Los profesionales sanitarios de Barcelona se convertirán en detectores de pobreza energética
Habitualmente los casos de pobreza energética se detectan a través de los servicios sociales cuando ya hay un aviso de corte por impago. Ahora, el Ayuntamiento de Barcelona quiere que otros agentes que considera clave en la identificación de los posibles casos, como trabajadores sociales sanitarios de los Centros de Atención Primaria, participen en los protocolos específicos de detección.
La idea parte de la premisa de que no todos los casos llegan a los servicios sociales y que agentes como los trabajadores sociales sanitarios o médicos y enfermeras que visitan pacientes en su domicilio tienen un rol muy importante a la hora de detectar posibles casos. El Ayuntamiento espera, de esta manera, detectar mejor la pobreza energética oculta en la ciudad. “Una cosa son los casos concretos que podemos ver y la otra es cuál es el conjunto de la realidad de la pobreza energética en el ciudad de Barcelona, una fotografía que todavía no tenemos pero esperamos tener”, ha explicado la teniente de alcaldía de Derechos Sociales Laia Ortiz.
También se espera hacerlo de manera precoz para evitar las consecuencias que la pobreza energética tiene sobre la salud física y mental. Según ha indicado la comisionada de Salud del Ayuntamiento, Gemma Tarafa, “la pobreza energética genera y generará importantes impactos en la salud de la ciudadanía”. En este sentido ha recordado, por ejemplo, el peso de sufrir pobreza energética en enfermedades respiratorias o los efectos sobre la salud mental en una familia que no puede pagar la factura de la luz.
De momento el consistorio ha hecho ya una primera formación específica sobre pobreza energética a los trabajadores sociales sanitarios de los CAP con la idea de que estos actúen como formadores también de equipos de médicos y enfermeras ya que sobre todo los que visitan a domicilio son clave en la detección de casos. También han recibido formación trabajadores de los Centros de Atención y Seguimiento a las drogodependencias (CAS) que dependen de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). El objetivo es que los profesionales puedan derivar casos en situación de riesgo a los Puntos de Asesoramiento Energético que están en marcha en la ciudad desde hace dos meses. Durante este periodo han atendido 1.800 personas. De entre los casos que han llegado en estos puntos 184 casos requirieron de una intervención directa y urgente en el hogar.
Según ha explicado este martes el Ayuntamiento de Barcelona, próximamente se ampliará la formación a centros hospitalarios y de salud mental. Además, se ha creado una mesa de trabajo con el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) y las diferentes administraciones implicadas para determinar aquellas condiciones sanitarias que dan dependencia energética y que deberían quedar amparadas por ley y por el establecimiento de circuitos específicos a seguir en estos casos.
Otros agentes clave en la detección de casos
En febrero, los bomberos denunciaron que en varias ocasiones tienen la sospecha de que muchas de las víctimas que atienden por incendios lo son en realidad de la pobreza, que les impide calentarse o iluminarse en condiciones de seguridad. Ahora este colectivo también podrá, como reclamaban, actuar como detector de posibles casos.
Así, una vez dentro de una vivienda, los Bomberos deberán observar si hay falta de suministro energético a partir de una serie de indicios que han sido identificados. Por ejemplo, la presencia de hornillos en la cocina en un edificio con suministro de gas; la acumulación de garrafas de agua de la calle; la presencia de velas o lámparas sin bombillas; o bien la presencia de goteras y humedades, entre otros aspectos.
También participarán en este protocolo ampliado de detección que incluye diferentes servicios municipales, las Unidades de Exclusión Residencial y el Servicio de Intervención y mediación en situación de Pérdida y/o Ocupación de Vivienda. Estos equipos, en caso de observar señales de alerta, deberán verificar si efectivamente se trata de un caso de pobreza energética.