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ENTREVISTA

Àgueda Micó, candidata de Compromís-Sumar: “Ante la derecha haremos una defensa férrea del modelo plurinacional”

Àgueda Micó, cabeza de lista de Compromís-Sumar en Valencia para el Congreso de los Diputados.

Laura Martínez

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Àgueda Micó (L'Olleria, 1978) es la cabeza más visible del proyecto de Yolanda Díaz en la Comunitat Valenciana, en virtud de su acuerdo con Compromís. Secretaria general de Més Compromís y coportavoz de la coalición, la politóloga es uno de los liderazgos más consolidados y a la vez discretos de la formación. Feminista, ecologista y valencianista, lleva desde 2012 en el núcleo duro de la coalición.

Micó, cabeza de lista por Valencia de Compromís-Sumar, ejercerá de portavoz valenciana de la coalición, que tendrá autonomía plena de voto y discurso en la plataforma. La dirigente defiende las políticas impulsadas por el Gobierno del Pacto del Botánico y cree que son la mejor carta de presentación de lo que hace una “izquierda transformadora” en el poder. “Es importante que Sumar y los proyectos políticos plurinacionales tengan fuerza en estas elecciones; cuanta más fuerza tenga, más capacidad habrá de influir”, recalca la candidata, que sitúa la financiación autonómica como su prioridad política.

¿Por qué decidió dar el paso?

Creo que es necesario que haya una voz valenciana en Madrid. En Compromís siempre hemos representado eso. En estos momentos necesitamos que otras personas den ese paso. ¿Por qué no hacerlo una persona que representa a Compromís y el valencianismo político como yo?

Las negociaciones con Sumar y su entorno han sido complicadas. ¿Están satisfechos con el acuerdo?

La verdad es que sí. La comisión negociadora estaba conformada por cuatro personas que han hecho muy buen trabajo. Es un acuerdo que hace que lo que representamos y somos en Compromís esté totalmente claro en un pacto bilateral que hemos hecho con Sumar. Es algo que tenemos que dejar claro: hemos conseguido un acuerdo bilateral para concurrir juntos a unas elecciones generales que no implica nada más que eso. Es un acuerdo, no una confluencia, en el que Compromís marca su mensaje político, su agenda política, tiene sus candidatos y candidatas y llevará su política, como ha hecho siempre que ha colaborado con otras fuerzas políticas que no son de estricta obediencia valenciana. Estamos contentos porque lideramos el espacio del valencianismo político y habrá una voz que defienda los intereses valencianos en el Congreso.

Hacen mucho hincapié en la bilateralidad y en que no son una confluencia. ¿Por qué es tan importante recalcarlo?

Porque es la realidad. Y porque para nosotros es importante que quede claro. Compromís somos una coalición, llevamos juntos más de 12 años, hemos concurrido a elecciones generales y europeas con otras fuerzas políticas y siempre hemos mantenido nuestra autonomía política y nuestro proyecto propio. Y ahora, una vez más, como cada vez que pactamos con otra fuerza política, no sé si por el espacio mediático o la visión hegemónica estatal que puede negar la plurinacionalidad del Estado español, parece ese espacio de colaboración entre un proyecto político que existía antes de Podemos, de Sumar, las confluencias o el 15M, y que existirá después, es importante remarcar que representamos ese espacio propio porque somos un proyecto político valencianista, ecologista, de izquierdas, feminista, que no tiene mucho que ver con otras realidades políticas de otros territorios.

¿El acuerdo garantiza la voz valenciana en el Congreso?

Sí. El primer paso es buscar el grupo parlamentario propio. Sabemos que no es fácil porque depende de la interpretación que haga la Mesa del Congreso. Hemos acordado que si tenemos los diputados necesarios lo pediremos. Si no puede ser, hemos acordado que tendremos autonomía en el grupo parlamentario en el que estemos. Hablamos de que pueda haber un subgrupo valenciano u otras vías que permitan la autonomía, como hasta la fecha hemos hecho en el Congreso. Mientras Compromís tenga presencia la voz valenciana está garantizada. No vamos a diluirnos en ningún caso. Al final la coalición con Sumar es con muchas fuerzas -CHA, Drago, Más País...-, nosotros hemos compartido grupo parlamentario con Más País o BNG en el grupo mixto y estamos acostumbrados, es una cuestión de respeto y autonomía.

