La música no deja de ser el reflejo de las inquietudes sociales, sentado en un patio de butacas o bailando hasta la madrugada. Con esta idea, el Sónar se renueva año tras año, e intenta tomar el pulso musical sin perder el compromiso social. “Un contenido social cada vez más presente en los discursos de los artistas”, dice convencido, Enric Palau, uno de los tres codirectores del festival. Así, del 16 al 18 de junio, la diversidad estética, cultural y geográfica y el discurso social estará presente en muchas de las propuestas.
El festival arrancará con la OBC y el estreno nacional de Become Ocean del compositor estadounidense John Luther Adams. Nacido en 1953 en Mississipi y residente en Alaska desde 1978, Adams es uno de los más prestigiosos compositores americanos de los últimos tiempos. Su trayectoria está estrechamente vinculada a los movimientos ecologistas, y sus obras más importantes, a las que a menudo introduce elementos electrónicos, pretenden alertar sobre los peligros de la destrucción de los espacios naturales por parte del hombre.
Become Ocean ha sido galardonada con el Grammy (2015) y el Pulitzer (2014) a la mejor obra contemporánea, Alex Ross, de The New Yorker, la ha descrito como “el apocalipsis más precioso de la historia de la música”. El Auditori vivirá jueves una experiencia inmersiva de 42 minutos de música a medio camino entre la sinfonía y el ambiente contemporáneo. John Luther Adams alerta del deshielo progresivo del Ártico con una recreación musical a partir de tres grupos orquestales que fluctúan como si fueran tres olas oceánicas, evolucionan de manera independiente, y se reencuentran para formar una ola imponente en tres momentos de la obra.
Anohni, seudónimo de Antony Hegarty, voz de Antony & The Johnsons, ya alertó del ecocidio en Manta Ray (tema incluido en la banda sonora del documental Racing Extinction por la que fue nominada al Oscar a Mejor Canción) y vuelve a hacerlo en su nuevo álbum Hopelessness, según The Guardian “el disco protesta más profundo en décadas”, en el que también habla abiertamente sobre su condición genérica, los ataques militares con drones o la vigilancia de los gobiernos sobre los ciudadanos. Anohni presentará su nuevo espectáculo por primera vez en Europa acompañada por Oneohtrix Point Never y Hudson Mohawke.
Las amenazas y riesgos que conllevan la era del Antropoceno son también protagonistas en la programación de Sónar+D. El dúo británico Semiconductor lo sitúan en el centro de Earthworks, la instalación de gran formato que este año se presenta en SonarPLANTA, en la que participan Felix Hallwachs, responsable de la lámpara solar Litlle Sun (proyecto del artista islandés Olafur Eliasson ) y el fotógrafo Armin Linke, colaborador habitual de la Fundació Soriguer.
Redes descentralizadas y vigilancia extrema
Los mecanismos de control, el anonimato y la centralización de Internet son temas clave este año en Sónar+D a través de Decentralize, un ciclo de conferencias programado en colaboración con el festival austriaco Elevate que incluye un amplio programa de debates y workshops en torno a los efectos y peligros de una red excesivamente centralizada.
Jacob Appelbaum fue uno de los primeros periodistas en conocer de primera mano los documentos desvelados en 2013 por Edward Snowden, que recientemente ha colaborado en Exit, uno de los temas del nuevo disco de Jean-Michel Jarre. El productor francés se entrevistó en Moscú con el ex-agente de la NSA, y de este encuentro surgió la participación de Snowden al álbum Electronica Vol. 2: The Heart of Noise, y que sonará durante el estreno del nuevo show de Jarre, el viernes 17, en Sónar de Noche.
Política migratoria y crítica a Europa
La crisis de valores galopante que vive Europa centra el nuevo espectáculo de Niño de Elche y los Voluble, después de protagonizar uno de los grandes conciertos del festival el año pasado. Esta colaboración, que se estrena en Sónar de Día incorpora textos inéditos del filósofo queer Paul B. Preciado, gira en torno a un tema de absoluta actualidad: la política de fronteras europea que convierten el Mediterráneo en -como dice la nota de presentación del proyecto- “un cementerio lleno de cadáveres anónimos”.
Otro artista involucrado en el compromiso para cambiar Europa es Brian Eno, encargado de inaugurar Sónar+D con la conferencia Why We Play. El prestigioso músico y productor forma parte del grupo de expertos que trabaja en las líneas maestras de DIEM25, el grupo liderado por el ex ministro griego de finanzas Yannis Varoufakis. En su presentación en Berlín hizo un breve discurso lleno de ideas, en el que comparó su trabajo de ruptura junto a David Bowie y U2 con el cambio urgente que necesita Europa y que promueve este nuevo movimiento.
Causa y compromiso feminista
A la música de baile de The Black Madonna hay que añadir un manifiesto con palabras muy claras sobre la falta de presencia femenina en la música electrónica: “La dance music necesita riot girls. La dance music necesita a Patti Smith. Necesita DJ Sprinkles. Necesita mujeres por encima de los 40 años”. Mare Stamper, nombre real de The Black Madonna, es además fundadora de las noches Daphne, pensadas para celebrar la presencia de las mujeres en la escena dance internacional.
Por su parte, el colectivo Girls In Lab presentarán en Sónar+D el workshop de creación de instrumentos “De consumidoras de tecnología a creadoras de tecnología” con el fin de reivindicar la igualdad de género en los ámbitos de la tecnología y la ingeniería. Su trabajo se centra en formar a niñas y adolescentes para así incrementar en un futuro la presencia de mujeres en carreras y posiciones de responsabilidad relacionadas con la ciencia y la tecnología.
Fin del capitalismo y hiper-consumismo
El capitalismo (y su posible final) es uno de los temas centrales de Nothing, el nuevo àlbum de Steve Goodman (Kode9), y de su traslación al directo en colaboración con el artista alemán Lawrence Lek bajo el nombre de The Nøtel. Goodman quedó fascinado por la lectura del libro Postcapitalismo, de Paul Mason, especialmente por el capítulo dedicado a Project Zero, sobre el impacto que produciría al sistema si los costes de producción fueran reducidos a cero, y a partir de ahí construir la base conceptual de Nothing.
Finalmente, el vacío existencial y la violencia como alimentos inherentes del hiper-consumismo son también cuestiones centrales del nuevo espectáculo de Gazelle Twin, titulado como uno de los últimos libros de J.G. Ballard, Kingdome Come. La artista británica ha trabajado con los cineastas Chris Turner y Tash Tung para diseñar un show performativo con imágenes de centros comerciales, parkings y otros espacios sin presencia humana, dibujando una metáfora y una reflexión sobre la deshumanización de los tiempos que vivimos.
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