Gracias, Pau
Todas las generaciones tienen sus himnos y a veces son canciones que ni tan siquiera están entre las preferidas. Pero forman parte de nuestra banda sonora. Las escuchábamos en los tiempos en que la música no estaba en Spotify y los conciertos eran días especiales. Fue entonces, a mediados de los 90, cuando ese beso que anhelaba Pau Donés se coló en nuestra juventud del mismo modo que cada vez que volvía a sonar la canción alguien soltaba aquello de '¿Otra vez La Flaca?'.
Dos años después Jarabe de Palo publicó Depende y entonces cambiamos la pregunta. Siempre había quien repetía el '¿De qué depende?' mientras casi sin darnos cuenta de nuevo otra de sus canciones entraba a formar parte de nuestro repertorio vital. Para entonces empezábamos a entender que la juventud no es eterna, que todo puede ser relativo y que aquí estamos de prestao.
Nos hicimos mayores, él también, pero la diferencia es que Pau seguía siendo guapo. No todos los que han sido modelos lo consiguen. El resto de vecinos aspiramos a quedarnos en el estadio que algún publicista definió como la serena madurez, un calificativo que servía para Jane Birkin o nuestra Judith Mascó pero no para nosotros.
Cumplió esos 50 a los que nuestra generación se acerca y los celebró con disco, libro y gira. 50 palos (Planeta), en los que Pau hablaba de todo, de su vida y de la vida. Animaba a perder el miedo y reconocía que era muy difícil explicar qué es vivir con cáncer a alguien que no lo padece. El que ha estado cerca es quien mejor sabe diferenciarlo. Con las fotos que colgaba en Instagram mientras recibía la quimioterapia, los mensajes de apoyo a la sanidad pública o los que enviaba a otros pacientes descubrimos que podía aportarnos mucho más que estribillos pegadizos.
Toca recordar a muchos de los políticos que han colgado tuits de homenaje en las redes que él defendió y reivindicó la sanidad pública hasta el último día. Las pocas fuerzas que le quedaban las dedicó a homenajear al personal médico con la canción Vuelvo, que tocó desde su balcón para anunciar el que sería su último disco, Tragas o escupes.
Nos gusta presumir de capital cosmopolita porque a veces lo somos, pero Barcelona también es pequeña, y el tiempo hizo que cruzásemos amistades y que compartiésemos algún sarao, discreto, como son las fiestas en esta ciudad. Núria, mujer optimista donde las haya, recuerda cómo Pau le llamó para decirle que quería posar desnudo con todas las cicatrices. El resultado fue una de las mejores portadas del ya desaparecido suplemento Dominical del Periódico, con una foto impactante y una frase: “En la vida hay que ser valiente. Hoy estás y mañana, no”.
Hoy es mañana y ya echamos de menos tu valentía.
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