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‘Tras las Huellas de Félix Rodríguez de la Fuente’ en la Sierra Norte de Guadalajara

Creadores del proyecto

Raquel Gamo

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“Este insólito campamento está instalado en el corazón de España en una cárcava del río Dulce en la provincia de Guadalajara”. Con esta somera descripción geográfica comienza uno de los capítulos de la mítica serie de televisión de los años setenta ‘El hombre y la Tierra’ en la que el carismático naturalista Félix Rodríguez de la Fuente presenta la base, ubicada en el municipio de Pelegrina, a escasos kilómetros de la ciudad de Sigüenza desde la que junto a su equipo produjo la conocida como ‘operación zorro’.

La investigación, en cuestión, trataba de desentrañar cuál era la población de zorros en el centro de la Península Ibérica en un momento en el que esta especie estaba considerada como un enemigo de la salud pública, en palabras de Rodríguez de La Fuente, por haber transmitido la epidemia de la rabia selvática desde los Montes Urales hasta el sur de Europa desde los años 20. El objetivo del naturalista era demostrar la hipótesis de que la rabia desaparecería mediante la presencia de un zorro por cada 500 hectáreas. Para lograrlo monitorizó el comportamiento diurno y nocturno de este animal a través de sofisticados equipos electrónicos colocados en el cuerpo de estos mamíferos. Este estudio científico fue una de los muchos estudios que el afamado divulgador ambiental realizó en contacto con un medio natural intacto, todavía por explorar: la Sierra Norte de Guadalajara.

La comarca de la Serranía, desde el escarpado Barranco del Río Dulce hasta el Parque Natural de la Sierra Norte, que alberga entre otros singulares parajes el Hayedo de Tejera Negra, en el extremo occidental de la provincia alcarreña se convirtió en uno de los más espectaculares platós de televisión de esta serie de naturaleza, seguida por millones de espectadores cada semana en horario de prime time, a mediados de la década de los 70.

Entre 1974 y 1980, enclaves naturales como Sigüenza, Pelegrina, Mandayona, Campillo de Ranas, Valdesotos, el pantano de El Vado o Retiendas protagonizaron el rodaje del ‘Hombre y la Tierra’ con imágenes únicas de la vida cotidiana de las especies más emblemáticas de nuestra fauna ibérica como el buitre leonado, el zorro o el lobo ibérico. Cientos de minutos de grabación filmográfica de gran calidad técnica en rollos de 35 milímetros con los que Rodríguez de la Fuente se afanó en educar a la sociedad en el respeto hacia el medio ambiente, en unos años en los que la sensibilidad ambiental de la población era casi inexistente, la fauna se valoraba como mero atributo de caza y los ecosistemas se gestionaban en función de su rendimiento económico.

Sin embargo, este proyecto quedó drásticamente interrumpido con la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, después de que la avioneta en la que viajaba en Alaska se estrelló fatalmente, en marzo de 1980.

El legado de Félix

Considerado como uno de los mayores precursores de la conciencia ecológica del siglo XX, los documentales de naturaleza de Félix Rodríguez de la Fuente forjaron la mentalidad ambiental de varias generaciones de niños españoles que crecieron con su obra e incluso decidieron estudiar Biología para seguir los pasos del naturalista en los años 80.

Su ideario conservacionista, crítico con los problemas que entonces afectaban al medioambiente y su perseverancia en conectar de forma armónica al hombre con la naturaleza, permanecen más que nunca vigentes en un mundo amenazado por el cambio climático cuando se cumplen 39 años de su súbita desaparición. Esta preocupación por el daño infligido a la naturaleza ambiente quedó sintetizada en la sentencia en la que el divulgador burgalés afirmó que “estamos destruyendo nuestro medio ambiente y si lo destruimos nos destruimos a nosotros mismos”.

En 2018, con motivo del 90º aniversario del nacimiento del naturalista, Francisco, Víctor y Basilio, tres guadalajareños apasionados por los paisajes de la provincia de Guadalajara y del creador del ‘Hombre y la Tierra’ impulsaron el proyecto ‘Tras las Huellas de Félix. Se trata de una iniciativa de ecoturismo con la que proponen recuperar el legado ambiental que Félix Rodríguez de la Fuente dejó en la década de los 70 a lo largo de una vasta área de la Guadalajara rural que, en la actualidad acoge dos de los tres Parques Naturales de la provincia alcarreña: el Barranco del Río Dulce y el espacio Natural de la Sierra Norte de Guadalajara.

Francisco Martín, una de las almas del proyecto asegura a eldiarioclm.es que “Félix Rodríguez de la Fuente necesitaba un escenario amplio para rodar el Hombre y la Tierra y escogió el barranco de Pelegrina donde rodó más de 80 capítulos de la serie”. Entonces, añade “a finales de 2017 con motivo de la efeméride del 90 cumpleaños de Félix nos propusimos rememorar las escenas míticas que grabó en el Río Dulce y El Vado a través de videorutas que enseñen a las familias los paisajes en el espacio real de la Sierra Norte de Guadalajara”. Una experiencia, asevera, que “nos ha permitido recopilar mucho material y testimonios sobre Félix y su investigación en Guadalajara, gracias a la colaboración de sus descendientes y de RTVE, propietaria de los derechos documentales”.

Este proyecto de desarrollo sostenible, que cuenta con el respaldo económico de la Junta de Castilla-La Mancha se estructura en 10 rutas senderistas que atraviesan el corazón de dos de las áreas de la provincia de Guadalajara más castigadas por la despoblación rural. En concreto, el Territorio del Lobo (zona A), en alusión a esta zona de la Serranía donde Rodríguez de la Fuente entró en contacto con el lobo ibérico comprende 6 rutas que discurren entre las poblaciones de Tamajón, Valdesotos y La Vereda pasando por el pantano de El Vado y el municipio de Retiendas donde se ubica el monasterio cisterciense de Bonaval, actualmente en rehabilitación.

