Suben a 51 las víctimas de la Guerra Civil halladas en tres fosas comunes en Amorebieta-Etxano
Tras las labores de exhumación de tres fosas comunes halladas en el cementerio de Amorebieta-Etxano, en Bizkaia, la semana pasada, se han localizado un total de 51 cuerpos de posibles víctimas de la Guerra Civil. La principal hipótesis es que se trata de combatientes fallecidos en los frentes de guerra de la zona próximos a Amorebieta-Etxano, como el monte Bizkargi o que fallecieron en el Hospital Militar y, según los investigadores, podría haber 300 fallecidos.
“Son muertos de la Guerra Civil. En una de las fosas está claro que son muertos en combate porque vienen con la ropa, con los gabanes, con botones y con los zapatos de tachuelas que eran los habituales de milicianos y gudaris. Sin embargo, en la otra no hemos visto tanta ropa, hay pocos objetos y justo, ahora mismo, acabamos de encontrar que uno de ellos tiene la pierna amputada, lo cual significa que murió en el hospital y que le amputaron la pierna posiblemente porque tuvo una lesión en la pierna, se gangrenó seguramente y murió a causa de ello”, explicó la historiadora y antropóloga la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Lourdes Herrasti, el pasado 5 de diciembre, cuando hallaron los primeros cuerpos.
Además de los cuerpos y su ropa, los investigadores han hallado una lata, una cruz que una de las víctimas llevaba en el cuello y dos chapas identificativas de combatientes en la Guerra Civil. “Por ahora hemos contado unos 20, pero sabemos que en la tercera fosa habrá más. Creemos que todos los fallecidos son hombres, pero nos consta que en la cárcel de mujeres de Amorebieta-Etxano fallecieron unas 50 mujeres y sus hijos. No sabemos dónde fueron enterrados esos cuerpos”, explicó Herrasti.
Una vez exhumados los cuerpos se dará paso a las identificaciones con el cotejo de muestras de ADN. El Instituto Vasco de la Memoria (Gogora) ha realizado un llamamiento a aquellas personas que tengan la sospecha de que algún familiar murió en Amorebieta-Etxano en esas circunstancias o cuyos familiares se encuentren en paradero desconocido desde la Guerra Civil. Para ello han habilitado el teléfono 944032845 y el correo electrónico gogora@euskadi.eus.
El caso de Amorebieta-Etxano es particular puesto que al encontrarse cerca de Bilbao, para lograr la conquista de la capital vizcaína, antes tuvieron que recorrer ese territorio, que fue víctima de varios bombardeos. Además, en la localidad instauraron un importante hospital de sangre en aquella época y una de las más grandes cárceles de mujeres del país, ubicada junto a la plaza del Calvario en un edificio propiedad de los Padres Carmelitas Descalzos construido entre 1931 y 1934 que actualmente es el colegio El Carmelo. Ese edificio hace décadas albergó una de las cárceles franquistas de mujeres de Euskadi por la que, según asegura la doctora en Historia Contemporánea Ascesión Badiola, pasaron al menos 1.241 mujeres desde 1940 hasta 1947.
En mayo del año pasado, el Ayuntamiento de Amorebieta-Etxano quiso saldar su “deuda con la memoria histórica” y encargó una investigación a la Sociedad de Ciencias Aranzadi para dar a conocer lo que pasó en la localidad en los años previos y posteriores a la Guerra Civil, de 1931 a 1945. “Éramos conscientes de la necesidad de un trabajo que recopilase lo que está documentado acerca de Amorebieta y Etxano [en aquellos tiempo se trataba de dos municipios separados], los hechos vividos en esa época tan convulsa y las violaciones de Derechos Humanos ocurridos”, señaló el por aquel entonces alcalde de la localidad Andoni Agirrebeitia.
La actual alcaldesa, Ainhoa Salterain, ha recalcado su colaboración para que las exhumaciones y la identificación de las víctimas se realicen de “manera respetuosa y digna”. “Se han descubierto varios cuerpos que están vinculados a este oscuro período de nuestra historia. Si bien ya se conocía la existencia de enterramientos relacionados con la Guerra Civil en nuestra zona, este hallazgo reviste una importancia particular en el marco de nuestra comprometida labor por preservar la Memoria Histórica. Este descubrimiento se inscribe en un proceso integral de recuperación, investigación y divulgación científica, que se lleva a cabo con la mayor consideración hacia la sensibilidad social zornotzarra, así como a la de todas las vascas y vascos en general. Es un testimonio de nuestro compromiso con la verdad, la justicia y la reconciliación”, ha concluido la alcaldesa.
0