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Adaptarse al cambio climático, una oportunidad para apostar por la calidad

uvas de la mancha

Pilar Virtudes

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Adaptarse al cambio climático como una oportunidad para apostar por la calidad y la necesidad cooperación entre todos los sectores para asumir los nuevos escenarios son dos de las principales ideas que se pusieron de manifiesto en la Jornada VinoDiversidad, que se ha celebrado en Albacete organizada por eldiario.es/Castilla-La Mancha y la Fundación Global Nature con el apoyo de la Diputación.

La visión del cambio climático es distinta cuando expertos en los procesos que va a vivir el viñedo lo ven como una oportunidad para la diferenciación y la calidad. Esta es una de las ideas principales que expuso en su intervención Jordi Domingo, de la Fundación Global Nature. “Si nos dedicamos a hacer volumen hay países que tienen viñedos más modernos, que no cobran nuestros salarios, que no cobra seguridad social y que tienen miles de hectáreas en producción”, por ello, esta es una batalla perdida de antemano.

Según Domingo, por cada grado Celsius que suba la temperatura anual “podríamos tener pérdidas de entre un 5 y un 10% de producción anual”, con las pérdidas económicas que esto conlleva.

Además, el cambio climático va a tener grandes consecuencias en la calidad de los vinos, porque las situaciones de stress hídrico, las olas de calor o las lluvias intensas va a cambiar las cualidades organolépticas de los vinos, el color, la acidez, las características aromáticas. “El vino va a ser distinto”, ha señalado Domingo, pero considera que esto puede ser una oportunidad para apostar por la calidad.

En este sentido, considera que los cambios en las modas en el sector del vino pueden jugar a favor del viñedo que sepa adaptarse. “La modas nos pueden beneficiar” e incluso podemos “provocar la moda”.

Por ello, lo primero es elegir el modelo por el que apostar: “Debemos saber si con las medidas de adaptación al cambio climático queremos kilos de uvas o si queremos hacer vinos”, señaló.

Para esta adaptación, argumentó toda una serie de propuesta que van desde el manejo del suelo, hasta el maneo de la planta y la biodiversidad. “Que nadie piense que por regar más va a ir mejor. Hay que saber utilizar el agua de manera eficiente”, manifestó.

Cooperar para combatir el cambio

Para poner en marcha el modelo productivo y adaptar el viñedo al cambio climático, todos los expertos presentes en la jornada, entre los que se encontraban representantes de cooperativas, bodegas, presidentes de las denominaciones de origen, la administración regional y los científicos, coincidieron en señalar que la colaboración es una de las claves del éxito.

En este sentido, la directora general de Agricultura y Ganadería de la Consejería de Castilla-LA Mancha, Cruz Ponce, señaló que “todos tenemos clarísimo la cooperación, nos necesitamos todos y solos no vamos a ninguna parte”. Por ello apostó por asumir las propuestas de los distintos actores y tomar las decisiones sobre cómo se va a hacer toda esta adaptación que implica también a la Política Agraria Común. “La reforma de la PAC plantea una nueva arquitectura verde, eso implica mayor esfuerzo por parte de los agricultores”, señaló.

Ponce manifestó que los agricultores tienen que tener una compensación para poner en marcha todas estas medidas y mitigar las posibles pérdidas: “El agricultor debe adaptarse al cambio, mitigarlo, reducir su huella de carbono, ayudar a la sociedad a cumplir con los acuerdos de París pero hay que compensarle y no sólo diciendo: si tú por aplicar esta práctica estás perdiendo un 20% de tu renta, te doy ese 20%, sino te doy un plus para animarte a que lo apliques”.

Los seguros agrarios también se adaptan

Por otro lado, el director territorial de Agroseguro en Castilla-La Mancha, José Bernardo Rodríguez, destacó la importancia del sistema del seguro agrario: “un sistema vivo que se va adaptando a las circunstancias y esa es su principal ventaja frente al cambio climático”.

Bernardo Rodríguez ofreció datos de cómo Castilla-La Mancha es una de las regiones españolas con más siniestros y Ciudad Real la provincia más afectadas por las inclemencias meteorológicas.

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