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Barcelona ofrece 74 equipamientos municipales a colegios que necesiten más espacio para evitar contagios

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau

Pau Rodríguez

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El Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido hasta 74 equipamientos municipales para albergar aulas de aquellos colegios que necesitan más espacio para desdoblar clases o garantizar las distancias de seguridad. La lista incluye básicamente centros cívicos y bibliotecas, pero también gimnasios, museos singulares como el MACBA, el CCCB o la Fundación Joan Miró, e incluso las dependencias de la antigua cárcel Modelo. 

Un total de 44 centros educativos, el 10% de los cerca de 400 que hay en la ciudad –públicos y concertados– ya han manifestado la necesidad de contar con espacios interiores adicionales. La idea es que estén en un radio de no más de 300 metros el uno del otro. Además, el consistorio también ha puesto sobre la mesa 159 plazas y jardines públicos para aquellos colegios que necesiten ampliar el recreo o dar clase al aire libre (117, uno de cada cinco, ya lo han solicitado). 

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha animado a todas las administraciones a hacer un esfuerzo para que los centros abran de forma presencial el 14 de septiembre, tal como está previsto, y que no se vuelva a producir un cierre como el de marzo. “No podemos repetir errores: nuestras escuelas son un servicio esencial, como los centros de salud o las residencias, y no podemos normalizar que se cierren durante meses”, ha expresado en una comparecencia junto al sexto teniente de alcaldía, Joan Subirats, y la comisionada de Educación, Maria Truñó.

La vuelta al colegio en Catalunya ha desatado numerosas críticas entre el profesorado y las familias, que no creen que la Generalitat haya bajado suficientemente las ratios, entre otras medidas. Este lunes el president Quim Torra anunció que se reducirían a 20 alumnos por aula en Primaria, aunque está pendiente de que los centros decidan cómo. 

Colau ha evitado criticar a la Generalitat en este aspecto. “Se está yendo un poco tarde, pero en cualquier caso se trata de que todos hagamos el máximo esfuerzo”, ha reiterado. También del Ayuntamiento depende la vuelta al colegio de un centenar de escuelas infantiles municipales, que ya abrieron en julio para un total de 2.400 niños y niñas y registraron tan solo un positivo por COVID-19, según el consistorio.

La lista se viene trabajando desde hace meses con el Consorcio de Educación de Barcelona, el responsable de la gestión de los centros de la ciudad y que depende en su mayoría de la Generalitat. Para acabar de detallar qué equipamientos serán adjudicados a cada colegio, el consistorio ha creado una oficina técnica, que deberá resolver también como los equipamientos compaginan su actividad habitual con la educativa. Lo mismo con los parques. Sobre ello, Colau ha sido tajante al asegurar que la escuela tendrá prioridad. “Si hay que usar aulas del CCCB para dar clases de un grupo escolar, tendrán prioridad por encima de alguna conferencia”, ha dejado claro. 

Uno de los retos que plantea este operativo es de carácter logístico. Dudas sobre cómo se turnarán los docentes para dar clases en esos espacios o si serán los alumnos los que vayan pasando por ellos han hecho que algunos equipos directivos acabaran por desechar la idea. Desde el consistorio han asegurado que estudiarán caso por caso por si necesitan personal de apoyo, unos trabajadores municipales que durante el primer mes ayudarán también a varios centros en entradas y salidas.

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