La guerra interna de Podemos en Álava llega a los tribunales
“Masacre”, “exterminio”, “represión” o “castigo” son algunos de los gruesos términos que han empleado los portavoces de los junteros de Podemos en las Juntas Generales de Álava que han sido suspendidos y sobre los que pende un expediente de expulsión abierto por haber roto en diciembre la disciplina de voto del partido al no acatar el acuerdo presupuestarios con el PNV. Los cuatro afectados no han tomado la palabra en la rueda de prensa que habían convocado ya que han preferido hacer visible su desazón compareciendo con la boca tapada con esparadrapo y las manos atadas. La conclusión es que la batalla se empezará a dirimir ya en los tribunales, ya que el exportavoz Koldo Martín, que además tiene otro expediente abierto por haberse apropiado presuntamente de 4.000 euros en concepto de dietas irregulares de viaje y comida, presentará una “querella criminal” contra quienes le han acusado de apropiación indebida, entre ellos el secretario de Organización en Euskadi, Lander Martínez, y la portavoz de Podemos en el Parlamento alavés, Arantxa Abecia, contra la que algunos de los presentes ha proferido algún descalificativo antes de la rueda de prensa.
Los críticos han decidido comparecer ante los medios de comunicación después de que la pasada semana el partido, a pesar de existir ya un expediente abierto, comunicara la suspensión cautelar de los cuatro díscolos al haber constatado que habían accedido a la cuenta corriente de las Juntas Generales de Álava. Según la dirección de Podemos, hubo un “riesgo” de que se apropiaran de parte los 180.000 euros de saldo, si bien no se había registrado ningún movimiento.
Gorka y Araceli, dos “militantes” que han hecho de portavoces de los críticos Koldo Marín, Juan José Celorio, José Javier Bizarro y Daniel Trujillano, han denunciado que se haya puesto en cuestión la “honorabilidad” de este grupo cuando en el sector oficial ha habido ejemplos de “opacidad” y “prácticas oscurantistas”, entre los que han citado el caso de la senadora Elvira García, que llevaba meses sin abonar al partido la parte correspondiente de su sueldo.
Y, en cuanto a la batalla política, estos afiliados han denunciado que “los círculos han sido víctimas de esta masacre”, ya que la decisión de no pactar con el PNV (y con el PSE-EE) las cuentas de Álava no contó con el respaldo mayoritario de las bases. “La portavoz no puede dictar la política del grupo juntero. Aquí las decisiones las toma una persona en un grupo de ocho”, han criticado.
En este sentido, han rechazado la etiqueta de 'críticos' o 'díscolos', ya que ese calificativo es para quien disiente de la mayoría y en este caso los junteros sancionados son más (4) que las leales al partido (3) -hay una octava de baja laboral que en principio secunda a Martín y los suyos-. Han explicado, por ejemplo, que el grupo acordó por mayoría que uno de los expedientados, Celorio, ejerciera de presidente del grupo juntero y que Abecia y sus compañeras “se desentendieron”.
“Menos caciquismo y más horizontalidad. Dijeron [las oficialistas] que o echaban a los junteros o se iban ellas. Estamos esperando a que se vayan porque los junteros ni se han ido ni se van a ir”, han afirmado sus portavoces, que han pedido disculpas a los votantes de Podemos en Álava por la imagen que está proyectando el partido.