Más de un centenar de municipios valencianos están en riesgo de inundación
Del mismo modo que parte de los métodos de prevención de incendios se realizan limpiando los montes en invierno, parte de la prevención de inundaciones tiene que ver con la limpieza de los barrancos en verano. Con el último temporal, que ha dejado inundaciones históricas en algunas comarcas, el senador de Compromís Carles Mulet ha afeado a la Confederación Hidrógráfica del Júcar el “lamentable estado” de los barrancos valencianos.
El representante valencianista reclamaba esta semana al ente que pusiera en marcha las tareas de limpieza antes de los primeros episodios de gota fría que cada año dejan daños en muchos municipios. La falta de limpieza, señala, pone en riesgo a la población.
“Que llueva como llueve no se puede evitar, pero hacer las actuaciones necesarias y previstas, para mitigar los efectos, sí que es una cosa que se podría hacer, y no se hace”, critica el senador castellonense. Según los datos de la coalición, hay 136 municipios valencianos en riesgo de inundación; 48 poblaciones con un riesgo alto y 88 con un riesgo mediano. Y enumera decenas de actuaciones del Plan Antirriadas que siguen sin ejecutarse, como el drenaje de la Rambla de Alcalà de Xivert, la Adecuación del Cuadro de Santiago (Benicàssim), la canalización del barranco Juan de Mora en Nules, la ampliación del desagüe del río Seco a Castelló, la derivación del barranco de la Saleta (Aldaia), el drenaje de la cuenca del Poyo (Parque Natural de la Albufera), acondicionamiento del río Turia, canalización del Carraixet, el Pla General de Inundaciones del Júcar, motes de defensa, el drenaje del río Vaca, el drenaje de la rambla Gallinera, del río Gorgos, la adecuación de los barrancos del río Girona, del barranco Hondo y la rambla de l’Albir, la adecuación del río Amadorio, las presas de Montesa, Sallent y Vilamarxant, el laminado en el Barranc Fondo y la recuperación de l'Estany de Cullera.
A principios del pasado julio, el comisario de Aguas de la entidad, Miguel Polo, se reunió con varios alcaldes de L'Horta Sud en Albal para avanzarles los nuevos mapas de peligrosidad, que reducen en un 60% el riesgo de inundaciones en barrancos y permite una mayor urbanización a los municipios. Los nuevos criterios y el mapa se sacaron a exposición pública el 19 de julio y el plazo dura 3 meses. En la reunión, el responsable de la CHJ señaló que hay medidas “no muy caras” que pueden poner en marcha los municipios para evitar estos riesgos, como los sistemas de “drenaje sostenible”.
El mismo estudio presentado a los alcaldes ponía de manifiesto que en los términos municipales de Alaquàs, Aldaia y Xirivella el riesgo de inundaciones es el mismo que hace dos décadas por la falta de actuaciones. “20 años después de una gran inundación, se diagnostica el problema y se reconoce que no se han hecho inversiones, pero ahora queremos que se priorice y que se aporten los recursos económicos necesarios para poner fin a esta reivindicación histórica”, reclamó el responsable.