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Qué pasa con los clientes y accionistas de Popular tras la compra de Santander

Santander recupera el liderazgo de la banca española tras comprar Popular

Economía

La intervención de Banco Popular por parte de las autoridades europeas y su venta a Banco Santander por el precio simbólico de un euro ha sido la primera operación de este tipo bajo las normas de resolución de entidades bancarias de la Unión Europea, que se aprobaron tras la crisis financiera de 2008 con el objetivo de evitar los rescates con dinero público. La factura de la salvación de la entidad va a correr a cargo de los accionistas y algunos bonistas del banco, pero no afecta a ahorradores y depositantes.

Accionistas

Los alrededor de 300.000 accionistas de la entidad son, junto a muchos bonistas, los grandes perdedores de la operación, porque se han quedado sin su inversión. La entidad había perdido más de la mitad de su valor en Bolsa en las cinco últimas sesiones, hasta 31 céntimos de euro. Ahora el valor de las acciones es cero porque las autoridades europeas las han amortizado, tras llegar a la conclusión de que el banco es inviable. Entre los accionistas del Popular hay numerosos empleados de la entidad y es muy posible que muchos de ellos se vean afectados por futuros despidos.

La única salida que les queda a los inversores para intentar recuperar su dinero será acudir a los tribunales para demandar a la entidad o a sus antiguos gestores. Especialmente, los que acudieron a la ampliación de capital del año pasado, en la que el banco captó 2.505 millones. Las acciones se vendieron a 1,25 euros y ahora no valen nada.

Tenedores de deuda

Dependerá de la calidad de esos bonos. Sólo se salvarán los tenedores de deuda senior (bonos convencionales), aquella que no es computable como capital. Pero sí habrá pérdidas para los tenedores de los 1.250 millones de euros en Cocos (bonos convertibles contingentes) del Popular que hay en circulación, que están en manos de inversores institucionales, y que al convertirse en acciones han pasado a valer cero. Lo mismo ocurrirá para los que tengan bonos de deuda subordinada, cuyo saldo es de 358 millones y entre los que sí hay inversores particulares: pierden toda su inversión.

Cuentas corrientes

Tras la compra de Banco Popular por parte de Santander, los clientes de la fallida entidad quedan bajo el paraguas de la entidad presidida por Ana Patricia Botín, que garantiza a quien quiera ir desde hoy que pueda recuperar el dinero que tenga depositado. Si lo mantiene, pasará a ser cliente del Santander y se le cambiará el número de cuenta y, probablemente, las condiciones.

Para digerir la compra del Popular, Santander realizará una ampliación de capital de 7.000 millones de euros, la segunda mayor de su historia. La operación servirá para acometer los saneamientos adicionales que requiere el Popular, de los que 7.200 millones corresponden a activos inmobiliarios.

Poseedores de depósitos

Independientemente de su saldo, el cliente mantendrá ese dinero (a partir de ahora, bajo el paraguas de Santander) porque no ha habido que liquidar el banco. En ese caso, sólo habrían estado garantizados los primeros 100.000 euros.

Planes de pensiones

Los clientes que tengan contratados su plan de pensiones en el Popular no se verán afectados porque ese activo está fuera del balance de la entidad, aunque sí se han contratado productos como fondos de inversión que dependen de acciones o deuda del banco, sí verán reducirse el valor de esa inversión.

Hipotecas

Los clientes con créditos y préstamos hipotecarios con el Banco Popular tendrán que seguir abonando sus cuotas, pero ahora su acreedor pasará a ser el Santander.

Sucursales

Las 1.762 sucursales de Popular en la Península Ibérica han abierto esta mañana sus puertas y operan con normalidad en su relación con los clientes, sin restringir de forma excepcional ningún tipo de operación, según Europa Press.

Al presentar en rueda de prensa la operación, la presidenta de Santander, Ana Botín, ha asegurado que “nada cambia para los clientes del Popular”, que serán “atendidos con el mismo nivel de servicio” y que “pueden estar tranquilos”.

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