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¿Por qué la tasa de abandono de perros en España es tan vergonzosamente elevada?

Varios perros en un box del centro de adopción de València

Inés Aguerri Alonso

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Según el estudio “El nunca lo haría” de la Fundación Affinity, 167.656 perros fueron recogidos por refugios y protectoras de animales en 2021 tras ser abandonados, una media de 460 perros cada día.

El 34% de esta cifra son llevados a las protectoras expresamente por los particulares, mientras que el 66% son encontrados en la calle, lo que supone, además de un tipo de maltrato cruel, un delito. 

Las cifras no mejoran respecto a 2020, pues ha habido un aumento del 3,5% en abandono de perros, aunque lo cierto es que todavía este porcentaje se sitúa por debajo de los datos observados en los años anteriores a la pandemia. Aun así, los abandonos continúan y los motivos por los que se llevan a cabo son variados, a pesar de las medidas existentes para evitarlo.

Como consecuencia, nuestros amigos peludos acaban malviviendo en las calles, en una perrera municipal, muriendo atropellados o, con la mejor de las suertes, siendo rescatados por Entidades de Protección Animal para intentar comenzar una vida con una nueva familia, acarreando, aun así, los posibles traumas que conlleva el abandono. 

Principales motivos del abandono de perros

1. Camadas no deseadas

Representan, según el estudio, el principal motivo de abandono con un 21,2% de los casos. Aunque esta situación es más notable en gatos, desde la experiencia de la protectora zaragozana Zarpa, aseguran que “ya sea por descuido o dejadez es muy habitual acoger hembras con camadas indeseadas, pero normalmente son perras de pueblos pequeños que alimenta la gente a su llegada y que nos avisa cuando hay más bocas que alimentar”.

2. Fin de la temporada de caza

Que el 13,4% de los perros sean abandonados tras la temporada de caza es una cifra alarmante teniendo en cuenta que los canes que participan en esta actividad solo suponen una pequeña parte de los casi siete millones que viven en España.

Como explica Beatriz Menchén, vicepresidenta de la asociación La Voz Animal, “los galgos, podencos y otros perros de caza son las razas más abandonadas: al terminar la temporada ya no les sale rentable mantenerlos, no sirven para cazar o simplemente ya no los quieren”. En ocasiones también se extravían por miedo a los disparos o acaban siendo maltratados o sacrificados.

3. Problemas de comportamiento e irresponsabilidad de los propietarios

En la tercera causa de abandono según el estudio, se hallan los problemas de comportamiento (13,1%), a pesar de que estos, la mayoría de las veces, pueden solucionarse con paciencia y ayuda veterinaria. La irresponsabilidad de sus propietarios los lleva a adoptar un perro sin pararse a pensar si pueden darle o no una buena calidad de vida.

Así, acaban por abandonarlos por diversos motivos:  “muerde, rompe cosas, ladra, me mudo, tengo alergia, trabajo mucho y no me puedo ocupar de él, me he echado una nueva pareja, he tenido un hijo, mi padre ha entrado a la residencia y no quiero hacerme cargo de su perro…”, explican desde La Voz Animal. 

La compra impulsiva y la venta de perros también está muy relacionada con el abandono. Por ejemplo, en Navidad en ocasiones se regalan muchos perros por moda o capricho que acaban siendo posteriormente abandonados. Lo mismo ocurrió después de la pandemia, cuando aumentó el número de adopciones para meses después presentar un pico de abandonos. 

Posibles medidas para evitarlo

1. Concienciación y educación

Educar y concienciar a la población es imprescindible, tanto que se podría decir que ya es una asignatura obligatoria en el instituto, pues el Real Decreto 217/2022 establece que la Educación Secundaria Obligatoria deberá desarrollar en sus alumnos capacidades para “valorar críticamente los hábitos sociales relacionados con la salud, el consumo, el cuidado, la empatía y el respeto hacia los seres vivos, especialmente los animales, y el medio ambiente, contribuyendo a su conservación y mejora.”

Según su propia experiencia, en Zarpa han comprobado que “en las grandes ciudades ya hay una gran concienciación sobre este tema, por eso quizás haya que hacer mayor hincapié en zonas donde el tener un perro no es algo recreativo, sino funcional”. 

2. Microchip

La función principal del microchip es asociar los datos del perro con los de su propietario, para que esté bajo su cuidado y pueda devolverse en caso de extravío. De hecho, según Affinity, “el 60% de los animales recogidos que llevaban microchip pudo ser devuelto a sus familias”. 

A pesar de que por ley es obligatoria su implantación, no todos lo llevan. El 89% de la población general de perros está identificada, pero solo el 28,3% de los 167.656 que llegaron en 2021 a los centros de acogida españoles lo llevaban incorporado. 

3. Esterilización

La mayoría de cachorros recogidos en refugios provienen de camadas no deseadas, lo que podría controlarse a través de la esterilización. Según La Voz Animal, “los segundos tipos de perros después de los de caza que más se abandonan son los de fincas y guardianes, mayormente perros pastores y mastines”.

“No los esterilizan ni les ponen chip y van teniendo muchas camadas que también son abandonadas”. Además de evitar la sobrepoblación de animales de compañía, según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los animales, “esterilizarlos les hace vivir una vida más larga y sana, ayudando a prevenir las infecciones uterinas y el cáncer de mama y testículos”.

La ley y sus sanciones

Ya hace un año que la Ley de Protección Animal reconoció a los perros y gatos como “seres vivos dotados de sensibilidad”. Su abandono está sancionado por la ley desde 2015 y las sanciones, que varían según cada Comunidad Autónoma, pueden alcanzar los 45.000 euros y la pena de prisión. 

En ocasiones, debido a la falta de identificación es muy complejo demostrar la procedencia y el propietario del perro, haciendo más difícil la aplicación de dichas sanciones. Desde Zarpa, consideran que “somos las asociaciones sin ánimo de lucro las que estamos paliando un problema que sólo puede ser resuelto por las autoridades”.

“Aun así, muchas veces son los propios ayuntamientos los primeros en incumplir la ley vigente: en muchos casos hacen caso omiso a nuestros avisos de animales abandonados, ya sea por falta de interés o de medios”. 

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