Sala Russafa cierra la quinta edición del ciclo de programación que desde febrero ha dedicado a las compañías valencianas con una de las formaciones más prestigiosas de la escena local, Bramant Teatre, con más de 20 espectáculos en una trayectoria que arranca en 1998 y en la que han recibido reconocimientos como las nominaciones a los Premios Max como Mejor Espectáculo Nacional por Construyendo a Verónica y al Mejor Espectáculo Revelación por Reencuentros, así como numerosos galardones y nominaciones en los Premis de les Arts Escéniques de la Generalitat Valenciana y Premis Abril.
Del 8 al 17 de abril presentan el estreno absoluto de La más fuerte, una versión libre del texto escrito por August Strindberg que sirve para completar la trilogía de teatro naturalista emprendida por la compañía.
“Queríamos tocar a los autores más significativos de este movimiento que casi podríamos decir que es el germen del teatro que se hace hoy día. Empezamos en 2013 y con Ibsen, con la adaptación de Casa de Muñecas. Después vino Chéjov con Tío Vania, el año pasado. Y esta vez nos hemos ido a por otro autor controvertido, pero que sin duda ha marcado las artes escénicas”, comenta Jerónimo Cornelles, autor de la versión que se estrena.
En la segunda mitad del S.XIX, Strindberg creó La más fuerte, una pieza breve y para dos actrices, de las que una permanecía prácticamente muda durante toda la representación. Ahora, Cornelles la ha convertido en un nuevo espectáculo con algo más de hora de duración, trasladando la acción a la época actual, introduciendo cambios en los caracteres, creando un nuevo personaje y alargando la trama.
Él mismo, junto a Teresa Crespo y Amparo Ferrer Báguena, interpreta el encuentro entre una mujer y hombre en una cafetería, en Nochevieja. Ambos han compartido experiencias con otro individuo al que se hace constantemente referencia y al que, curiosamente, también conoce la camarera que les atiende, tercer vértice de un interesante triángulo de personajes.
“Me parece muy estimulante tomar como base obras que son una referencia indiscutible y trabajar con ellas para transformarlas, actualizándolas, incluyendo nuevas tramas, estableciendo relaciones inesperadas entre los personajes o inventando algunos, pero siempre con el sello de Bramant” admite el autor e intérprete que, a diferencia del último montaje, en esta ocasión deja la dirección en manos externas, concretamente en las de Chema Cardeña.
“La idea de hacer una versión sobre este texto nació de él, así que lo más natural era pedirle que colaborara aportando su visión como director, que siempre es muy novedosa y que ha enriquecido el espectáculo” comenta Cornelles, a quien la experiencia previa con Cardeña en numerosas obras como El Idiota en Versalles, 7 Reinas o De Hiroshima y Nagasaki, le ha otorgado la confianza necesaria para centrarse en la interpretación en este nuevo proyecto.
Cardeña imprime un ritmo muy dinámico y un tono de comedia para acercarse a una trama capaz de congelar la sonrisa en el espectador. A través de la conversación que va desarrollándose en el encuentro que recrea la pieza, se deslizan temas como la dependencia emocional, el maltrato psicológico y físico o la perversidad de las relaciones que pueden llegar a establecerse entre los seres humanos.
“Era necesaria una vis cómica para poder asumir los temas tan serios que se tratan en el texto de Strindberg y que reflejan cómo, dos siglos después de haberse escrito esta historia, la psicología humana no ha cambiado demasiado en algunas cosas” apunta Cornelles.
Lo que sí cambian son las conclusiones que puede extraer el espectador al ver la nueva propuesta de Bramant. “Ya no será tan sencillo juzgar si la más fuerte es quien se lanza a hablar o el que se atreve a escuchar” señala el autor de esta versión que hasta el 17 de abril programa Sala Russafa.