Repsol venderá activos por 6.200 millones para reducir su deuda

Repsol prevé ingresar 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos y generar una caja de hasta 20.000 millones de euros hasta 2020 para financiar sus necesidades de inversión, mantener el dividendo y reducir su deuda, según el Plan Estratégico 2016-2020 que ha presentado este jueves, el primero tras la multimillonaria adquisición de la canadiense Talismán (8.300 millones de dólares), cerrada en mayo pasado.

El plan, que no contempla la venta del 30% de Gas Natural Fenosa, participación que Repsol considera “valiosa” y “estratégica”, permitirá a la petrolera reducir hasta el 38% sus inversiones. El objetivo es reducir la deuda de la compañía y evitar que la nota de sus bonos caiga en la calificación de “bono basura”. El endeudamiento de la compañía se ha disparado hasta los 13.264 millones de euros tras la compra de su rival canadiense, cerrada en pleno desplome de los precios del crudo.

La previsión más conservadora de generación de caja, en un escenario más deprimido de precios del crudo (50 dólares por barril durante todo el periodo 2016-2020) es de 10.000 millones de euros durante el periodo del plan.

La compañía subraya que uno de los ejes del plan es el compromiso con la retribución al accionista y asegura que el abono del dividendo será posible incluso bajo un escenario deprimido de precios del crudo de 50 dólares por barril durante todo el periodo del plan.

La petrolera destinará 3.600 millones de euros a dividendos bajo la fórmula de 'scrip dividend' (opción de retribuir en acciones para preservar la caja) a razón de un euro por acción, con un nivel de aceptación entre los accionistas previsto en el 50%.

Del total del dividendo, 1.400 millones de euros se abonarán en 2016 y 2017 y el resto, 2.200 millones de euros, en los tres años siguientes, 2018-2020.

Repsol asegura que, cinco meses después de la integración de Talisman, ha identificado nuevas sinergias en el proceso que permiten elevar el objetivo de ahorro derivado de las mismas hasta los 350 millones de dólares, frente a los 220 millones previos.

Estas sinergias complementan el programa de eficiencia que incluye el Plan Estratégico que se aplicará a toda la compañía y se reflejará en unos ahorros de costes, incluyendo las sinergias, de 2.100 millones de euros anuales a partir del 2018.

Tras el periodo de crecimiento culminado con la compra de Talisman, el Plan Estratégico prevé que al final del mismo y tras el programa de actuaciones previsto, Repsol multiplique por dos su resultado operativo (Ebitda) a CCS (coste medio de reposición de inventarios), hasta los 11.500 millones de euros.

Con la integración de Talisman, Repsol se ha dotado de una cartera de activos de gran calidad que requieren de una menor inversión para mantener los niveles de producción y ha situado el ratio de reposición de reservas en el entorno del 100%.

Nueva etapa

La compañía ha destacado que el Plan Estratégico 2016-2020, el primero con Josu Jon Imaz al frente como consejero delegado, garantiza la fortaleza de Repsol y su capacidad de creación de valor en un contexto de bajos precios del petróleo. La compañía dice haberse dotado de un “elevado nivel de eficiencia y resiliencia” para aprovechar las oportunidades del entorno energético.

“La demostrada capacidad de Repsol para generar valor le permitirá autofinanciar su desarrollo, reducir su deuda y mantener una competitiva retribución al accionista, cuya rentabilidad por dividendo se sitúa entre las más altas del Ibex-35”, ha subrayado.