Las trabajadoras de las residencias de Bizkaia vuelven a exigir con una huelga que se mejoren sus condiciones laborales
En concentraciones separadas, pero con un mismo fin, los sindicatos ELA, LAB, UGT y CCOO han exigido este martes a la Diputación de Bizkaia que mejore las condiciones laborales del personal de las residencias de mayores. Lo han hecho con una segunda huelga -la primera tuvo lugar el pasado 14 de diciembre- que, según han apuntado ha tenido un “amplio seguimiento” pese a los “servicios mínimos abusivos” que ha impuesto el Gobierno vasco. Las trabajadoras también han protagonizado una jornada de protestas en distintos puntos de Bilbao para reivindicar “mejoras salariales y un aumento de los ratios”.
La lucha de las trabajadoras de las residencias de Bizkaia no es nueva. En 2017 protagonizaron una histórica huelga para denunciar la precariedad laboral que sufrían que duró 378 días de protesta. Resultado de aquel conflicto, las trabajadoras lograron renovar un convenio laboral que recogía la mayor parte de sus peticiones: jornadas de 35 horas, incremento salarial superior a 140 euros mensuales, y 100% en baja por accidente o enfermedad laboral. Convenio que, según destacan “ya ha quedado caduco”. Lo que ahora quieren lograr -y llevan más de un año de negociaciones para conseguirlo- es un nuevo convenio con mejoras en salarios, con una equiparación salarial al Instituto Foral de Asistencia Social Equiparación salarial (IFAS) y con mejoras en la antigüedad, nocturnidad y los domingos trabajados. También exigen que el convenio contemple que el 95% del personal tenga contrato de trabajo fijo e indefinido y que las sustituciones del personal se realicen desde el primer día, entre otras cuestiones.
Para reivindicar todo ello, y teniendo en cuenta que desde la pasada huelga “no ha habido mejoras en el servicio”, las trabajadoras han protagonizado por parte del sindicato ELA una manifestación que ha recorrido el centro de Bilbao, una sentada que ha cortado el tráfico de la Gran Vía bilbaína por parte del sindicato LAB y, en Deusto, una concentración frente al Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia por parte de los sindicatos UGT y CCOO, que sí que han protestado de forma conjunta. Preguntados por qué han optado por realizar manifestaciones separadas, desde ELA, Ander Akarregi, ha señalado que “se alegran” de que haya habido más convocatorias para exigir que “se dignifiquen las condiciones de trabajo de este sector” y ha insistido en que su sindicato fue quien convocó la primera jornada de huelga, que tuvo lugar el 14 de septiembre.
El portavoz de ELA también ha criticado que la pandemia “ha evidenciado la falta de personal y la precariedad” que sufren las trabajadoras cuyas cargas de trabajo son, en muchas ocasiones “inasumibles”. Según ha denunciado, “el máximo responsable” de ello es la Diputación de Bizkaia “porque es conocedora de la situación pero no toma ni una sola medida para atajarla”. Entre las soluciones que proponen desde ELA, se encuentra la de “adecuar las ratios, dignificar las condiciones salariales y un control efectivo sobre la gestión”, ha explicado Akarregi, quien ha criticado que el hecho de que el Gobierno vasco haya impuesto servicios mínimos en la huelga busca “invisibilizar a estas trabajadoras”.
Cortar el tráfico para pedir “el desbloqueo de la negociación”
La protesta convocada por LAB, que ha tenido lugar frente a las Juntas Generales de Bizkaia, ha terminado con un grupo de trabajadoras cortando la carretera que baja hasta la Gran Vía bilbaína. Con bengalas, carteles y coreando “manos arriba, esto es un atraco” -mientras levantaban las manos- se han sentado en la carretera y han impedido el paso a los coches y autobuses que recorrían la zona. “Las razones que nos llevan a tomar esta vía son muchas. Entre ellas es que la patronal tiene completamente bloqueada la mesa de negociación del convenio de residencias y que la Diputación de Bizkaia no se ve responsable en este conflicto. Le reclamamos que tiene que ser parte negociadora en esta mesa. Nuestras reivindicaciones son claras: la equiparación de las condiciones laborales de las trabajadoras, con las de las trabajadoras del sector público y unas ratios justas y dignas”, ha detallado la portavoz del sindicato LAB, Ane Escondrillas, quien ha recalcado que su sindicato “tiene claro que el único idioma que habla la patronal es el de la desobediencia” y que ese es el camino que van a tomar, haciendo referencia al hecho de haber cortado la calle este martes.
Por último, en el barrio de Deusto, UGT y CCOO de manera conjunta han convocado una concentración a la misma hora frente al Departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia para denunciar que “5.000 trabajadoras llevan con el convenio caducado más de un año y la patronal sigue sin aportar ninguna propuesta”. Mirando al edificio y con micrófono en mano, el portavoz de CCOO, Raúl Regadas, ha exigido a “esos de las ventanas que os escondéis para no ver lo que hay”, haciendo referencia a los miembros del Departamento de Acción Social, “quiero recordaros que estas mujeres son las que han cuidado de vuestros mayores por mil euros y cuando van a pedir algo os metéis de la ventana para dentro para no tener que verlas”, ha denunciado, para luego exigir que desde la Diputación de Bizkaia se realice una negociación “con contenidos reales”.
Actualmente, hay cerca de 5.000 trabajadoras repartidas en 154 residencias de mayores en Bizkaia, de las cuales 33 son públicas. La mayoría de las residencias que hay son concertadas, es decir, su gestor es privado, pero las plazas de los usuarios se tramitan a través de la Diputación, de la que además reciben subvenciones. También existen las que son totalmente públicas y las privadas, cuyas plazas suelen ser menores, pero el costo es mayor. Las trabajadoras han señalado que, al igual que en 2017, no van a cesar hasta conseguir una renovación de su convenio. “No nos da miedo la pelea, estamos muy curtidas y nos van a tener en frente”, aseguraron a este periódico cuando comenzaron con su protesta.
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