Castilla-La Mancha comienza este lunes a preparar su desescalada en “cogobernanza” con el Ministerio de Sanidad

Castilla-La Mancha comenzará a preparar desde este lunes 4 de mayo, a las nueve de la mañana la desescalada para dejar atrás, por fases, el confinamiento, según ha dado a conocer el Ejecutivo regional.

Lo hará con la constitución del llamado Comité Técnico de Seguimiento de la Transición al que se sumará un segundo grupo de expertos, el Consejo Social para la Transición, que quedará formado en próximos días y del que se desconoce por quiénes estará integrado. Un foro socio-económico para que los distintos colectivos puedan trasladar sus necesidades durante la desescalada que, a su vez, serían elevadas al Gobierno de España, según ha explicado este domingo el vicepresidente de la región, José Luis Martínez Guijarro.

En cualquier caso, el trabajo del Comité Técnico en Castilla-La Mancha tendrá que atenerse a lo que le marque el Ministerio de Sanidad en cuanto a si puede o no situarse en una u otra fase de la desescalada.

Hay que recordar que habrá cuatro fases ( de la cero a la tres) en las que progresivamente se irá volviendo a lo que el Gobierno de España calificó de “nueva normalidad”. Este domingo se ha publicado una orden en el BOE por la que se regula el proceso de “cogobernanza” del Gobierno español con las comunidades autónomas y ciudades de Ceuta y Melilla para la transición a una nueva normalidad.

Eso significa que la decisión última sobre el avance o retroceso en los diferentes territorios a través de las distintas fases le corresponderá al Ministro de Sanidad mediante un proceso de “gobernanza conjunta o cogobernanza” con las comunidades y ciudades autónomas.

Ambas instituciones “actuarán en permanente diálogo bajo los principios de cooperación y colaboración” sin que ninguna región pueda actuar por su cuenta tomando medidas de desconfinamiento aunque sí podrán trasladar propuestas específicas, siempre dentro del marco de desescalada “por provincias” y no por comarcas, tal y como era el deseo del Gobierno de Castilla-La Mancha.

¿Qué podrá proponer Castilla-La Mancha?

Las propuestas que realice el Comité Técnico de Seguimiento de la Transición de Castilla-La Mancha deberán incluir, al menos, un análisis introductorio sobre la fase en la que en ese momento se encuentra el territorio y la fase de desescalada a la que se propone transitar mediante la adopción de las medidas.

También deberá describir que medidas de desescalada se van a adoptar y las fechas tentativas para su entrada en vigor.

Además, debe incluir un análisis de las capacidades estratégicas disponibles en el sistema sanitario, de la situación y la evolución epidemiológica esperada en el territorio y de los mecanismos para reducir el riesgo de transmisión en la población.

Para hacerlo deberán tener en cuenta si Castilla-La Mancha tiene sistemas de alerta precoz y vigilancia epidemiológica, incluir la identificación y contención rápida de fuentes de contagio, definir su capacidad de aislamiento y control de las fuentes de contagio confirmadas y potenciales y detallar su capacidad en la Atención Primaria y la asistencia Hospitalaria.

También deberá especificar la región de qué mecanismos y estructuras dispone para garantizar las medidas necesarias de protección colectiva para reducir el riesgo de transmisión.

Además, deberá informar sobre la evolución epidemiológica en el territorio, en términos de transmisión, casos activos y capacidad de identificación, aislamiento y control de casos y contactos y cualquier otro elemento sobre el impacto epidemiológico y sanitario de la propuesta realizada.

También podrá proponer cualquier aspecto de relevancia desde el punto de vista económico, social o de movilidad.

Desescalada por provincias salvo criterios “motivados”

El Gobierno de España ha dado instrucciones para que la desescalada se produzca por provincias, pero tal y como proponían algunas regiones como Castilla-La Mancha, en la orden publicada esta tarde ha dejado la puerta abierta a otras fórmulas.

“De manera motivada podrán establecerse ámbitos de aplicación diferenciados en unidades de nivel territorial distinto” y para ello se deberán explicar la razones “que aconsejan un tratamiento común del mismo y diferenciado del resto de la provincia o de la comunidad autónoma”.

También deberán justificare las garantías de movilidad y aislamiento que se aplicarían en ese territorio respecto al resto de la provincia o de la comunidad autónoma.

Y finalmente será necesario que se haga constar que la propuesta ha sido consultada con las entidades locales en cuyo territorio se haya propuesto un ámbito de aplicación diferenciado.

El vicepresidente castellanomanchego había dicho por la mañana que la región “seguirá a rajatabla” las instrucciones del Gobierno de España en cuanto al ámbito territorial elegido para la desescalada (la provincia), aunque su propuesta, ha recordado, pasaba por hacerlo “con un ámbito territorial más reducido”, en concreto por comarcas. Ahora, se abre esa vía siempre y cuando esté motivada.

Y es que, a Castilla-La Mancha le gustaría que se tuviera en cuenta el caso particular de La Mancha Centro donde la “viralidad” del coronavirus y su afectación, según viene explicando el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, es superior y “distinta” a la del resto de la región como también podría serlo “la cepa” de la COVID-19 que ha afectado a la zona y que actualmente está siendo estudiada por el Instituto de Salud Carlos III.

Castilla-La Mancha cumple “a priori” para iniciar la fase 1 el día 11 de mayo, según la Junta

El Gobierno regional hace un llamamiento a “prudencia” en cuanto a la aplicación de la desescalada. Martínez Guijarro ha recordado que el conjunto de la región, por provincias, “cumple a priori” los criterios marcados para iniciar las fases camino del desconfinamiento total.

“Tanto en la tasa de crecimiento de contagios que es del -12,2%, como en cuanto a camas y unidades UCI disponibles”, alegaba este domingo.

Hoy mismo, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha informado de que dos de los criterios cuantitativos que deberán cumplir las provincias o islas para avanzar en la fase de desescalada serán poder poner en marcha “en el plazo máximo de cinco días” entre 1,5 y dos camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y entre 37 y 40 camas de “enfermos agudos” por cada 100.000 habitantes.