El PP de Orihuela rompe con Casado y elige un candidato alternativo al actual alcalde por estar siete años cobrando sin trabajar
La agrupación local del PP de Orihuela ha acordado que el candidato del partido conservador a la alcaldía del municipio para el próximo 26 de mayo sea Dámaso Aparicio y no el actual alcalde Emilio Bascuñana, la apuesta del presidente nacional Pablo Casado. La elección de los populares oriolanos se basa en el escándalo que destapó eldiario.es y que ha acabado en una investigación de la Conselleria de Sanidad que acusa al político del PP de haber cobrado durante seis años sin acudir a trabajar a su puesto de asesor en la dirección territorial de Sanidad entre los años 2007 y 2014.
Entienden en la agrupación local que la candidatura de Bascuñana podría ser una bomba de relojería puesto que la oposición en el consistorio de PSOE y Cambiemos Orihuela están esperando a que se nombre al alcalde como candidato para presentar una querella contra él por su incomparecencia laboral. Las explicaciones de Bascuñana no han convencido en el partido y temen que la campaña acabe centrándose en el pasado del candidato. Mientras, la Conselleria de Sanidad continúa con su investigación interna.
El escándalo sobre el pasado de Bascuñana como asesor nombrado por el PP no ha afectado a la decisión de Pablo Casado, que quiere imponerlo como candidato contra el criterio de la mayoría de militantes de Orihuela. Además, esta alianza de Casado también evidencia las tensiones entre el líder nacional y el PP autonómico. Teodoro García Egea tenía previsto acudir a Orihuela el lunes 4 a refrendar a Bascuñana como candidato.
El equipo de Isabel Bonig, que ha tenido en este caso como delegada a su número dos, la oriolana Eva Ortiz, se niegan a que sea Bascuñana el candidato. En la dirección entienden que un candidato con esta sombra sobre su pasado será un blanco fácil para la oposición. Una denuncia bien fundamentada podría enfangar la campaña electoral, máxime cuando la dirección de Bonig quiere distanciarse de los casos de corrupción de las etapas de Francisco Camps y Eduardo Zaplana.
Las reuniones a tres bandas entre Génova, Valencia y Orihuela se han sucedido en las últimas semanas pero no se se ha llegado a ningún acuerdo. De hecho, pese a ser un municipio de más de 80.000 habitantes, a 1 de marzo todavía no se ha propuesto al candidato.
Orihuela es una enclave estratégico para el PP porque lidera la comarca donde más distancias sacan los conservadores a la izquierda. Es más, tras la debacle popular de 2015, Orihuela fue el mayor ayuntamiento gobernado por el PP hasta la dimisión del acalde socialista de Alicante.