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La alta participación en las primarias de la ANC en Barcelona impulsa un cuarto espacio independentista

Jordi Graupera votando en las primarias de la ANC

Pau Rodríguez

Las primarias impulsadas por la ANC para el Ayuntamiento de Barcelona arrojaron este domingo un récord de participación con 9.733 votantes. Un número nunca antes alcanzado en ningún proceso interno por ningún partido en la capital catalana y que, a falta de la segunda vuelta, han colocado ya al filósofo y tertuliano Jordi Graupera como cabeza de lista de un cuarto espacio independentista que tiene previsto competir en las municipales.

Los casi 10.000 participantes superan a cualquier número anterior obtenido en unas primarias. El anterior récord lo ostentaba el candidato del PSC, Jaume Collboni, que en 2015 celebró un proceso abierto en el que participaron 7.500 personas en la primera vuelta. Ese mismo año Ada Colau consiguió llevar a votar a 3.858 personas en unas primarias a las que se presentó sin rival. Mucho más modestos han sido los dos procesos llevados a cabo este año, los correspondientes a ERC y PDeCAT, que se han decantado por primarias internas llevando a votar a algo más de 600 personas cada uno.

“La prioridad es que Colau no vuelva a ser alcaldesa”, ha asegurado sin ambages el ganador de las primarias este lunes, en una entrevista en Catalunya Ràdio. El líder de este cuarto espacio naciente del independentismo, que se suma a ERC, la CUP y al mundo postconvergente de PDeCAT, JxCat y Crida, ha focalizado sus críticas contra la actual alcaldesa y el espacio de Catalunya en Comú. Sin embargo, Graupera viene mostrándose muy distante con el resto de formaciones independentistas, a quienes acusa de falta de compromiso con la independencia.

De esta forma, nacería en la capital catalana un nuevo espacio político que en el plano nacional estaría en las tesis unilateralistas cercanas a la CUP, aunque en cuanto a políticas sociales se ubicaría en el centro derecha, con diversidad de planteamientos entre sus candidatos. Las perspectivas para ellos son todavía inciertas, y pese a que esperan como mínimo entrar en el consistorio, lo cierto es que a diferencia de iniciativas como la de Colau en 2015, no cuentan con ningún partido que les garantice espacios de representación en la campaña electoral.

Confirmado el candidato –Graupera ha conseguido más del 50% de los votos, por lo que no habrá segunda vuelta– empezará un “proceso participativo” para diseñar el programa.

Con la ANC más allá de Barcelona

La idea de realizar unas primarias, nacida del propio Graupera en marzo pasado, ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Si bien en un primer momento el candidato consideraba que debía ser un proceso de todo el independentismo para escoger un candidato único, las primarias acabaron siendo apadrinadas por la ANC pero rechazadas ampliamente por los grandes partidos. Como partido, solo la escisión independentista de Unió, Demòcrates, ha participado del proceso, incorporando a su actual único concejal en el ayuntamiento, Gerard Ardanuy, a las primarias.

El proceso impulsado por la ANC para construir candidaturas alternativas al ayuntamiento ha saltado además más allá de Barcelona, con diversos procesos locales aunque de mucha menor entidad. Dentro de la Assemblea se han producido críticas internas al considerar que ese no debe ser el papel de la entidad, mientras que por parte del independentismo los dardos contra Graupera y la actual presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, se centran en señalar que un cuarto espacio dispersará aún más el voto independentista.

Los partidos le restan importancia

Pese a los resultados de participación cosechados este domingo por las primarias de la ANC, fuentes de los partidos restaban este lunes importancia a la cifra, recordando que la entidad impulsora siempre es capaz de movilizar con eficacia a sus bases. Sin embargo a nadie se le escapa que los postconvergentes encaran la entrada al nuevo año sin un candidato claro, después de que la cabeza de lista del PDeCat, Neus Munté, haya sido puesta en cuestión para liderar la apuesta de Carles Puigdemont para Barcelona.

Es por eso que este lunes por la mañana Graupera ha sido preguntado insistentemente por una posible confluencia con los posconvergentes, que éste ha descartado. “No sería coherente que adulterásemos en los despachos el resultado de las primarias”, ha indicado el tertuliano recién convertido en político, que ha dejado posibles pactos entre independentistas para después de las elecciones de Barcelona. Desde este lunes, el cuarto espacio del independentismo es una realidad.

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