Millás, Premio de les Lletres Valencianes: “Se escribe para reparar una pérdida, coser esa herida que no tiene sutura”

La Generalitat Valenciana homenajea al escritor Juan José Millás con el 35 Premi de les Lletres Valencianes. Coincidiendo con la semana en la que se celebra la efeméride de la publicación del Tirant Lo Blanc, el Gobierno autonómico quiere aportar singularidad a los premios, y reconocerá cada año, de forma alterna, a un autor en cada lengua cooficial de la Comunitat Valenciana.

En aras de esa singularidad, que es una reivindicación de las letras valencianes, el acto, celebrado en el Palau de la Generalitat, se ha celebrado en compañía del poema L'arbre vell, de Marc Granell, galardonado el pasado año, los versos de Maria Beneyto, Miguel Hernández, un pasaje la novela de Joanot Martorell y unos versos de De corpore insepulto, poemario del escritor galardonado, como muestra de su diversidad de estilos narrativos.

Millás, Premio Nacional de Narrativa y Premio Planeta en 2007 por El mundo, aborda en esta novela su traslado de Valencia a Madrid por cuestiones familiares. “Mi vida se dividió entre un antes y un después de Valencia”, de donde salió a los seis años con sus padres y sus hermanos hacia un barrio humilde de la capital. El escritor pasó “de una ciudad en la que éramos felices, íbamos a la playa los fines de semana, disfrutábamos de la luz, a un espacio muy hostil, Madrid de los años cincuenta, que era un suburbio feo, hostil, frío”.

El escritor recuerda, tanto en la aplaudida novela como en su discurso de este jueves, como su infancia más temprana en la ciudad lo marca. Dibuja la ciudad mediterránea como un espacio casi onírico, que desgranaría años después en el diván y expresa con ternura en la novela, guardando esa imagen en sus recuerdos, tras el descubrimiento psicoanalítico. La marcha de la ciudad es una herida en su biografía, que, en cierta medida, le invita a escribir. “Parece que sin esa pérdida es imposible ponerse a escribir, se escribe para reparar esa pérdida, coser esa herida que no tiene sutura”, reflexiona el escritor, aludiendo a una cita de Rosa Montero sobre el deseo de narrar.

Millás cuenta como, con cinco años, sueña que encuentra una moneda en la playa y le narra a su madre el episodio. Días después, en la arena, su madre le invita a probar suerte escarbando, y obtiene la recompensa soñada. “Salí a la vida con la idea de que los sueños se pueden realizar”, indica el autor, que posteriormente caería en que probablemente fuera su madre quién escondiera la moneda.

Ese episodio convierte la ciudad en un terreno de otra dimensión, que a la vez le impide regresar en muchos años: “Ninguna fantasía sobrevive al contraste con la realidad”, expresa. Pero al volver, la fantasía no había perdido su magia: “Sigue siendo un lugar que existe en mi imaginación, no se ha roto ese encanto”. Con la medalla, afirma, “se cierra en cierto modo un círculo por el que estoy muy agradecido”.

El autor ha recibido el galardón acompañado por la vicepreisdenta del Consell, Aitana Mas, que ha destacado la “interesante producción literaria” de Millás, y del president de la Generalitat, Ximo Puig, que ha puesto en valor el conjunto de su obra, con cerca de cincuenta libros escritos y miles de artículos publicados. Puig ha destacado la “fusión única” del estilo de MIllás. que “es la que quizás lo ha convertido en el mejor ‘escritor de periódicos’ de su generación”, siguiendo una tradición que “lo conecta con Larra, Camba o Pla” y que refleja “el pulso del periódico, la esencia de la literatura”.“La incultura está ganando espacio público y no lo deberíamos consentir”, ha sentenciado al president, poniendo como ejemplo la obra del autor.