Trucos para multiplicar tus cactus y hacerlos eternos

¿Cuál es el mejor suelo para mis cactus y plantas suculentas?

Eva San Martín

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Las células vegetales son asombrosas: un día pueden ser una hoja, pero si eso no les funciona bien, pueden fácilmente transformarse en una raíz o en un tallo. Puede sonar extraño, pero para las plantas no lo es, en absoluto: se conoce como reproducción vegetativa, y los cactus resultan especialmente hábiles en esta tarea.

Si un cactus pierde un trozo de su cuerpo, no le supondrá mayor problema: tanto si pierde un segmento (como los del cactus oreja de conejo, Opuntia microdasys o el Opuntia humifusa) como si se trata de un trozo de su tallo, con un poco de ayuda, este puede rápidamente transformarse en una nueva planta, con raíces propias.

Además, multiplicar un cactus es una tarea facilona, apta para cualquiera que acabe de aterrizar en el mundo de las plantas. ¿Otro motivo para intentarlo? De un único cactus que te haya costado, pongamos, 9 euros, puedes obtener plantas gratis por valor de varios cientos de euros; suficientes como para llenar tu casa de verde, y regalar. 

¿Cuándo es la mejor época para multiplicar un cactus?

Aunque puedes multiplicar tus cactus en cualquier época del año, el mejor momento para coger esquejes o cortes es el verano y durante los meses de primavera, cuando se encuentra inmerso en su época de crecimiento. [¿Quieres que tus cactus se pongan enormes? Aquí tienes los trucos.]

Aunque puedes obtener buenos resultados hasta bien entrado octubre. Es tan útil: tanto si rompes, por descuido, un trozo de un cactus como si te has pasado con la regadera, y tu habitante vegetal del desierto se queja y lo demuestra marchitándose, una multiplicación de emergencia puede convertirse en el mejor rescate.

Paso 1. ¿Quieres multiplicar un cactus? Coge tenazas o tijeras

Los cactus con segmentos, como las características orejas con pinchos del cactus de oreja de conejo del que hemos hablado, resultan los más sencillos de multiplicar. Solo necesitas armarte con unas pinzas o tenazas de cocina o, si no tienes, ponerte unos guantes gruesos, y arrancar una de las orejas.

No te confíes: por muy inofensivas o pequeñas que te parezcan esas espinas, pueden resultar muy dolorosas. Ahora bien, si tienes un cactus rechoncho, como el Echinopsis oxygona, que genera multitud de pequeños brotes laterales; o el adorable Escobaria vivipara, cuya superficie está, por completo, cubierta de finas espinas (y, cuando florece, nos regala unos capullos morados que quitan el aliento), te resultará más fácil cortar desde la base. 

Es decir, intenta cortar o dividir una cabeza individual al nivel del suelo. Para ello, haz un tajo recto y lo más limpio que seas capaz con un cuchillo bien afilado. Ahora bien: si tienes un cactus que crece a lo alto, formando una suerte de columna, necesitarás cercenar por arriba, un buen trozo de su cabeza. 

Este truco te vale también cuando tienes un cactus mustio, o que empieza a pocharse en la base: corta sin miedo su cabeza, y quédate con la parte sana. [Aquí tienes los trucos para multiplicar la albahaca del súper, y hacerla casi eterna.]

Paso 2. Deja el cactus en un plato para que cicatrice

Ahora, tumba tu trozo de cactus en un plato: necesitas que el corte cicatrice; es decir, debe formarse un callo, para proteger su carne fresca y repleta de humedad. Y esto ocurre cuando dejas tu trozo de cactus al aire.

Puede llevarte unos días o solo 24 horas, si lo haces ahora, cuando todavía hace bastante calor. Pero también puede llevarte unas semanas, si la superficie es más grande, o lo haces una vez que pase en verano.

Paso 3. Mete tu cactus en una maceta, tumbado o erguido

Una vez que tengas el callo o la dureza formada, puedes colocar tu trozo de cactus sobre la tierra, en una maceta pequeña. Como te contamos hace unas semanas, los cactus necesitan un sustrato que drene muy bien, ya que sus tejidos se pudren con facilidad si se encharcan. 

Puedes utilizar un sustrato especial para cactus, o añadir gravilla de jardinería a tu sustrato universal (al menos, una parte de grava por cada parte de sustrato). Riega bien, y asegúrate de que tu maceta drena fácilmente. En caso contrario, prueba a añadir cinco partes de gravilla por una de sustrato o compost.

Coloca los cortes de cactus tumbados o en vertical; pero si tu cactus original está erguido, colócalo de pie, en posición vertical. Riega bien, y no vuelvas a coger la regadera hasta que la tierra esté completamente seca. Y deja tu maceta en un lugar luminoso, pero alejada del sol directo.

¿Y cuánto tiempo espero para que salga el nuevo cactus?

En verano, puedes tener una nueva planta en apenas unos días; pero, sin tanto calor, puede llevarte algo más, incluso varios meses. No desesperes: sabrás que tu cactus ha agarrado cuando lo sientas firme. O cuando le des la vuelta a tu maceta, y asomen sus raíces por el agujero. ¡Buena suerte!

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