El Orson Welles más valenciano y murciano visita el Carche
Fue el proyecto frustrado de Orson Welles. El mítico director norteamericano buscaba localizaciones para su nueva película, el western The survivors, y para ello se paseó por el Carche, la singular sierra que separa Alicante y Murcia. Este hecho real convertido con el paso del tiempo en leyenda es el punto de partida de Orson West, el film del cineasta alicantino Fran Ruvira que se estrenará este viernes a las 21,45 horas en À Punt.
Nacido en El Pinós, donde se rodó en 2012 con unos paisajes que recuerdan a los del lejano Oeste, la opera prima de este director formado académicamente en la Universitat de València y la Pompeu Fabra de Barcelona es un viaje a su infancia. “Recuerdo haber escuchado a un vecino hablar sobre la visita al pueblo de un director de cine que pretendía rodar allí un western”, rememora de su infancia.
“Siempre me pareció una de esas leyendas para entretener a los niños. Sin embargo, años más tarde encontré un artículo cinematográfico donde se explicaba la aventura frustrada del western de Orson Welles durante sus años en España”, añade para aclarar: “Pero en realidad esta no es una película sobre Welles, sino sobre el territorio donde pretendió rodar”.
La película cuyo guión escribió Ruvira junto con el también cineasta Joaquim Jordà, transcurre entre las vivencias del equipo de rodaje que se encuentra a su llegada para rodar un western de bajo presupuesto con la sorpresa de los lugareños, en especial de un grupo de niños. Estos interactuarán con Sonia Almarcha, actriz de largo recorrido que destacó en La soledad (2007) de Jaime Rosales y que con ‘Orson West’ vuelve a su pueblo natal después de muchos años de ausencia, para protagonizar la película.
La emisión en À Punt este viernes tendrá lugar tras un nuevo capítulo de la serie documental “Terres de cinema”, con la que el equipo de la serie de la televisión valenciana viaja hasta El Pinós y otros parajes de la frontera murciana para recordar con los vecinos y vecinas el rodaje y reflexionar con expertos algunos temas del film como el patrimonio de piedra seca, la lengua o la desaparición de los cines del pueblo.
Rodada en valenciano, recuerda Ruvira que este territorio que conoce bien al haber nacido en El Pinós, pueblo que colinda con la región de Murcia, es considerado por los filólogos “como la última expansión de la lengua catalana”. Se da la circunstancia de que en las localidades vecinas de Jumilla, Abanilla o Yecla aún se conserva el valenciano gracias a “la intensa inmigración” de valencianohablantes que hubo en el siglo XIX para repoblar zonas abandonadas del término murciano.
“Trajeron una nueva lengua y costumbres, por tanto, la poca población castellanohablantes asimiló la nueva lengua ya que las relaciones humanas eran más intensas con los pueblos alicantinos que murcianos”, explica. Así que la cuestión etnográfica está presente en esta ópera prima.
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