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Música para el 'tridente' del cine mudo

Imagen de la película 'El acorazado Potemkin', presente en el ciclo de cine mudo de la Sala Russafa

Moisés Pérez

Valencia —

Combinar películas clásicas con la música más iconoclasta. Haciendo del riesgo su lema, la Sala Russafa ofrece a partir de esta semana un cóctel cultual agitado por su mezcla tan diferenciada. De un lado apuesta por recuperar varios de los filmes más clásicos del cine mudo; pero, por otro, esas películas estarán acompañadas de bandas que transitan por los caminos más rompedores de la nueva escena española. Una fusión de vanguardismo musical e historia del cine.

Con el nombre de 'Cine y Música (en vivo!)', el ciclo empezará el próxima día 15. La banda valenciana de electrónica experimental MKM será la que cree el ambiente musical idóneo para la proyección cinematográfica de 'Nosferatu', película muda de 1922 dirigida por Murnau y que está basada en la obra 'Drácula', escrita por Bram Stoker. MKM no pasarán por los escenarios de la Sala Russafa solos. El músico de las bandas Glamour y Comité Cisne, Remi Carreres, y el artista plástico, músico y performer Avelino Saavedra acompañarán como invitados especiales al grupo valenciano durante la actuación.

La segunda película que ofrecerá la sala será 'El acorazado Potemkin', un film rodado en 1925 del cineasta Serguéi M. Einsestein que homenajea a la revolución bolchevique de 1917. La música para uno de los clásicos europeos del cine mudo la pondrá Raisa. Se trata de una banda madrileña amante de la psicodelia y del rock experimental de tintes oscuros e industriales. De hecho, será su primera actuación en Valencia. La unión entre las imágenes del film de Einsestein y la notas afiladas del grupo de rock ya funcionó con éxito en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid. El 22 de enero será su turno.

La obra cinematográfica 'Fausto' completará el tridente de cine mudo que ofrece la Sala Russafa. Los veteranos de la escena valenciana La Muñeca de la Sal con su rock experimental será quienes pongan el hilo musical a la película que Murnau rodó en 1926. Los rasgueos de guitarras serán el complemento perfecto para un film de impactante estética expresionista que refleja una escalofriante bajada a los infiernos. El 29 de enero se realizará el último espectáculo de un ciclo innovador.

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