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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Cinco cosas que Marty McFly ha traído de su futuro al nuestro

El selector de fecha del DeLorean, preparado para traer a Marty McFly a nuestros días

David Sarabia

Marty McFly ha llegado. Los últimos testigos, que datan del año 1985, hablan de que en el coche iban tres personas. Dos jóvenes y un hombre de edad adulta, pelo blanco, chubasquero amarillo y camisa roja. En Hill Valley, California, la gente está nerviosa. “Yo estaba en mi jardín, lavando mi coche y disfrutando de mi american-way-of-life cuando un loco apareció con un coche y obligo a los chavales a subirse con él. La señorita Parker y McFly han sido de lo mejor que ha dado este barrio”, cuenta un hombre que no se ha movido del porche de su chalet unifamiliar desde que “el loco” se apareciese y desvaneciera, más tarde, con el DeLorean.

Ese “loco” del que habla nuestro testigo protegido no es otro que Doc, un científico un tanto peculiar y extravagante. Con él han venido Marty McFly y Jennifer Parker. Aunque nadie saben donde están, tenemos constancia de que han llegado sanos y salvos. “He salido a las cinco de la mañana a dar mi carrera diaria y el aire estaba enrarecido”, dice el testigo. En el suelo -cuenta- había dos marcas de neumático y algunos cubos de basura de los chalets colindantes estaban desparramados por la acera. Este señor también ha encontrado una pequeña lista que no sabe cómo clasificar: “No entiendo muy bien la letra. ¿Aquí qué pone?”, dice señalando una de las líneas. Son apenas cinco frases, que -suponemos- ha escrito McFly y que reproducimos a continuación.

“Pensaba que no encontraría más aerodeslizadores como el que he robado antes. Pero me equivocaba”.

Muchos han tratado de imitar el patinete reconvertido en monopatín, pero solo uno lo ha conseguido. Ese uno es una empresa fundada por Greg y Jill Henderson que, a través de una iniciativa de crowdfunding en Kickstarter, recaudaron 510.590 dólares para construir... ¡Una aerotabla!. El proyecto causó furor entre los fans y los no tan fans de la saga y las Hendo Hover, como han sido bautizadas, serán entregadas hoy a todos los mecenas que aportaron 10.000 dólares o más.

De momento, la tabla solo funciona sobre una base que haga las veces de un conductor eléctrico. Así, utilizando una tecnología basada en campos magnéticos esta se levanta unos tres centímetros del suelo. Hay que tener en cuenta que la iniciativa demandaba 250.000 dólares y han conseguido más del doble, así que quizá hayan perfeccionado este aspecto.

“He encontrado una recreativa de los 80 por casualidad, pero flipo al saber que disponéis de videojuegos interactivos y en los que las manos apenas se usan”.

Sabemos que Marty McFly jugó en las recreativas con la skill -habilidad- propia de un ochentero. Es ese momento que transcurre entre que espera y descubre una máquina de su tiempo, con una pistola para matar enemigos -al estilo de los míticos Time Crisis-. “Te voy a enseñar, chico...”, dice McFly a dos pequeños chavales antes de terminar de un plumazo con los tres rudimentarios enemigos. Sin embargo, un pequeño Elijah Wood y su amigo, nada impresionados por la skill de McFly con la pistola, le espeta: “¿Usas las manos? Eso es para críos...”.

Hoy en día la mayoría de videojuegos son táctiles o usan algún dispositivo controlado a distancia. Claro está que, en 1989, cuando se estrenó la película, todo esto era impensable. Así que McFly se trajo los videojuegos de nueva generación desde su 2015.

“Hoy han despedido a mi futuro yo a través de una pantalla. Y la televisión tiene cientos de canales: ¡Menudo lío!”.

Al Marty McFly del futuro le despiden con una videollamada. Mucho hemos avanzado desde 1989. Se pasó del precario chat con texto a las llamadas con vídeo. Después vinieron las webcams, primero como un dispositivo aparte del ordenador y más tarde, integradas en todos los portátiles. Los chats revolvieron por completo la forma de comunicarse, y con la llegada de Skype todo cambió: Videoconferencias, videollamadas, llamadas múltiples... Normal que Marty McFly vuelva a 1985 frotándose los ojos.

Hay otro momento de la película en el que el McFly de 1985 alucina con la cantidad de canales que se están emitiendo simultáneamente en su televisión del futuro. Otras dos cosas que Robert Zemeckis adivinó que ocurrirían en el verdadero 2015: videoconferencias, videollamadas y televisión con cientos de canales y a la carta, incluso.

“Solo en mi casa había unas gafas para ver la televisión, pero he descubierto que la gente se aísla de la misma forma con sus teléfonos y eso que llamáis tablets”.

Es cierto que -aún- no contamos con unas gafas para ver la televisión en ellas. Aunque las Google Glasses se encuentren en fase de laboratorio tras una primera remesa que no convenció del todo al público, lo más cercano, quizá, sean los dispositivos de realidad virtual como Occulus Rift o Project Morpehus, de Sony.

Pero si en algo acertó Zemeckis es que la tecnología terminaría por aislar a los seres humanos los unos de los otros. Prueba de ello es esta escena donde, cada miembro de los McFly se encuentra haciendo una cosa distinta mientras comparten el almuerzo. Escapar del momento presente saltando a otras realidades generadas por unos dispositivos electrónicos, a fin de cuentas.

“El DeLorean ahora vuela. ¡No entiendo cómo no construís máquinas del tiempo si también fabricáis coches voladores!”.

Aunque ha estado poco tiempo, a McFly le ha dado tiempo a saber que ya hay proyectos -y prototipos- de coches voladores. Más allá de los coches autónomos de Google o Apple, en los que el conductor pasa a un segundo plano y son dirigidos automáticamente por el sistema, se estima que los coches voladores serán una realidad en 2017.

El prototipo Terrafugia del que habla Jalopnik es un coche-avión de dos plazas, impulsado por... Gasolina sin plomo. 30 segundos le bastan para pasar del modo avión al modo coche, y viceversa. Por su parte, AeroMobil, es un concept car desarrollado por Stefan Klein capaz de llegar a los 160 km/h en tierra y a los 200 en vuelo. Aunque está en fase de pruebas, lo cierto es que se estrelló en mayo de este año, lo que previsiblemente retrasará su salida al mercado. Aunque no serán aptos para todos los bolsillos, ya que costarán unos pocos cientos de miles de euros.

Bonus Track

A Marty McFly:

Gracias, Marty, por traernos todo lo anterior. Pero si de algo hay que estarte agracedido es de que no hayas venido con una corbata doble anudada al cuello. Aunque la moda cambie cada nueva temporada, esperamos que el look que lucía tu futuro yo en la película nunca sea adoptado por los gurús del diseño.

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