Denuncian en Bilbao la “discriminación bancaria” por negar la apertura de cuentas bancarias a migrantes sin tarjeta de residencia

Abrir una cuenta en un banco se puede convertir para muchos migrantes en una odisea. A pesar de que la Ley 19/2017 del 24 de noviembre -norma estatal que se adecúa a la directiva europea de 2014- establece que todas las entidades bancarias están obligadas a ofrecer cuentas de pago básicas, algunas de ellas niegan una cuenta corriente a personas migrantes que no cuenten con permiso de residencia. 

Para denunciar la “discriminación bancaria” que sufren estas personas y bajo el lema “Sin cuenta, no cuentas” las asociaciones SOS Racismo y Ongi Etorri Errefuxiatuak han realizado una concentración frente a la sede de los bancos Santander, BBVA, Kutxabank, Caixabank y Laboral Kutxa ubicados en la Gran Vía de Bilbao.

“Conseguir una tarjeta de residencia y trabajo que regularice la situación de las personas migrantes es un largo y arduo camino, de al menos tres años, y mientras lo consiguen deben buscar una vivienda, padrón, llevar a sus hijas e hijos a la escuela, etc. Además, como cualquier persona en esta sociedad, necesitan disponer de un número de cuenta para cada vez más gestiones, gestiones cotidianas, pago en el mercado, acudir al polideportivo, alquilar la bici del ayuntamiento, solicitar una beca de estudios , gestiones como cualquiera, con la diferencia de que su estancia roza la clandestinidad. Pero es la condición imprescindible para conseguir, tras tres años, al menos, la necesaria tarjeta de residencia”, han denunciado desde las dos organizaciones.

Las razones que alegan desde las entidades bancarias para denegar la solicitud de una cuenta a las personas sin permiso de residencia son el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo, algo que desde ambas organizaciones consideran que es una “excusa”. “El colmo del maltrato y el abuso bancario es el de aquellas entidades que ponen como objeción el no disponer de la documentación necesaria pero deja de ser un obstáculo a cambio de contratar un producto bancario, o sea un seguro sanitario e incluso un seguro de hogar a pesonas sin domicilio fijo”, han lamentado. 

Desde ambas organizaciones coinciden en que a la hora de ir a abrir una cuenta, si la persona migrante acude al banco con un amigo autóctono o con algún miembro de alguna asociación el trato es más favorable para ella. Algo que han descrito como “racismo financiero”.

“Las administraciones son cómplices de la discriminación”

Para dar una solución a esta problemática en la que se encuentran miles de personas en toda España, SOS Racismo y Ongi Etorri emplazan al Banco de España y a las instituciones vascas —como los ayuntamientos, las diputaciones y al Gobierno vasco— a regular las prácticas discriminatorias “con la contundencia necesaria”.

“Las administraciones son indirectamente cómplices de la discriminación, porque si bien es cierto que el Gobierno vasco quizás no tenga competencias para cambiar el funcionamiento de los bancos, sí tiene capacidad de influencia y negociación sobre ellos y mucho más sobre aquellos a los que denominan 'nuestra banca', 'la caja de nuestra tierra'”, han señalado.

En concreto, han querido dirigirse al Ayuntamiento de Bilbao, a quien acusan de permitir en el cobro de las Ayudas de Emergencia Social hacer un pago a terceros para aquellas personas que no tienen cuenta bancaria. “El Ayuntamiento debería intervenir activamente ante las entidades bancarias y/o buscar maneras de gestionar sin recurrir a ellas. Pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?”, han denunciado.

Desde las organizaciones, han recordado que la “discriminación bancaria” es junto a otras trabas que se encuentran los migrantes, una cuestión que hace “sufrir a las personas que han salido de sus hogares en busca de una vida mejor” y provoca que “personas muy jóvenes no puedan soportarlo y se vean abocadas a tomar decisiones que terminan con sus vidas”, haciendo referencia a los dos jóvenes migrantes que supuestamente se han quitado la vida en una semana en Gipuzkoa.