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“El corsé presupuestario de la UE dificulta nuestra capacidad de crear empleo”

El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro / JCCM

Alicia Avilés Pozo

José Luis Martínez Guijarro, vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, es la mano derecha de Emiliano García-Page al frente de las labores ejecutivas. De origen conquense y Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales, tiene una larga trayectoria en la vida política, como diputado regional del PSOE, y también en la Junta, que comenzó a visibilizarse cuando asumió la cartera de Medio Ambiente y Desarrollo Rural en 2005, durante la legislatura de José María Barreda, y posteriormente también la de Agricultura. En una entrevista con eldiarioclm.es repasa lo objetivos de actuación del Ejecutivo castellano-manchego en el próximo curso político, centrados en la recuperación del empleo y de los derechos sociales básicos. 

¿Cuáles serán las líneas de actuación del nuevo curso político?

Hay que seguir avanzando en la recuperación de derechos sociales y servicios públicos que se fueron perdiendo en años anteriores, y en la mejora de la calidad de los mismos. Ese va a ser el eje conductor de la acción del Gobierno durante toda la legislatura. Avanzaremos además en algunos asuntos que son también compromisos del Gobierno en materia de transparencia o de participación ciudadana, y el trabajo fundamental es y seguirá siendo la lucha contra el desempleo, volver a poner en  marcha planes de empleo en colaboración con ayuntamientos y corporaciones locales, porque el empleo es el principal problema que sigue teniendo la región. Una vez que salgamos de este 'impasse' en el que se encuentra la actividad política a nivel nacional, se acercará la posibilidad de entablar un diálogo en la región en torno a la reforma del Estatuto de Autonomía, la Ley del Gobierno y la reforma electoral. Lo tenemos pendiente porque no hemos querido que el clima político nacional contamine este debate.

Desde la oposición política se ha criticado la lentitud parlamentaria del primer año de legislatura en Castilla-La Mancha. ¿Considera que la actividad del Gobierno va a buen ritmo?

Cuando el Gobierno no cuenta con una mayoría absoluta en las Cortes, las iniciativas y proyectos de ley tienen que ir muy pactadas y habladas previamente. Requiere un trabajo de diálogo para que la tramitación parlamentaria sea lo más ágil posible; eso retrasa, pero seguimos trabajando en proyectos que en el próximo periodo de sesiones tienen que ir llegando. Hay que tener en cuenta que es la primera vez en la comunidad autónoma que hay un gobierno que no lo sustenta una mayoría absoluta de un solo grupo parlamentario. Además, también estamos abriendo un debate previo con la sociedad y con los colectivos más implicados en cada una de las leyes. Al final, es el conjunto de la legislatura lo que hay que ver teniendo en cuenta esas circunstancias especiales.

Y esa nueva realidad, sin mayoría absoluta, ¿está siendo positiva?

Es la realidad que decidieron los ciudadanos de Castilla-La Mancha. Hay un mayor debate en las Cortes y más actividad de diálogo y pacto porque así lo decidió la sociedad: que el diálogo tuviera que ser permanente.

Podemos, que apoyó la investidura de Emiliano García-Page como presidente, ha advertido de que será más “duro” en la negociación de los próximos presupuestos. ¿Hay ya algún preacuerdo para la aprobación de las cuentas públicas del año que viene?

Estamos en la fase inicial, que es el análisis de la ejecución de 2016, y viendo cuáles son los planteamientos de nuevas líneas de actuación para 2017, pero todo el tema presupuestario está absolutamente condicionado por la situación nacional. Es necesario que se apruebe el techo de gasto del conjunto de las administraciones publicas, que es responsabilidad del gobierno y del Congreso, para que en cada comunidad podamos presentar el proyecto de Presupuestos. Ya estamos trabajando en que sigan teniendo un marcado carácter social, porque esa ha sido unas de las señas de identidad de los presupuestos aprobados por el PSOE.

¿Pero ha habido ya conversaciones con Podemos para esa fase previa?

Hemos tenido algunas conversaciones previas sobre la dificultad que tenemos para poder iniciar formalmente la elaboración de los presupuestos.

Después de la falta de ‘feeling’ y desencuentros entre PSOE y Podemos a nivel nacional. ¿se puede decir que está a salvo el ‘pacto’ entre ambos en Castilla-La Mancha?

Yo entiendo que sí. Nosotros llegamos a un acuerdo de investidura, y es más, siempre hemos dicho que lo que ha ocurrido en Castilla-La Mancha podría ser extrapolable a otros ámbitos, siempre y cuando se den unas circunstancias similares a las que se dan aquí. Aquí, el acuerdo entre PSOE y Podemos está funcionando con absoluta normalidad y buenos resultados, y ha permitido revertir una situación que existía en la comunidad autónoma. Cuando hemos hablado con Podemos o internamente en nuestros partidos, siempre hemos dicho que la situación en Castilla-La Mancha tenemos que decidirla en Castilla-La Mancha. Todo en política está interrelacionado, sí, pero tenemos muy claro en el PSOE, y me consta que también en Podemos, que queremos tomar las decisiones pensando en los intereses de nuestra región.

