Del Primavera Sound en el Minimúsica; del Sónar al SónarKids; del Griego al Minigrec ... cada vez son más las secciones mini, para los más pequeños, que los organizadores de grandes eventos culturales reservan dentro de sus festivales. Propuestas de teatro y música infantiles y familiares para una nueva generación de padres y madres, enérgicos, exigentes y especialmente comprometidos con la cultura.
La fiesta de inauguración del MiniGrec congregó a más de 1.500 personas el pasado viernes.Cientos de familias asistieron a lo que fue el disparo de salida de un festival pensado para los más pequeños. Seis montajes escogidos por ser innovadores, diferentes y rompedores. Así lo explica Lluís Juanet, director artístico de Vivo El Teatro y coordinador del MiniGrec. Las nuevas tecnologías, un nuevo lenguaje creativo o una puesta en escena diferente son los ingredientes de los seis espectáculos del MiniGrec: 'La sombra de Pinocho', 'Piu piu', 'tripulante', 'patatús', 'Dot' y 'Punch y Judy en Afganistán '.
Sólo en Cataluña, hay hasta 400 compañías censadas que trabajan en espectáculos para públicos infantiles y familiares. Y muchas de ellas exportan sus proyectos en Europa, donde el consumo de este tipo de cultura está más arraigado. Un hecho que “demuestra la importancia y la calidad del sector”, según Juanet. Ahora bien, la calidad de las iniciativas no es directamente proporcional a su proyección y reconocimiento. Juanet recalca que “el problema es que la gente asocia el teatro infantil con la Cenicienta y cuesta mucho hacer entender que es una parcela más, de primer nivel”.
Las programaciones infantiles y familiares “suelen ser muy exigentes porque defienden unos valores estéticos y artísticos y buscan nuevas maneras de hacer teatro”. Con esta calidad, según Juanet, “se consigue fomentar el consumo de teatro familiar y además, se intenta que los niños vayan al teatro de pequeños y cojan la costumbre y, por tanto, se conviertan en un público potencial ”. Y bromea: “Esto es como ir a la piscina: cuando aprendes a nadar, ya no te olvidas”.
Esta tendencia no sólo se da en las artes escénicas, sino también en el campo musical. El Acustiqueta de Figueres es un ejemplo, pero sorprende más saber que los prestigiosos festivales Primavera Sound y Sónar cuentan con un espacio reservado para las familias: el Minimúsica y el SónarKids respectivamente. O el Minipop de Tarragona, que sin estar insertado dentro de la programación de un hermano mayor, ha recibido la visita de más de 4.000 personas este año, gracias a los conciertos de Guille Milkyway o The Free Fall Band.
Tal como se puede comprobar, son cada vez más las propuestas pensadas expresamente para familias. La mayoría de ellas han nacido en los últimos cinco años, motivadas por una generación de padres que han sido usuarios de los festivales y que ahora tienen hijos. El Minimúsica arrancó en 2011, el mismo año que lo hizo el SónarKids. Mientras tanto, el Minipop de Tarragona celebra su veteranía con cuatro ediciones y el Minigrec apenas celebra su segundo año. Nuria Serrano, directora del Minipop de Tarragona, asegura que el auge de estos festivales nace porque “hay toda una generación de padres que estaba acostumbrado a asistir a conciertos y que ahora quieren compartirlo con sus hijos”.
Esto no es más que un reflejo del cambio de mentalidad en la manera de vivir la paternidad de los padres jóvenes. Según Serrano, “los padres pueden disfrutar de lo que más les gusta a los que más aman y encuentran fórmulas para hacer actividades juntos”. Y es que, como añade Juanet, “los padres jóvenes tienen tendencia a hacer más actividades con sus hijos”. Esto conlleva la creación de un nuevo concepto de festivales, como el Minipop, donde se ha generado un “espacio de ocio compartido donde padres e hijos disfrutan de buena música”.
En un ámbito en crecimiento, sin embargo, no todo es fácil. De hecho, dar a conocer estos espectáculos y, sobre todo, hacerse un lugar en los carteles de grandes eventos es más que complicado. Y más aún si “las subvenciones que se nos dan son escasas y las instituciones no nos proporcionan el apoyo que necesitamos”, según Juanet, que señala los medios de comunicación como uno de los colectivos que más arrinconados los deja ya que “ obvian las programaciones infantiles y eso que a menudo los espectáculos que se plantean son propuestas tanto o más precisas que las de adultos ”.
Lo que es evidente, en definitiva, es que el nacimiento de estos festivales ensancha la oferta cultural en general y propicia la creación en el ámbito de los espectáculos familiares. Y todo ello, por tanto, genera un nuevo sector muy potente y con mucho camino por recorrer.
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