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Urkullu y Ortuzar empujan a Pradales como voto refugio frente a EH Bildu: “La cosa está reñida pero vamos a ganar”

Pradales, este domingo en el Aberri Eguna del PNV

Iker Rioja Andueza

Bilbao —

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Después de más de una década en que el PNV ha ofrecido en su acto central del Aberri Eguna, el día de la patria vasca, un formato de bicefalia con discursos del presidente del partido, Andoni Ortuzar, y del lehendakari, Iñigo Urkullu, el de 2024 ha hecho que ambos hayan cedido protagonismo al nuevo candidato, Imanol Pradales, a tres semanas de las elecciones vascas del 21 de abril y a unos pocos días del arranque oficial de la campaña. Lo han presentado como una suerte de voto refugio. “Vamos a ganar. La cosa está reñida, pero vamos a ganar”, ha tranquilizado Ortuzar a los asistentes, que han ocupado todas las sillas dispuestas en la Plaza Nueva de Bilbao y han ondeado cientos de ikurriñas incluso aunque ha empezado a llover. Pradales, de su lado, ha avisado de que si no gana el PNV todo puede “echarse a perder”.

El PNV ha combinado en el Aberri Eguna de 2024 sus tradicionales reclamaciones soberanistas para un país que va “desde el Adour hasta el Ebro”, es decir, que abarca siete territorios, con un mensaje muy centrado en las elecciones del 21 de abril. “Hay que ganar las elecciones con claridad”, ha arengado Ortuzar. El diagnóstico del PNV es que una baja participación le perjudicaría porque entienden que no hay transferencia de sus votantes a otras opciones, tampoco a EH Bildu. Su tesis es que los votantes potenciales están desmovilizados. Nada más. “Hay que movilizar el voto a tope. Parece que hay mucha gente aún indecisa entre ir a votar o abstenerse. La mayor parte dice que, de ir a votar, votaría PNV. Es a ellos a quienes nos tenemos que acercar. Hay que hacerles ver lo que está en juego”, ha señalado Ortuzar.

Según su análisis, Euskadi se juega más que la hegemonía entre quien la ha tenido casi siempre en democracia, el PNV, o la coalición EH Bildu. “No. Eso es una lectura muy simplista. Lo que está en juego es la respuesta que Euskadi va a dar desde sus instituciones los próximos años. Qué Gobierno y con qué fuerza en el Parlamento va a proponer medidas para garantizar el progreso y el bienestar. No es lo mismo un Gobierno que otro. No es lo mismo un partido que otro”, ha insistido Ortuzar, que ha asegurado que Pradales se está haciendo una “kilometrada” para darse a conocer y presentar sus propuestas frente a un Pello Otxandiano -al que no ha mencionado por su nombre- que aparentemente buscar completar la campaña “sin pena ni gloria” y mantener una “ambigüedad” que le permita arañar votos de muchos sectores. Cree que EH Bildu tiene una “agenda oculta” y “sustancialmente son los mismos que antes”.

Ortuzar ha señalado que el calendario Euskadi no se agota el 21 de abril de 2024 sino el 21 de abril de 2036. Ha indicado que tiene que avanzar en autogobierno para tener “capacidad política y económica suficiente” para afrontar tres transiciones, la ecológica, la digital y la social. “Tenemos que hacer mucho”, ha apuntado Ortuzar, que cree que otras opciones políticas pueden hacer que una “nación europea pujante” puede acabar como “barrio desconocido de las afueras”.

El PNV ha querido presentar con naturalidad la transición de Urkullu a Pradales. En un vídeo, han dejado entrever que el partido es la misma fuente de siempre aunque su agua siempre se renueva. Los presentes han regalado a Urkullu, en el que será su último Aberri Eguna como lehendakari, una ovación puestos en pie y hasta unos 'bertsos' en los que han rimado “artzaina” y “lasaia”, 'pastor' y hombre 'tranquilo' en euskera. El lehendakari, que se ha dicho agradecido por los aplausos, ha reivindicado que deja un país mejor que el que asumió en 2012, cuando tomó posesión del cargo bajo el árbol de Gernika. “La sociedad vasca conoce esta realidad. Éstas son las razones para volver a confiar en nuestro proyecto. Para confiar, una vez más, en el PNV. A pesar de todas las dificultades padecidas, Euskadi es hoy una nación más íntegra, más próspera y más fuerte que hace doce años”, ha señalado. Ha enumerado como hitos la consecución de 14 nuevas competencias, la “consolidación” del Concierto Económico, la aprobación de 121 leyes e incluso el impulso del euskera y de los acuerdos con Navarra y con Iparralde. También ha destacado que Euskadi está “mejor” en lo económico y laboral. “De la mano del PNV, dentro de cuatro años, Euskadi será un país todavía mejor”, ha dicho también sobre le nuevo equipo montado por el partido para sucederle.

Está por ver cuál será el papel de Urkullu en la campaña. Tendrá apariciones, pero evidentemente el protagonismo será para Pradales. En 'Deia', este mismo domingo, Ortuzar aseguraba al respecto que “el lehendakari es un activo”. “Hay ámbitos en los que puede ser muy útil como lo ha sido Ibarretxe o como lo fue Ardanza en su momento. Nunca hemos metido al armario a ningún exlehendakari, al contrario. El lehendakari Urkullu en campaña va a estar, y al día siguiente también”, ha explicado.

