Plantas aéreas en casa: qué son y cómo cuidar de la planta de moda

Tillandsia o clavel de aire.

Eva San Martín

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Si no quieres renunciar a los beneficios de vivir entre plantas, pero has matado (que confieses) tres en el último mes, aquí va una solución perfecta: las plantas aéreas. Botánicamente conocidas como Tillandsia, las plantas aéreas son muy sencillas de mantener vivas, y requieren menos materiales y espacio que sus compañeras con hojas y raíces reales: ¡de hecho, no necesitan tierra!  

No es extraño que las plantas aéreas estén por todas partes, y que campen a sus anchas en Instagram (revisa las etiquetas #airplant o #tilladsia, si buscas inspiración) Y es que puedes colgarlas de un imán en la nevera o de un cable. Hasta de un corcho colocado en la pared. Es más: pueden ocupar casi en cualquier rincón de tu casa, siempre que respetes estos sencillos consejos para hacerlas feliz.

¿Pero qué son las plantas aéreas? (y por qué son estupendas para un salón)

Originarias de México y Sudamérica, las plantas de género Tillandsia (hay unas 650 especies) tienen la asombrosa capacidad de absorber el agua y los nutrientes que necesitan del aire. Este superpoder vegetal se lo deben a unas escamas peludas y pequeñas (técnicamente, llamadas tricomas) que tienen en sus hojas; y que resultan muy eficientes en la tarea de atrapar el agua y las partículas que flotan en el aire.

Y aquí va otro palabro: las plantas de aire son epífitas; lo que significa que crecen de forma natural apoyadas en otras plantas o colgadas de los árboles; y, también, que tienen pocas raíces (si es que tienen alguna). Por eso, si te preocupa llenar el salón de tierra, una planta área será tu compañera vegetal de piso perfecta. 

 De hecho, la única función de sus diminutas raíces es la de servir de anclaje, y ayudarla a adherirse a otras plantas o superficies sólidas para tener acceso al aire y a la luz que sí necesita. Y este es otro motivo de peso para meterla en tu salón: la Tilladsia no necesita maceta para crecer, por lo que vivirá feliz incluso en un salón diminuto, y se adapta de maravilla a los espacios reducidos de los apartamentos urbanitas. [Aquí te contamos cinco trucos para alargar la vida de tus plantas de interior.]. 

Plantas aéreas en casa: ¿cómo cuidarlas para que vivan felices?

Ahora bien, que su nombre no te lleve a engaño: por mucho que se la conozca como planta aérea o del aire, la Tillandsia no “vive del aire”; y necesita agua, sobre todo, si vives en una zona cálida en verano o pones la calefacción en invierno (o ambas cosas): lo que reduce la concentración de humedad en casa. 

 El truco para que tu planta aérea viva feliz: una vez a la semana, sumérgela en agua (por ejemplo, en el fregadero o en el lavabo) durante una hora. Después, dale la vuelta, colócala en un colador y deja que tu planta se seque y escurra por completo toda el agua sobrante. O, más sencillo todavía, utiliza el escurreplatos.

Otro malentendido: colocarla en una habitación húmeda, como el baño, basta para que tu planta aérea sobreviva. No es cierto: por mucho que el baño acumule humedad cuando te duchas, no suele resultar suficiente para una planta aérea. Por lo que tu Tilladsia aún agradecerá ese remojón semanal.

Ahora bien: si no quieres mover tus plantas de sitio, y te parece un engorro tener que colgar y descolgar la Tilladsia que tienes en el baño, puedes pulverizarla con agua: eso sí, intenta hacerlo a diario. [Hace un tiempo te contamos por qué las hojas de tus plantas se ponen amarillas, y los trucos para resolverlo, y que recuperen su color].

¿Y qué luz necesita la Tillandsia?

En esto la Tilladsia sí se parece a la mayoría de tus otras plantas: porque prefiere vivir en un sitio luminoso, cerca de una ventana que mire al este o al sur, pero sin achicharrase. Es decir, respetando la distancia de entre uno y dos metros de la ventana que hace feliz a la mayoría de las plantas. 

En verano, si la colocas a pleno sol, tu pequeña Tilladsia te lo hará saber: y se quejará, retorciendo y encogiendo sus hojas; que además adquirirán un tono más plateado de lo habitual. Por último: no te olvides de darle de comer, y añade (de vez en cuando) un poco de fertilizante para suculentas en el agua cuando les toque el baño. Eso, y nada más: así de sencillo es hacer feliz a tu planta área.

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