaron “desde el primer día”.

El Gobierno de la Junta, señalan, “tiene que servir para recuperar la decencia, para garantizar los servicios públicos y para luchar contra la despoblación”, unos objetivos en los que el PSOE entiende que pueden ponerse de acuerdo con Ciudadanos.

Entre los puntos en común que comparten con el partido de Albert Rivera subrayan “la necesidad de hacer más fuerte la posición de Castilla y León en España, la defensa de la unidad de España y la reivindicación de una mejor y más justa financiación autonómica”.

Igea y sus pulsos al partido

De esa Ejecutiva Nacional de Ciudadanos que pinta, según el PSOE “un nuevo escenario”, forma parte Francisco Igea, un hombre que ha adquirido una importante cuota de poder en el partido después de imponerse a la candidata elegida por el aparato del partido, la expresidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente. Fue ella quien, en primer término, ganó las primarias a Igea por 35 votos, hasta que se descubrió el pucherazo. El pulso de Francisco Igea, que arrancó cuando decidió presentar su candidatura contra Clemente, se hizo especialmente duro cuando llamó al partido desde un juzgado de guardia para anunciar que o se paralizaba la proclamación de la presunta ganadora o denunciaba el fraude en las votaciones. Tuvieron que ceder.

En los últimos días, Igea ha vuelto a dar pistas sobre sus intenciones de pacto remarcando que “los ciudadanos han dicho basta a 32 años de Partido Popular en Castilla y León” y anunciando “el fin de una era”. Sin embargo, ha eludido hasta ahora aclarar su posición. Desde el partido en Castilla y León sólo precisan que es “firmante del documento como el resto de la Ejecutiva de Cs” y que “se remite a las valoraciones que ha realizado el portavoz de la Ejecutiva Jose Manuel Villegas”. Los 35 procuradores conseguidos por el PSOE más los 12 de Ciudadanos (acaba de perder 1 por un error en el escrutinio) bastan para formar gobierno. Pero también sumaría con el PP, que ha obtenido 29, son los justos para llegar a la mayoría absoluta conformada por 41 diputados. Vox, con un solo procurador es absolutamente prescindible. 

Obstáculos para el PP y para el PSOE

Sin embargo, la Ejecutiva establece otras condiciones que hacen peligrar el pacto con los socialistas: sólo pactarán con los dirigentes del PSOE que se “desmarquen” de las políticas de Pedro Sánchez, especialmente en materia territorial, algo que Villegas ve difícil. Es más, se refiere al PSOE como una opción “excepcional” y “subsidiaria” porque el “socio preferente” será el Partido Popular. Y es esta la piedra de toque con la que juega el partido de Albert Rivera. Si algo caracteriza al PSOE de Castilla y León, y en particular a su líder, Luis Tudanca, es que es 'sanchista'.

Pero, hay otro obstáculo que afecta al “socio preferente”. El discurso regeneracionista de Ciudadanos a duras penas encaja con un PP que en Castilla y León ha gobernado durante tres décadas y que encara varios casos de corrupción, como la Trama Eólica, Púnica o Perla Negra. Según Villegas, la presencia de Ciudadanos garantiza el “cambio” con el impulso de “políticas reformistas y de regeneración democrática”. Ciudadanos no ha facilitado ningún documento donde se recojan estas líneas para lograr acuerdos de gobierno, pero sí un escrito con sus principales líneas programáticas que deberá asumir sus socios: la unidad de España, la bajada de impuestos, el apoyo a autónomos y emprendedores, la lucha contra la corrupción y la supresión de aforamientos, eliminar 'dedazos' y despilfarros, la tarjeta sanitaria única, la “revolución” en la educación, un nuevo modelo de financiación autonómica sin privilegios para los nacionalistas, y la  igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, los derechos de las personas LGTBI y la erradicación de la violencia machista.

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