El Tribunal Superior de Justicia anula la ampliación de otra macrogranja porcina en una comarca de Valladolid
La Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha anulado la autorización ambiental otorgada por la Junta para ampliar de 2.000 a 6.000 plazas una explotación ganadera intensiva porcina en el municipio de Cogeces del Monte, ello tras la sentencia del pasado junio que anuló otra ampliación similar en Bahabón, ambas en la comarca vallisoletana de La Churrería.
Ecologistas en Acción ha informado este jueves del fallo, ya que fue esa asociación la que recurrió el fallo del Juzgado de lo Contencioso Administrativo ante la autorización ambiental de la Junta para esa ampliación. En la sentencia, el TSJ autonómico estima que la Administración autonómica no ha considerado la elevada contaminación por nitratos del acuífero del Páramo de Cuéllar, por la que desde el año 2003 la veintena de pueblos de la comarca de La Churrería se tiene que abastecer de agua potable desde un manantial de la provincia de Segovia, habiéndose declarado por ello dicha comarca como zona vulnerable a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero.
“Debe resaltarse que en el caso de autos ha sido probado, y no se discute, que en la zona que aquí interesa -la zona vulnerable a la contaminación de aguas por nitratos Churrería (2V-CH)- hay diecinueve explotaciones ganaderas con autorización ambiental otorgada, dieciséis en la provincia de Valladolid (de ellas seis en Cogeces del Monte) y tres en la provincia de Segovia”, advierte la sentencia.
Pero “en el presente caso tampoco hay ni en el estudio ni en la declaración de impacto ambiental la más mínima mención a todas esas explotaciones ni tampoco la consideración debida a los efectos acumulados y sinérgicos en el sentido exigido por la normativa aplicable”.
Ecologistas ha recordado que las más de 20.000 toneladas de purines que producirían cada año ambas explotaciones agravarían el problema de la contaminación de las aguas subterráneas por nitratos, al esparcirse por los terrenos de la comarca, y también emitirían al aire 100 toneladas anuales de amoniaco y de metano, contaminantes tóxicos que inciden en la formación de partículas y ozono, y en el caso del metano son responsables del cambio climático.
La sentencia cita un informe pericial que concluye que “una masa subterránea es una unidad en sí misma que no se puede acotar a la extensión de un término municipal, por lo que su buen estado debe prevalecer en su totalidad y es necesario considerar el impacto acumulativo de la veintena de explotaciones ganaderas intensivas con autorización ambiental en la comarca”, así como un informe similar del propio Servicio Territorial de Medio Ambiente de Valladolid, no tenido en cuenta.
Ecologistas ha recordado que La Churrería es una de las seis zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos procedentes de fuentes de origen agrícola y ganadero existentes en la provincia de Valladolid, junto a los páramos de Esgueva y de Torozos, el acuífero de los Arenales y las comarcas de Medina y Tordesillas, zonas que en conjunto afectan a 111 municipios sobre más de la mitad de la superficie provincial. La causa de esta elevada contaminación es el exceso de abonado de las fincas agrícolas.
En los últimos años, la contaminación por nitratos en La Churrería y en otras zonas vulnerables está aumentando por la implantación o ampliación de grandes granjas industriales porcinas y avícolas, cuyos residuos se están vertiendo en las tierras de su entorno.
“En sus dieciséis municipios y sus 580 kilómetros cuadrados, sólo la Churrería alberga una veintena de explotaciones sujetas a autorización ambiental, por ser las más contaminantes, siete de las cuales se concentran en Cogeces del Monte”, ha detallado Ecologistas en Acción.
0