Pierre Lemaitre, invitado al Festival VLC Negra por el Instituto Francés de Valencia, las editoriales Bromera y Alfagura y el propio certamen, aseguró durante el encuentro celebrado en la sede del Instituto, que el género negro “vive una eclosión mundial, y eso es un problema para los que escribimos dentro de este marco”. Dijo que al principio se preguntaba “por qué escribir en este género si voy a ser uno más”. Hasta que decidió escribir “lo mejor posible sin pensar en la competencia”. Sobre las historias que se cuentan, reconoció que “todas, en cualquier género, han sido escritas ya; los escritores de hoy sólo las contamos a nuestra manera”.
Sobre el poder de la literatura, el escritor francés estimó “no conocer ningún libro que haya cambiado el devenir de la historia: los escritores tenemos que ser más modestos”. Aunque sí cree “en el poder de la literatura, que es capaz de cambiar las cosas; la ficción es una enorme maquinaria que puede cambiar la realidad y permite que el ciudadano haga una toma de conciencia sobre lo que está pasando”.
La rentreé o vuelta al cole en Francia
Lemaitre hizo referencia al fenómeno editorial francés del año, conocido como la rentrée o ‘vuelta al cole’. “Soy un escritor francés que escribe en un país neurótico con la literatura. Hay un fenómeno que se conoce como rantrée o ‘vuelta al cole’: en un solo mes salen al mercado 600 títulos, lo que genera un gran número de impactos entre el público y que en el país casi sólo se hable de literatura en un mes. Esto es muy bueno para la literatura, pero provoca que la esperanza de vida de cada libro sea sólo de un mes”.
Y es en este contexto de sobreedición donde Lemaitre enmarcó los géneros: “A mí me dan igual los géneros. Pero hoy en día la información va tan rápido que es necesario tener referencias. En un país que publica con tal extravagancia en la rentrée, permite que dentro de caos el lector tenga una referencia donde acogerse”.
Lemaitre explicó que tiene “la suerte de vivir en Francia, un país que tradicionalmente ha protegido la cultura, que es un eje político en ese país, con leyes que protegen mucho los derechos de autor”. Aunque la crisis también ha golpeado allí a la cultura: “En un año de elecciones en Francia se ha abordado poco la cultura”. También hizo una crítica a sus políticos: “Francia sigue protegiendo la cultura, pero noto un cambio en la clase política, ahora no están tan formados culturalmente como hace treinta años”.
Sobre la eclosión de festivales de género negro, Lemaitre lo tiene claro: “Uno puede preguntarse para qué sirven los festivales. El papel de los festivales es muy importante porque permite enseñar al público que la literatura puede convertirse en un evento. Pero lo que ocurre es que el género negro, que ha perdido el monopolio del que gozó hasta mitad del siglo XX, ha perdido importancia frente a la tele o el cine”.
Aunque aclaró: “El retroceso relativo de la literatura en este género no tiene que ver con la pérdida de la ficción. La gente necesita consumir historias de ficción”. Y pidió perdón por referirse al Goncourt que él ganó para ilustrar el ejemplo: “La sala de prensa de la entrega de ese premio está abarrotada de periodistas, tanto como en un evento de fútbol. Que haya un festival como VLC NEGRA que sea capaz de congregar a periodistas es una excelente noticia”.
Tendemos a la pasividad
Preguntado sobre la irrupción de las nuevas tecnologías y la competencia con la lectura, Lemaitre lo vio como “un problema mundial. Crecen los espectadores y descienden los lectores. ¿Cuál es la diferencia entre ver la tele y leer una novela? La imagen es la diferencia y eso implica que la imaginación juegue un papel menos importante. Todos tenemos tendencia a la pasividad”. El escritor achacó parte del problema a la educación: “Los profesores utilizan series y películas para enseñar porque creen que la imagen va a facilitar la comprensión de sus alumnos. Las clases son más cómodas con imagen, pero eso cierra el paso a la literatura”.