Dimite Eneko Goia como alcalde de Donostia después de diez años en el cargo
El alcalde de Donostia, Eneko Goia (Donostia, 1971), dimite después de diez años en el cargo y en medio de la legislatura, según confirman a este periódico fuentes del PNV. El partido entiende que acaba un ciclo y que toca renovar liderazgos en un territorio donde los últimos procesos electorales han mostrado signos de desgaste hacia la sigla. EiTB apunta el nombre del edil Jon Insausti (1989) como nuevo regidor, aunque la última palabra la tendrá el partido.
Goia ha comparecido a las 11.00 horas para explicar su decisión y ha indicado que renunciará después del debate de política general de la ciudad, previsto para el 16 de octubre. El PNV daba ya por hecho que podría tener que buscar un relevo en Donostia de cara a las municipales de 2027 y se ha optado por una operación para afianzar otra figura durante los casi dos años que quedan para la cita con las urnas. El movimiento se había larvado de modo discreto en los últimos días.
Además de haber tenido cargos en EGI y en el GBB del PNV, Goia ha sido parlamentario vasco y diputado foral en Gipuzkoa antes que concejal. En 2011 ya fue candidato a la alcaldía, pero gobernó EH Bildu, con Juan Karlos Izagirre después de la larga etapa de Odón Elorza, del PSE-EE. El PNV recuperó de su mano, después de lustros, el poder en Donostia. Ha gobernado siempre en coalición con los socialistas.
“Donostia/San Sebastián ha progresado mucho. Es una ciudad atractiva, rica en oportunidades; la capital del Estado con mejor tasa de paro y la mayor renta por habitante. Pero progresar significa mucho más que alcanzar una buena situación económica. El reto de Donostia es mantener e impulsar un modelo económico y social que dé cabida a todas las personas. Poner en marcha, desde el positivismo, una Donostia que mire al futuro”, dijo en 2023, durante la última campaña. Sin embargo, Donostia también ha sido objeto de debate por la carestía de la Vivienda, por el incremento del Turismo, por quejas por proyectos como el nuevo GOe del Basque Culinary Center, por su tensión con Costas o incluso por su enfrentamiento con compañeros de partidos como Ramiro González, diputado general de Álava, por su defensa de la conexión por AVE con Navarra por Gipuzkoa y no por Vitoria. Recientemente, realizó también un controvertido comentario sobre el fenómeno migratorio: “Hemos decidido extinguirnos de la mano de la inmigración”.
“Misión cumplida”
“El pleno de política general será mi último pleno”, ha señalado Goia, rodeado de todos los concejales del PNV, en la comparecencia en la que ha confirmado su salida, celebrada a partir de las 11.00 horas en medio de una gran expectación. Esa sesión está convocada para el 16 de octubre, dentro de dos semanas.
“Es una decisión que tenía tomada desde hace tiempo”, ha manifestado, igualmente, aunque ha admitido que ha sido algo “compartido” con su partido. “Creo que es bueno que existan ciclos con un principio. Saber hacer un buen relevo y de forma ordenada. Tenía muy claro que la alcaldía era un ciclo. Siempre estuvo en mi mente el límite de diez años”, ha apuntado sin negar las “tentaciones” para continuar que también ha tenido, según ha expuesto, a pesar de que era evidente que no podía ser por quinta vez el cabeza de cartel del PNV ante el “riesgo” de confundir la ciudad con la persona, en una velada referencia al socialista Elorza, regidor durante dos décadas.
Sobre su mandato, lo ha resumido como “misión cumplida”. Se ha felicitado por los avances en el Topo (el metro de Donostialdea), la reforma de Anoeta o la operación para lograr para la ciudad los cuarteles del Ejército español en Loiola, entre otras iniciativas, como las obras para paliar inundaciones que, aparentemente, le dejaban sin dormir al inicio de su llegada al cargo. “Lo importante son los proyectos”, ha repetido en no menos de tres o cuatro ocasiones.
Sobre su recambio, ha renunciado a hacer comentarios. “Hay equipo para que EAJ-PNV siga liderando esta ciudad. En el PNV hay cantera suficiente. Tiene que hacer también un ejercicio de apuesta de cara al futuro. Yo estoy para ayudar.”, ha manifestado. Y ha añadido: “No voy a desaparecer del mapa, no me voy a Marte. Estaré para arrimar el hombro donde se necesite”. Eso sí, se centrará al menos en una primera fase en pasar más tiempo con su familia. No cierra un ciclo para abrir otro, ha aclarado. “Quienes más alto precio pagan son las familias. Es a lo que me pienso dedicar en el tiempo inmeditamente posterior”, ha subrayado. Todo su equipo le ha regalado una ovación y abrazos.
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