La primera ruta se extiende desde Tamajón a Valdesotos (17 kilómetros), la segunda va en sentido ida y vuelta de Tamajón a Bonaval (13,6 km) y la tercera se prolonga desde el puente medieval de Valdesotos hasta Retiendas (11 km). En cuanto a las tres siguientes, una de ellas está trazada desde Tamajón a El Vado y de ahí al conocido como Vivero (9 kilómetros), otra se extiende desde el Vivero hasta La Vereda atravesando el pantano en piragua para acabar en el pueblo originario del Vado, que hoy yace en el fondo del embalse. Este itinerario concluye con una caminata por una pista forestal hasta el pueblo de la arquitectura negra de La Vereda (12 kilómetros). Finalmente, la sexta senda incluye un tramo en coche hasta La Vereda y desde este punto se camina hasta el pueblo viejo (12 kilómetros).

Otras rutas

En paralelo, en el extremo oriental de la comarca serrana se emplaza el Territorio del buitre (zona B). En esta segunda Área se han fijado otras cuatro rutas, que circulan por los entornos de Mandayona, Aragosa, La Cabrera, Pelegrina y Sigüenza. Un recorrido de 56 kilómetros que parte del municipio pedáneo de Aragosa en tres de las rutas – salvo la cuarta que se inicia en Pelegrina- e incluye la visita a la Hoz de Pelegrina y el Mirador de Félix desde donde el visitante puede contemplar una espléndida panorámica del Barranco del Río Dulce e incluso pertrechado con unos prismáticos el campamento desde donde el equipo de Rodríguez de la Fuente planificaba la producción y montaje de los documentales.

El diseño de las rutas se ha basado en varias jornadas de campo durante las que los miembros de ‘Tras las Huellas de Félix’ han recorrido los caminos por los que transitó el naturalista para referenciar mediante un sistema de geolocalización las coordenadas exactas donde se grabaron las escenas del ‘Hombre y la Tierra’. De este modo, cada una de las 10 rutas se señalizará con cinco hitos que mostrarán al turista información e imágenes de la mítica serie televisión como si lo estuviera experimentando in situ en el propio medio natural.

“Vamos a insertar en los puntos seleccionados de cada sendero unos videos de unos 3 minutos con escenas del Hombre y la Tierra rodadas en este territorio, además de fotografías en torno a la figura de Félix, testimonios y anécdotas relatadas por personas que le conocieron y que han querido colaborar en la ilustración de las videorutas”, explica Víctor Pascual, miembro de ‘Tras las Huellas de Félix’. El fin es “poner en valor este territorio vírgen de la Sierra, a través de esta actividad de ecoturismo para que las familias disfruten de la naturaleza e inculquen a sus hijos los valores ambientales y de cuidado de la naturaleza que encarnó Félix”, señala.

Observar las escenas originales de Fauna Ibérica representa un placer para la retina humana. Instantáneas de espectaculares valles, cuevas y caprichosas formas geológicas que el tiempo ha ido modelando; el vuelo de águilas reales o de mirlos o el ágil movimiento de zorros y lobos describen a la perfección el diverso patrimonio natural y cultural que alberga esta tierra de Castilla. Entre estas imágenes, aquella que muestra cómo un águila captura a una cabra en el aire es una de las secuencias grabadas por el equipo del Hombre y la Tierra en la Hoz de Pelegrina que más polémica despertó en su tiempo por cuestionarse su verosimilitud. Y es que en efecto, la imagen fue preparada para hacerla realidad. La teoría más aceptada para explicar esta escena, de la que se grabaron muchas tomas, es que el cetrero que trabajaba con Félix sujetó discretamente a la cabra hasta que llegó el buitre, la capturó y voló por un vertiginoso acantilado agarrándola con fuerza.

Para Basilio Rodríguez, es “muy improbable que esta escena se pudiera dar en la naturaleza” y subraya que “el objetivo de Félix no era grabar la naturaleza, sino recrear la naturaleza y el comportamiento de los animales para educar a la sociedad en el valor de la fauna y propiciar así una interacción sana entre el hombre y el medioambiente”. Por este motivo, asegura, “era habitual que se utilizara el montaje para grabar los documentales, con cámaras que pesaban 20 kilogramos como también lo hicieron la BBC o Costeau”.

Como complemento a la serie de videorutas, está prevista la edición de una guía de unas 30 páginas que orientará al visitante en el transcurso de los itinerarios, le aportará información del patrimonio etnológico y cultural del lugar y del trabajo cotidiano que Félix llevó a cabo en la comarca serrana durante los últimos años de su vida profesional. La guía se comercializará y también se podrá descargar gratuitamente desde internet. Además, una página web de ‘Tras las Huellas de Félix y una aplicación móvil para descargarse los vídeos son otras de las iniciativas que componen este proyecto ecoturismo y educación ambiental.

La asociación que ha dado vida a ‘Tras las Huellas de Félix planea que este proyecto de ecoturismo comience a andar en la segunda mitad de 2019, toda vez que se señalicen y acondicionen las rutas y coincidiendo con el otoño, la temporada alta del turismo rural en esta zona. Concebido como una propuesta para dinamizar el turismo de naturaleza y la economía de esta comarca afectada por la sangría demográfica, los impulsores consideran que el aumento de visitas a esta zona de Guadalajara crearía un impacto positivo ampliando la oferta actual de alojamientos rurales y restaurantes de la Sierra Norte.

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