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Esta es la razón por la que tu salario neto va a cambiar en tu nómina en 2026

Una persona maneja dos ordenadores portátiles, en una imagen de archivo.

Ada Sanuy

8 de octubre de 2025 09:48 h

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A partir del 1 de enero de 2026, todos los trabajadores verán una nueva reducción en su salario neto por efecto del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Se trata de una cotización adicional creada para reforzar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la “hucha de las pensiones”, ante el previsible aumento del gasto derivado de las jubilaciones del baby boom. El objetivo es asegurar la sostenibilidad del sistema sin recurrir a recortes futuros, pero en la práctica supondrá un pequeño descuento mensual en la nómina de millones de empleados.

El MEI fue aprobado en el Real Decreto-ley 2/2023, que regula la segunda parte de la reforma de las pensiones impulsada por el Gobierno en el marco del Plan de Recuperación acordado con Bruselas. Este mecanismo sustituyó al antiguo factor de sostenibilidad, derogado en 2021, y tiene un principio básico: crear un colchón financiero común para compensar los desequilibrios que se producirán cuando las generaciones más numerosas lleguen a la jubilación. En lugar de reducir futuras prestaciones, se optó por aumentar temporalmente las cotizaciones durante casi tres décadas.

Cómo se aplica el MEI

El funcionamiento es sencillo. El MEI se aplica como un recargo sobre la base de cotización de todos los trabajadores, tanto por cuenta ajena como autónomos, y se destina íntegramente al Fondo de Reserva. La cotización comenzó en 2023 con un tipo del 0,6% y aumentará progresivamente hasta alcanzar el 1,2% en 2029. En 2026, el porcentaje pasará del 0,7% actual al 0,9%, repartido entre empresa (0,75 puntos) y trabajador (0,15 puntos). Esto significa que, en cada nómina, el empleado verá descontada una pequeña cantidad adicional destinada a financiar el sistema público de pensiones.

Aunque las cifras puedan parecer modestas, su impacto se nota especialmente en los salarios medios y altos. El descuento del 0,15% para el trabajador implica que quienes coticen por la base máxima (unos 4.720 euros mensuales en 2025) verán reducida su nómina en torno a siete euros más al mes respecto al año anterior. En el caso de los empleados con sueldos de 2.000 euros, la retención adicional rondará los tres euros. La empresa, por su parte, asumirá la mayor parte del esfuerzo: unos 35 euros mensuales en un salario medio.

Qué implica

El MEI no se traduce en una mejora de la pensión futura, ya que ese dinero no incrementa la base reguladora individual ni las prestaciones que recibirá cada cotizante. Su destino es colectivo: reforzar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social para que el sistema pueda afrontar las tensiones que se prevén a partir de 2030. Según los cálculos del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, esta medida permitirá acumular más de 120.000 millones de euros hasta mediados de siglo, lo que dará margen para cubrir los picos de gasto derivados del envejecimiento poblacional.

Además del MEI, la reforma de las pensiones incluye otras medidas que también entrarán en vigor progresivamente. Entre ellas, el incremento de la base máxima de cotización, que crecerá anualmente hasta 2050, y la nueva cotización de solidaridad para los salarios más altos, destinada a los ingresos que superen el tope de cotización. También se amplía el periodo de cómputo de la pensión a 29 años, con posibilidad de descartar los dos peores, a partir de 2026. Todas estas modificaciones buscan equilibrar ingresos y gastos en un sistema sometido a una fuerte presión demográfica.

Se trata de una herramienta de transición

Los economistas coinciden en que el MEI es una herramienta de transición: un ajuste temporal para garantizar que el sistema siga siendo viable mientras se asientan otras fuentes de financiación. Sin embargo, advierten de que implica menor liquidez mensual para trabajadores y empresas, en un contexto de inflación y pérdida de poder adquisitivo. El reto, explican, será mantener el equilibrio entre la protección social y la competitividad del mercado laboral.

Con la entrada en vigor del nuevo tramo del MEI en 2026, el sistema de pensiones español avanza hacia un modelo que reparte el esfuerzo entre generaciones. La medida garantiza más ingresos a la Seguridad Social a corto plazo, aunque también resta poder adquisitivo a trabajadores y empresas. La sostenibilidad del sistema, recuerdan los expertos, dependerá de que ese equilibrio se mantenga cuando llegue la jubilación masiva del baby boom.

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