¿Implica votar separados algunas cuestiones?

Obviamente. Compromís siempre votará atendiendo a los intereses de los valencianos. En el protocolo que hemos firmado indica que en las cuestiones valencianas tendremos la capacidad de influir en el resto de compañeros para que voten junto a Compromís estas medidas.

Por ejemplo, en el tema de la financiación autonómica puede haber intereses distintos o contrarios en el espacio que conforma Sumar. ¿Puede darse que ustedes firmen una proposición de ley, que los diputados apoyen el registro y luego no la voten?

Puede darse cualquier cosa, nosotros defenderemos nuestro proyecto político y nuestro programa. Sobre la financiación autonómica, creo que hay una cuestión básica: si hemos de repensar el Estado hacia un modelo plurinacional, que es algo que compartimos todos los partidos que hemos pactado esta coalición, los territorios debemos tener más financiación, es un punto de acuerdo que compartimos con la gente de las islas, de Aragón o de Madrid. Son las comunidades autónomas las que tienen la capacidad de incidir sobre la vida de las personas porque son las que tienen las competencias más importantes. Es una cuestión que vendrá durante la legislatura.

Ustedes ya tienen experiencia negociadora con otras fuerzas políticas. En 2016, tras el pacto con Podemos, tuvieron algunos problemas. ¿Con Sumar ha sido distinto?

Los negociadores nos han trasladado que ha sido una negociación muy franca, seria y educada. Todos han puesto sobre la mesa las cartas que tenían que jugar. Creo que Sumar ha entendido que Compromís somos un proyecto político que no tiene que ver con otros, ni por fortaleza, por trayectoria ni por el componente valencianista. El acuerdo respeta lo que somos y representamos. Nuestros negociadores nos han trasladado que hemos tenido un buen acuerdo, que ha aprobado más del 90% de la militancia, y que en las formas ha habido mucho respeto y sintonía. Creo que es importante a la hora de trabajar en el Congreso.

En Podemos han insistido en que había vetos a su candidatura. ¿Plantearon eso?

En ningún caso. Somos un partido serio. Hemos hecho una negociación bilateral para Sumar, no entramos ni en sus candidatos ni en sus pactos, ni Sumar entra en nuestros candidatos o en cómo elaboramos los proyectos políticos.

¿Y cree que Irene Montero sería una buena candidata?

Es algo que deben resolver ellos. Si para nosotros es importante el respeto entre formaciones, no entraremos a valorar el pacto entre Sumar y Podemos. El pacto que firmen será el que asumamos.

¿Viendo los perfiles de los cabezas de lista de la derecha y la extrema derecha en la Comunitat Valenciana al Congreso le preocupa que su perfil choque con el de González Pons, Gil Lázaro o Flores Juberías?

Creo que cuánto más claro, mejor. Si hablamos de intereses valencianos o de qué modelo social queremos es totalmente opuesto. Creo que está bien confrontar modelos y que la gente vea realmente qué representamos unos y otros. Tanto que dice el PP que quiere defender los intereses valencianos, en el preacuerdo [el texto de cinco líneas suscrito el martes] no se menciona la financiación, es una oportunidad perdida, cinco ejes donde no aparece una cuestión clave para cualquier gobierno. Quien quiera gobernar en condiciones necesita los recursos. Comienza con mal pie. Y si continúan haciendo como siempre, olvidarse en Madrid de que han sido elegidos por los valencianos, tenemos un problema grave. Si queremos un cambio de modelo o que se nos paguen los 800 millones de euros de la atención sanitaria a desplazados de otras comunidades autónomas y no van a ser capaces de defender la atención primaria o la educación pública, yo quiero confrontar con ellos, sacarles las vergüenzas que se esconden en la política estatal. Yo voy a Madrid a trabajar por los valencianos; ellos no utilizan su acta para eso. Es la diferencia entre otros partidos y Compromís.

