Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Una denuncia de la extrema derecha lleva al límite al Gobierno de Sánchez
Crónica - El día que Sánchez se declaró humano. Por Esther Palomera
Opinión - El presidente Sánchez no puede ceder

Pol Pareja

0

Etiquetas

El uso del vehículo privado descendió un 80,4%. El transporte público adoptó un aspecto apocalíptico y su ocupación bajó un 90%. El PIB cayó un 18,5% y la traslación de todos estos porcentajes se pudo observar en la calle: hubo unos días entre finales de marzo y principios de abril en que el país estuvo desierto. Fueron los días de la Barcelona fantasma, cuando parecía que el tiempo se hubiese detenido o que una bomba atómica hubiera erradicado toda la población. 

El prestigioso fotógrafo Manolo Laguillo (Madrid, 1953) aprovechó los días más extraños de 2020 para documentar una Barcelona en stand by. Las puertas tapiadas de las lujosas tiendas de Passeig de Gràcia. El cruce de calle Jonqueres con Via Laietana, sin una sola alma, meses después de albergar los disturbios más duros que se recuerdan recientemente en la ciudad. Las rondas -de Dalt y Litoral- sin los omnipresentes coches que las ocupan a todas horas. Un solitario recorrido desde la plaza Universitat hasta la estatua de Colón sin esquivar un solo turista. La Diada de Sant Jordi sin rosas ni libros. La Sagrada Familia y el Park Güell desiertos, sin nadie que los quisiera fotografiar.

Las fotografías se pueden ver hasta el 7 de febrero en el Virreina Centre de la Imatge, en el marco de la exposición Projectes (1983-2020) que recoge buena parte de la obra de Laguillo, cuya trayectoria ocupa una posición crucial dentro del documentalismo urbano español de las últimas décadas. Con un total de 205 fotografías ordenadas en 27 series, la muestra permite ver buena parte de la obra de un fotógrafo que ha inmortalizado como nadie las transformaciones urbanas en todo tipo de ciudades. 

“La idea inicial era que no se mostraran sus fotos de Barcelona en la exposición”, decía el pasado martes Valentín Roma, comisario de la muestra, refiriéndose a las famosas imágenes que el artista tomó de la transformación olímpica durante los años 90. El confinamiento, sin embargo, irrumpió de golpe en la vida de los ciudadanos y Laguillo salió a inmortalizar la situación durante tres jueves consecutivos, desde el jueves santo al de Sant Jordi. “No pudimos dejar fuera esa mirada aplicada al contexto de la pandemia de alguien que ha fotografiado con tanta insistencia la transformación de Barcelona”, remachaba el comisario.

Con su estilo seco y medido, Laguillo ofrece la visión que pudiese haber tenido cualquier ciudadano que saliese a caminar durante esos días. “Lo que me interesa es reflejar lo mismo que podría ver cualquier ciudadano desde pie de calle”, resumía el fotógrafo el martes, antes de reivindicar la figura del flâneur urbano. “Me interesan los espacios que condicionan la vida de la gente, la fisiología de las ciudades, como condicionan la biografía de quiénes la habitan”, añadía. 

Durante una visita guiada, el fotógrafo insistía en cómo cambian los lugares más conocidos de la ciudad cuando se retratan completamente desiertos. “Algunos sitios incluso cuesta reconocerlos”, apuntaba Laguillo. “Esto demuestra que normalmente cuando andamos por la ciudad vamos mirando hacia el suelo, hay una parte importante del paisaje que escapa de nuestra atención”.

A pesar de que las fotografías de la Barcelona confinada ocupan un lugar central en la muestra, la exposición ofrece la posibilidad de ver buena parte del trabajo de este fotógrafo, incluidos ocho proyectos recientes que hasta la fecha no se habían expuesto en ningún museo. 

Hay una interesante serie sobre las centrales nucleares de Zorita y Trieste (2019-2020), otra sobre el estrecho de Gibraltar (2018-2019) y una que se centra en diversas capitales de provincias: ciudades como Zamora, Cáceres, Palencia o Soria. “Son ciudades que no están ni en el centro ni en la periferia”, apuntaba el fotógrafo, “me interesaba documentar estas urbes cuyo esplendor pasó con la industrialización”.

En la exposición también se pueden ver las series de fotografías arquitectónicas tomadas en Chicago (2019), Japón (2014), Beirut (2017) y Los Ángeles e incluso algunas series en color, algo poco habitual en el trabajo de Laguillo.

Etiquetas
stats