Sonorama, siete escenarios y 150 bandas en la gran fiesta de la música en Castilla y León
Todo está preparado. Aranda de Duero (Burgos) calienta motores para el lanzamiento de la que, por méritos propios, se ha convertido en la gran fiesta de la música en Castilla y León y una de las citas imprescindibles en el calendario de la música en directo de todo el país, el festival Sonorama Ribera, que del 9 al 13 de agosto inundará de música cada rincón de esta villa burgalesa.
En esta vigésimo sexta edición de Sonorama en total serán siete -tres urbanos y cuatro en el propio recinto festivalero- los escenarios por los que pasarán los más de 150 artistas que integran el cartel de este evento que, en plena canícula, pone en el mapa una localidad de la denominada España Vaciada.
Con todos los bonos vendidos hace semanas y tan solo alguna entrada de día aún al alcance de los más tardíos, se calcula una afluencia global durante todo el festival de unas 120.000 personas, cifra que multiplica por cuatro la población habitual de Aranda de Duero.
Para ellos se ha diseñado una cuidada programación en la que grupos y artistas consolidados se alternan con formaciones emergentes, lo que otorga a Sonorama un caracter tan especial.
“Los cabezas de cartel de verdad de Sonorama son los grupos emergentes, pequeños, que son muchos. Grupos urbanos que no hubieran podido coexistir con otros en Sonorama y ahora mismo son un cabeza de cartel absolutamente normalizados, como Ayax y Prok”, ha señalado a la Agencia EFE Javier Ajenjo, director del festival.
Ajenjo ha destacado que, lejos de perder su esencia, Sonorama se rejuvenece año tras años gracias a que prácticamente el 60 por ciento de su público es menor de 30 años.
Al margen de esos incipientes conjuntos, los grandes nombres de esta vigésimo sexta edición de Sonorama Ribera son la banda de rock alternativo estadounidense Wilco, única presencia internacional de este año.
También el dúo aragonés Amaral, que celebrará sus bodas de plata de trayectoria musical con un concierto único en el que interpretarán 25 de sus éxitos, uno por cada año de carrera, más uno de nueva composición.
Y Jorge Drexler, que se subirá a las tablas arandinas tras hacerse con siete grammys en la última edición de estos premios musicales.
Junto a ellos, vuelven a Sonorama Vetusta Morla, solo dos años después de haber actuado en la atípica edición que se organizó coincidiendo con la pandemia de la covid-19, Lori Meyers, Viva Suecia o Sidonie.
Plaza del Trigo y el escenario Charco
Una vez más, los momentos de mayor expectación se vivirán en los conciertos matinales de la plaza del Trigo, en los que grupos emergentes recibirán el calor de las 5.000 personas que abarrotan este céntrico espacio de la capital ribereña y que esperan ilusionados la actuación sorpresa que cierra cada una de las jornadas festivaleras su programa matinal.
Interesante también el escenario Charco, situado en el parque de la Isla, por el que desfilan algunas de las principales formaciones llegadas de Latinoamérica y que poco a poco ha sentado las bases de Sonorama Uruguay y Sonorama México, que se celebrarán, respectivamente, en noviembre de 2023 y febrero de 2024, y llevará toda la esencia del festival arandino al otro lado del Atlántico.
“Hacemos un Sonorama más allá del Charco, llevamos más de 10 años trayendo a los principales artistas de Latinoamérica y por fin nos hemos decidido a potenciar más todo eso con esta aventura un poco en el más allá, porque esto es Aranda de Duero, la España Vaciada”, ha indicado Ajenjo.
Un festival sostenible e inclusivo
Un festival que, además, en los últimos años ha trabajado por convertirse en una cita sostenible e inclusiva. Su compromiso medioambiental se deja notar en la apuesta no solo por reciclar e intentar reducir al máximo los residuos que genera, sino en la medición de la huella de carbono que se realiza cada año para que, cuando se tengan los datos de cinco ediciones, se pueda establecer una línea de actuación específica.
Respecto a la inclusión, desde Sonorama Ribera se trabaja por la implementación de acciones y medidas que permitan disfrutar del festival a personas con distintas capacidades.
Junto a la fundación 'Music for all' contará, entre otros sistemas, con mochilas vibratorias para personas con discapacidad auditiva, balizas de guiado, pantallas led exterior para subtitulados y signoguías e, incluso, traducción simultánea en lengua de signos en once de los conciertos.
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