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El silencio y la distancia social sustituyen a 'Marijaia' como protagonista de la Aste Nagusia de un Bilbao en pandemia

Marijaia, dando la bienvenida a la Aste Nagusia de 2019

Maialen Ferreira

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El coronavirus se ha llevado por delante todas las fiestas populares y la Semana Grande de Bilbao no ha sido una excepción. Tras 42 años de Aste Nagusia -como se le conoce a la fiesta en euskera- Marijaia no se asomará con los brazos en alto al balcón del teatro Arriaga este 2020, ni las famosas txosnas de las comparsas ocuparán el Arenal. Tampoco habrá barracas, circo, conciertos ni cohetes. En su lugar, la intención de Bilboko Konpartsak era crear una serie de eventos que permitieran celebrar las fiestas de manera que se respetaran las distancias de seguridad y se evitaran contagios del virus. No obstante, la iniciativa, que desde los colectivos fue bautizada como Aste Nahasia, ha tenido que ser suspendida por los rebrotes de coronavirus registrados las últimas semanas en Euskadi y, especialmente, en Bizkaia. Así, como ha ocurrido en otras capitales vascas como Vitoria o San Sebastián, Bilbao ha tenido que dejar a un lado su semana - que en realidad son 9 días- de fiesta.

La Semana Grande de Bilbao como se le conoce actualmente tiene su origen en el verano de 1978. Antes de esa fecha, la mayoría de bilbainos se marchaban de la ciudad para ir de vacaciones y los días que tiene lugar la fiesta -festividad de la Asunción de Nuestra Señora- durante los años de la dictadura franquista, tan solo se celebraran eventos de pago que la élite podía permitirse, como los toros o la ópera, sin festejos con participación ciudadana más allá de la Gargantua y los Gigantes, pasacalles habituales en el País Vasco. Ante esta situación, Quico Mochales, relaciones públicas de El Corte Inglés, tuvo la idea de crear un concurso para reunir propuestas que acercasen las fiestas a los ciudadanos. Lo intentó en 1974, pero la iniciativa no se llevó a cabo hasta cuatro años después, cuando la propuesta fue aceptada y el Ayuntamiento convocó el concurso 'Hagamos populares las Fiestas de Bilbao'.

La Comparsa Txomin Barullo fue la ganadora del concurso, cuya propuesta consistía en una organización compartida entre el ayuntamiento y las comparsas que son grupos de personas procedentes de diversos barrios de Bilbao y representativos de diversas sensibilidades socio-políticas que a día de hoy siguen organizando y participando en las fiestas de Bilbao y en otros eventos a lo largo del año. Los comparseros, son junto con el txupinero, las cantineras o, incluso la propia Marijaia, la esencia de las fiestas de esta ciudad. La primera mecha del cohete que da inicio a los festejos la prendió el 19 de agosto de 1978 la txupinera María Jesús Aguirregoitia, de la comparsa Uribarri, una acción que se ha repetido cada año hasta este 2020.

Multas en las 'no fiestas' de Bilbao

A través de un vídeo grabado frente al Teatro Arriaga, lugar en el que se da comienzo a las fiestas y que el día del chupinazo se mantuvo cerrado al público para evitar conglomeraciones, el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, ha pedido a la ciudadanía que no celebre ningún tipo de acto. “Os pedimos que lo hagáis de esa manera por respeto a la ciudadanía, por responsabilidad y por solidaridad, porque está en juego la salud de todos y todas”, ha señalado Aburto, quien se ha referido a la declaración conjunta firmada por todos los partidos con representación en el pleno -PNV, PSE, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP- en la que se realizaba la misma petición. “Quiero agradecer especialmente a todos los grupos políticos de este Ayuntamiento el que hayamos sido capaces de ponernos de acuerdo para pedir que no se organicen actos en Aste Nagusia”, ha indicado el alcalde.

A pesar de ello, el propio alcalde ha dado a conocer que la Policía Municipal de Bilbao ha impuesto, desde el pasado 20 de agosto, unas 300 denuncias por el uso inadecuado de mascarillas, 50 sanciones por 'botellón' y otras 10 por incumplimiento de horarios y protocolos en distintos establecimientos. Si bien es cierto que el pasado fin de semana no hubo concentraciones a la hora del chupinazo que daría comienzo a las fiestas, las nuevas restricciones impuestas tras la declaración de la emergencia sanitaria por la COVID-19 no han sido impedimento para que algunas personas celebraran su particular Aste Nagusia o incluso algunos locales de ocio nocturno se negaran a cerrar sus puertas después de las 01.00 horas, horario límite para este tipo de locales. “La Policía va a actuar con firmeza, sancionando aquellas actuaciones que vayan en contra de la norma y pongan en peligro la salud de los demás”, ha sentenciado Aburto.

Puesto que no está permitido ningún tipo de celebración masiva en las calles, Bilboko Konpartsak han querido trasladar -como viene siendo habitual en tiempos de pandemia- la fiesta a las redes sociales. Desde sus cuentas oficiales han lanzado un mensaje para que todo aquel que quiera comparta a través del hastag #AsteNagusiaGogoratuz, recordando Aste Nagusia en euskera imágenes de años anteriores y cuelgue el pañuelo de fiestas en la ventana, balcón o en los establecimientos. Una manera de homenajear respetando las limitaciones por el coronavirus a Marijaia, que tendrá que quedarse 'confinada' hasta el año que viene.

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