La danza reivindica su universalidad a voces

La danza no enmudece ni ante Shakespeare y Cervantes. En plena resaca del Día Internacional del Libro, el mundo se prepara hoy para encerar las zapatillas de baile y reivindicar su estatus cultural. Profesionales, compañías y amateurs se reúnen para entonar un grito de guerra que llegue hasta los reductos más escépticos con esta disciplina.

Es un secreto a voces que la danza es la especialidad más azotada por la crisis y el desinterés del público. El último barómetro, a cargo del Consejo Superior de Deportes y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), situó a la danza en el último puesto en cuanto a las preferencias culturales de los españoles, por detrás del arte, la pintura y la fotografía. Pese a que el estudio revela que esta actividad no interesa en absoluto a casi la mitad de los encuestados, no recoge las pronunciadas desigualdades que existen entre sus ramas.

Pero este descuido es consecuencia directa de la poca visibilidad que tienen los espectáculos de baile en comparación con los musicales, artísticos o cinematográficos. España está viviendo una fuga de talentos continua desde hace varios años, pues las generaciones de bailarines prodigiosas que se forman en suelo nacional terminan por dejar huella en el extranjero. Una buena muestra de ello es la española Tamara Rojo, que ha regresado a su país natal para representar en los Teatros del Canal Le Corsaire, el nuevo espectáculo del English National Ballet.

“En Inglaterra hay más mecenazgo que patrocinio. Es una cuestión beneficiosa para las empresas porque es un cambio, nosotros les damos nuestro prestigio social y ellos nos dan su dinero”, afirma Rojo, directora artística de la compañía británica. Unas ayudas que están a años luz de las ofrecidas en España ya que, ante las carencias del sector público, es necesario un respaldo de las instituciones privadas, por ahora inexistente.

La peligrosa línea entre el mecenazgo y la privatización

Paradójicamente, la partida de los Presupuestos Generales del Estado para 2014 destinada a la danza y el teatro aumentó un 25%, de 68,46 millones a 86,16. Lo que denuncian Tamara Rojo y otras personalidades del sector es que ya que este dinero público se destina a unos teatros muy específicos (Teatro Real, Gran Teatre del Liceu, Teatro de la Maestranz y Palau de les Arts), es imperativo que algunas empresas privadas solventes se impliquen -desinteresadamente- en el universo de la danza.

Al hablar de financiación privada se corre el peligro de entrar en el terreno farragoso de la privatización. Si bien es cierto que el sector de la cultura busca su supervivencia a través de mecenazgos y patrocinios, las administraciones públicas, como el Ayuntamiento de Madrid, quieren dejar su gestión íntegra en manos privadas.

Esta gestión opaca se personaliza en una empresa que está llevando a los espacios culturales de la capital por la calle de la amargura: Madrid Destino. La empresa municipal absorbió el pasado octubre a las sociedades públicas encargadas de la gestión cultural en Madrid y dos meses después dio un giro de 180º a su modelo de financiación. “Madrid Destino migrará desde un modelo de financiación mayoritariamente mediante subvención (transferencias corrientes procedentes del Ayuntamiento) hacia un modelo empresarial de ingresos vía aportación de los socios del sector privado y de otras entidades, así como la prestación de servicios o venta de productos”, rezaba un documento al que tuvo acceso eldiario.es.

Y aunque esto no debería afectar a la programación cultural de los teatros, la realidad es otra y tanto el Teatro Fernán Gómez como el Teatro Madrid vieron inexplicablemente cancelados algunos ciclos de danza y teatro. Desde el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), dependiente del Ministerio de Cultura -y beneficiario de su partida-, no han querido pronunciarse acerca de la financiación de sus homólogos privados.

Un imperativo Día de la Danza

Apadrinados por Jean-Georges Noverre, los bailarines celebran su día el 29 de abril en conmemoración al nacimiento del maestro. Un día que se institucionalizó por la Unesco en 1982 por primera vez. Hace apenas una semana vimos un despliegue de rosas y librerías ambulantes hasta en la zona más recóndita de España por el Día del Libro. Hoy, la oferta es reducida pero también muy reivindicativa.

El domingo y el lunes comenzaron los prolegómenos en el Museo Reina Sofía y en el Real Conservatorio Profesional de Danza Mariemma. En la sala del Guernica del primero tuvieron lugar Los asaltos de la danza, una iniciativa propuesta por la Asociación de Profesionales de la Danza en la Comunidad de Madrid y la Asociación Cultural por la Danza, que buscaba convertir en una pista de baile los lugares más inverosímiles. Este tipo de “asaltos” ya se llevaron a cabo en su día en el Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos y en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad.

En la I jornada sobre danza española, que se celebrará en la sede del conservatorio de Mariemma, participarán el director del BNE (Ballet Nacional de España), Antonio Najarro, y responsables de compañías privadas como Aida Gómez, Eugenia Eiriz y Miguel Ángel Rojas y Carlos Rodríguez. Una reunión reivindicativa ante el “inquietante momento” que vive la profesión, amenazada por la escasa programación y difusión que sufre la danza española.

Los Teatros del Canal de Madrid se suman a la celebración con Danzas súbitas, microdanzas creadas para la ocasión por diversas compañías, que se podrán ver la mañana del 29 desde las 11:30 h. Esta actividad de entrada libre, se realizará a lo largo de tres visitas.

Siente el vestuario del BNE es la propuesta del Ballet Nacional de España para la celebración de su día internacional. La iniciativa del conjunto de Antonio Najarro consiste en un desfile los bailarines de la compañía, que vestirán los 130 trajes más emblemáticos de las coreografías de su historia. La muestra tendrá lugar en La Central de Diseño del Matadero (Paseo de la Chopera, 14) en dos sesiones a las 19 h y 21 h.

Las celebraciones tendrán un bello broche el fin de semana en El Conservatorio Superior de Danza de Madrid de la Resad. Su apuesta radica en una serie de espectáculos que culminará con una gala homenaje para la directora María de Ávila y el coreógrafo y bailarín Tony Fabre, recientemente fallecidos. Las coreografías estarán orquestadas por Elías Aguirre, Ester Carrasco, Nacho Duato, Itzik Galili, Manuel Rodríguez y Fernando Romero.