¿Qué lectura realiza de la situación política nacional tras la repetición de las elecciones?

Para empezar, sería un desastre que hubiera terceras elecciones generales. Ningún ciudadano lo entendería y tendríamos muchas dificultades para explicarlo. El principal responsable de desbloquear la situación es el candidato a la Presidencia del Gobierno, que no puede pretender que el resto de partidos hagan un acto de adhesión a su planteamiento. Tiene que ser al revés. Él tiene que mostrar flexibilidad en sus propuestas, y en primer lugar con los que están más cercanos dentro del espectro ideológico. Hay 182 diputados en el Congreso de un perfil conservador y tiene que hacer movimientos para ganar ese apoyo. Lo que no puede plantear es un gobierno de derechas apoyado por partidos de izquierdas, sería algo casi anti natura. Rajoy está en una situación inmovilista y es quien tiene el encargo del jefe del Estado para formar el gobierno.

Creación de empleo, estabilidad, calidad y dificultades de la UE

Volviendo a Castilla-La Mancha, ha dicho que una de las mayores preocupaciones en la región sigue siendo el paro. El ritmo de creación de empleo se ha frenado en plena campaña veraniega, con el Plan Extraordinario de Empleo ya funcionando. ¿Cómo valora esa situación?

En términos generales, los datos de empleo están siendo relativamente satisfactorios, siempre con la cautela de que todavía hay decenas de miles de ciudadanos en desempleo, y por lo tanto el análisis no puede ser triunfalista. Pero en este año de legislatura, desde el minuto cero, la prioridad fue poner en marcha programas como el Plan Extraordinario de Empleo en colaboración con otras entidades y desgranando programas específicos, como los dirigidos a jóvenes o a los mayores de 55 años. Este plan está pensado primero para resolver la situación de emergencia de muchas familias. Y luego, lleva consigo toda una batería de actuaciones que, junto con el apoyo a la iniciativa privada, como con el Plan Adelante, está dando sus resultados, sabiendo que, de manera estructural, la recuperación tiene que venir por la actividad económica en determinados tipo de sectores.

¿En qué se está viendo alterada esa recuperación del empleo?

La dificultad es el marco presupuestario en el que se nos deja movernos a las comunidades autónomas por parte de la Unión Europea y del Estado, en cuanto a la distribución de los objetivos de déficit, que es injusta entre la capacidad que se reserva la Administración central y la que tienen las comunidades para gestionar sus servicios públicos. Y si nos vamos al nivel europeo, la política económica ha sido errónea porque la recuperación está siendo bastante más lenta que como ha sido en otros lugares del mundo, donde también hubo una gran crisis pero con políticas distintas.

¿Entonces en Castilla-La Mancha los planes de empleo han estado restringidos por esa política europea y estatal?

Si hubiésemos tenido mayor capacidad presupuestaria, habríamos destinado más dinero a planes de empleo y habríamos podido llegar a más ciudadanos. Y si hubiésemos contado con el respaldo del Gobierno de España y hubiera puesto fondos para las comunidades autónomas en políticas activas de empleo, también. Hay familias que todavía necesitan una ayuda, y la respuesta solo está llegando de la comunidad autónoma junto con las corporaciones locales, que hemos aunado esfuerzos. Desde la UE se deberían tomar decisiones que hagan mover la maquinaria económica. Ese corsé presupuestario de la UE está dificultando mucho nuestra capacidad de maniobra.

Dentro de esa capacidad de maniobra y tal y como piden los sindicatos, ¿no debería apostarse por el sector industrial en cuanto a la creación de empleo, frente a un sector terciario y agrícola que genera más temporalidad?

En general, hay que apostar por sectores que generen empleo estable y de calidad. Hay una parte del sector servicios que no es solo turismo y hostelería. Estamos hablando de sectores que generan una actividad económica más estable y que son por los que tenemos que apostar, como la industria agroalimentaria, que ha aguantado muy bien los envites de la crisis. Creemos que tiene un potencial de crecimiento importante en la región. Ocurre lo mismo con las energías renovables, pero este sector depende mucho de la regulación estatal; y con el aeronáutico o el de las nuevas tecnologías, que tenemos que ir consolidando. Y también tenemos que recuperar algún sector industrial que ha ido perdiendo peso durante la crisis. Todo ello, junto al turismo al que podemos dar más continuidad a lo largo del año -por no ser de sol y playa-, debe ser la base de la generación de empleo estable y de calidad.

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