La última campaña de las municipales y autonómicas se desarrolló en clave estatal; usted en esta remarca los temas valencianos. ¿Cómo ve esta campaña?

Nos gustaría que todas las campañas fueran del País Valenciano. Pero en la campaña de las autonómicas y locales no hemos podido marcar agenda, no se ha hablado de la Generalitat Valenciana ni los ayuntamientos, y ahora quieren hacer lo mismo. Los 33 diputados que elegimos deberían comprometerse con la gente de aquí. Y algo clave es la financiación, sin eso no se pueden desarrollar políticas.

¿Qué agenda van a impulsar en el Congreso? ¿De qué habla cuando habla de agenda valenciana?

La cuestión básica es la financiación autonómica. A partir de ahí, planteamos la transferencia de competencias en cercanías, la mejora de las inversiones para una movilidad pública y de calidad; ahí hablamos de cercanías de Alicante, el tren de la costa... Debemos hablar de dependencia, de poder desarrollar la ley a través de las transferencias del Estado, poner sobre la mesa las macroplantas fotovoltaicas y su impacto territorial. Para nosotros es fundamental que el desarrollo sostenible no se dé a costa del territorio, y ahí también es fundamental abordar la ampliación norte del puerto de València, que está en la política estatal. Cogemos las cuestiones relativas a las necesidades de los valencianos: la atención primaria, con la deuda, cercanías, inversiones, lucha contra el cambio climático, una transición energética bien hecha, dependencia... Queremos ser la voz valenciana para que sea posible.

¿Pero también tienen otros intereses comunes con sus compañeros, no?

Lo hemos hecho siempre. De hecho, Compromís siempre ha dado apoyo a las políticas sociales como la reforma laboral o la subida de las pensiones. En muchas políticas hemos ido por delante. Por ejemplo, la ley trans que aprobamos en 2017 en las Corts Valencianes; el debate sobre las 32 horas o cuatro días semanales de trabajo... En temas de Educación, nuestros compañeros en el Gobierno nos dicen que otros territorios han preguntado cómo lo han hecho. La transformación del Gobierno del Botánico ha venido de la mano de la Conselleria de Políticas Inclusivas, de Educación y de Economía Sostenible, las tres lideradas por Compromís. Las políticas que Joan Baldoví ha apoyado en el Congreso son las que estábamos haciendo en la Comunitat Valenciana. Queremos ir hacia adelante en muchas políticas, sobre todo en financiación y en el modelo plurinacional del Estado. Frente a la derecha reaccionaria, que quiere acabar con los derechos de las mujeres, de las personas trabajadoras y la mayoría social, con la diversidad cultural del Estado español, deberemos hacer una defensa férrea de un nuevo modelo plurinacional en el que los valencianos nos sintamos cómodos, no una colonia.

¿Cómo han visto el acuerdo exprés entre PP y Vox y sus cinco puntos?

Es un mal acuerdo para los valencianos. Carlos Mazón comienza mintiendo, marcó líneas rojas, dijo que no pactaría con la extrema derecha y lo primero que ha hecho ha sido cerrar un acuerdo con Vox. Ha tenido la oportunidad de fijar en los cinco ejes la necesidad más básica, la financiación, así que parece que no tienen interés en ese papel. Pensamos que un gobierno de coalición PP-Vox va en contra de las mujeres. ¿Quién va a defender a las víctimas si están pactando con negacionistas? ¿Quién va a luchar contra el cambio climático si van a gobernar personas que lo niegan? ¿Cómo vamos a hacer para que la mayoría de personas vivan bien si lo que quieren es que el negocio en sanidad y educación vuelva? Es una mala noticia y empieza con una mentira.