El discurso de Pradales

En su primer discurso en un Aberri Eguna, Pradales ha querido dibujar una patria vasca integradora, una “casa” también para los migrantes que ayudan a construirla y se ha dicho con “ilusión” y con “nueva fuerza” -'Indar berria' es el lema que emplea el PNV en esta precampaña- para “continuar escribiendo nuevas páginas de su historia”. Según ha dicho, el 21 de abril la ciudadanía tendrá que elegir entre “dos modelos”. “Para ir a mejor o para ir a peor”, ha señalado en euskera. Como Ortuzar, él también ha demandado una alta participación y “despertar” a los votantes. “Hay que decirles que todo lo construido hasta ahora se puede echar a perder ['pikutara joan', literalmente en euskera]. Podemos ir atrás. Hay que decirlo alto y claro”, ha enfatizado el candidato.

Su intervención ha venido precedida de un vídeo con imágenes de anteriores lehendakaris, incluyendo a Carlos Garaikoetxea (que rompió con el PNV y fundó EA, ahora en EH Bildu) pero excluyendo al socialista Patxi López, como introducción a las suyas propias. “Sabemos cuáles son los problemas. Sabemos cómo solucionarlos y tenemos medidas concretas para hacerlo. Tenemos experiencia contrastada. Sabemos gestionar”, ha garantizado Pradales.

También ha utilizado un titular de 'Gara' para criticar a EH Bildu. Citando como gran éxito que Mercedes-Benz, la mayor empresa vasca, vaya a invertir 1.000 millones en su planta de Vitoria para garantizar su electrificación, ha señalado que “tiene bemoles” que se quiera hacer ver que ello fue fruto de las huelgas de 2022. “No tenemos amnesia. Hay que recordar la historia reciente. La historia es que gracias a que se puso fin a las huelgas [...] se salvó la posibilidad de atraer la inversión a Euskadi”, ha señalado. Urkullu y Ortuzar llevan años quejándose de la sucesión de huelgas y movilizaciones hasta el punto de que, en septiembre, en el Alderdi Eguna, coincidieron en usar la frase “¡Vienen a por nosotros!”. También ha insistido en criticar la ley estatal de Vivienda, recurrida al Tribunal Constitucional por los nacionalistas desde el Gobierno vasco aunque la cartera de Vivienda la dirige el PSE-EE.

La candidata europea empieza a tomar protagonismo

El principal partido vasco -y que aspira a seguir siéndolo después de las autonómicas- empieza también a dar protagonismo poco a poco a Oihane Agirregoitia, la también nueva cabeza de lista a las europeas en sustitución de Izaskun Bilbao, que ha sido europarlamentaria durante 15 años y que también ha sido muy aplaudida. Estas elecciones son el 9 de junio y tras el fallido acercamiento a Junts, el PNV concurrirá en coalición con la formación canaria CC y otros socios pequeños, como en 2019. No se oculta el temor a que el desgaste de los 'jeltzales' y una previsible menor participación pocas semanas después de las autonómicas pueda poner en riesgo el escaño en Bruselas y Estrasburgo. Agirregoitia, exconcejal en Bilbao y ahora alto cargo en la Diputación de Bizkaia, ha tomado la palabra para subrayar el perfil europeísta del PNV, para lo que ha recordado que el Aberri Eguna de 1934, celebrado en Donostia bajo el lema 'Euzkadi-Europa'. “Somos y seremos europeístas”, ha enfatizado.

Ha tomado la palabra, igualmente, Beatriz Berlanga, secretaria de las juventudes nacionalistas, EGI, que celebran este 2024 su 120 aniversario, pocos menos que los 129 que cumplirá el partido como tal en julio. Como es costumbre, EGI ha colgado una pancarta independentista en la plaza. En total, han sido cinco las intervenciones, tres hombres y dos mujeres, cinco vizcaínos y ninguno del resto de territorios vascos. En el escenario, han escuchado los discursos de Ortuzar, Urkullu, Pradales, Agirregoitia y Berlanga los dirigentes del partido, los consejeros -también Mikel Irujo, del Gobierno de Navarra-, otros cargos institucionales -incluido el ya recuperado Juan María Aburto, alcalde de Bilbao- y muchos de los candidatos que acompañarán a Pradales el 21 de abril.

El Aberri Eguna es una celebración que no es festivo oficial y que con alguna excepción por parte del PSE-EE (en la transición) o de Podemos (más recientemente) únicamente conmemoran las fuerzas nacionalistas. Tampoco tiene fecha fija ya que se celebra conforme al domingo de resurrección de Jesucristo en la tradición católica. Tiene su origen en que Sabino Arana, en 1882, descubrió que era 'vizcaíno' (vasco) y no español. La primera edición fue en 1932, cincuenta años después de aquella revelación, y quedó prohibida en la dictadura. La izquierda abertzale ha querido alejarla de la connotación religiosa al asociarla con el Easter Rising, el alzamiento que llevó a la independencia de Irlanda (del sur) en 1921.

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