Cuando se presentó a dirigir Més Compromís habló de las políticas sociales como antídoto a la extrema derecha. Parece que las elecciones generales se van a plantear en esa dinámica, un modelo contra otro. ¿Para Compromís, son una segunda vuelta de las elecciones autonómicas?

No me gusta hablar en esos términos, supongo que porque soy politóloga. Es caer en el marco que la derecha ha querido imponer, que las elecciones autonómicas y municipales tenían que servir para echar a Pedro Sánchez. Estas elecciones no son una segunda vuelta de nada. Son unas elecciones generales en las que votaremos los ciudadanos del Estado español si queremos un Gobierno de derecha reaccionaria, convertir el Gobierno en un negocio a favor de los intereses de las multinacionales y sus amigos, una bajada de impuestos que solo beneficia a quienes más tienen e impulsar la precariedad de la mayoría social. Además, haciéndolo desde la reacción más dura contra las políticas que hemos hecho para que las mujeres estemos en un ámbito más igualitario, las personas LGTBI, las personas migrantes... La derecha va a intentar que los últimos y los penúltimos estemos peleándonos mientras garantizan los intereses de las grandes empresas. Es una batalla política, cultural y en contra de la diversidad, la pluralidad y el respeto.

¿Elegir entre un Gobierno de derecha reaccionaria o... ?

Entre eso o un Gobierno que puede representar lo que hemos hecho aquí. Cuanta más fuerza política tengan Compromís y los partidos que hemos conformado Sumar, más capacidad habrá de hacer las políticas transformadoras que hemos hecho desde el Gobierno del Botánico. Cuando el PSOE tiene mayorías absolutas ya sabemos lo que hace. En cambio, en el País Valenciano hemos visto lo que hace una fuerza transformadora de izquierdas, ecologista y feminista en el Gobierno. Por eso es importante que Sumar y los proyectos políticos plurinacionales tengan fuerza en estas elecciones; cuanta más fuerza tenga, más capacidad habrá de influir en un Gobierno transformador. Apelo a las políticas del Gobierno del Botánico, son un buen ejemplo.

¿Qué lectura hacen de los resultados autonómicos?

No hemos tenido capacidad de marcar la agenda política. Al ir a votar, la pregunta no era si uno vive mejor que hace ocho años, si hay menos paro o mejores escuelas; se ha preguntado si es buena o no la ley del sí es sí, si hay más o menos etarras en las listas de Bildu, si Ayuso es la mejor oposición a Pedro Sánchez... Y eso es un problema nuestro. Compromís en particular y el Gobierno del Botánico en general no hemos tenido capacidad de marcar agenda política. Nos lo debemos replantear. También es importante hablar de movilización: se ha movilizado más el electorado de derechas y no el de izquierdas, y tenemos que resolverlo. Hemos fallado en movilizar al electorado.

Deja la secretaría general de Més para ser candidata al Congreso. ¿Qué ocurre ahora?

Cuando pasen las elecciones convocaremos un Consell Nacional de Més Compromís, que toca por estatutos. La Ejecutiva tiene que hacer una propuesta de secretaria general. Yo propuse a Amparo Piquer, actualmente secretaria de organización. Por plazos, nos tocaba un congreso en 2024, que se alteró por la pandemia y por los ciclos electorales. Queremos convocar ese congreso y queremos plantearnos seriamente dar un paso muy grande en el conjunto de Compromís. Compromís ha demostrado que tiene la capacidad de representar un valencianismo político, ecologista, feminista y de izquierdas, que ha aguantado el tsunami de la derecha y puede ser la alternativa al PP en 2027. Tenemos el mejor grupo parlamentario, la oportunidad de reforzar la posición en el Congreso de los Diputados, una militancia muy activa... Tenemos todos los ingredientes para ser la alternativa al PP.

¿Y eso qué significa?

Ir a por un proceso constituyente de Compromís. Es una cuestión orgánica.

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