Vitoria recuerda el 3 de marzo de 1976 con el papel del Estado en el futuro Memorial en el aire

En Vitoria han pasado 47 años desde que el 3 de marzo de 1976 la Policía Armada disolvió a tiros una asamblea obrera en la iglesia de San Francisco de Zaramaga y dejó cinco asesinados y decenas de heridos. Las víctimas han verbalizado históricamente -y siguen haciéndolo- que el Estado tiene que pedir perdón por aquellos hechos. Algunas van más allá y demandan ser consideradas como víctimas del terrorismo. En los últimos meses se ha conocido que el Gobierno central pondrá 600.000 euros para el Memorial que se proyecta en el propio templo y el delegado del Gobierno de España, Denis Itxaso, desde el propio lugar de los hechos y en el marco del acto tradicional que siempre ha hecho el PSE-EE allí, ha querido huir de polémicas en una jornada señalada. Pero en los últimos días ya había dejado dicho que “no hay que manipular la historia” porque el actual Estado democrático fue precisamente víctima de aquel Estado dictatorial.

De hecho, estas exigencias al Gobierno central hacen que las asociaciones de víctimas tuerzan el morro ante su petición de entrar en el órgano rector del futuro memorial con el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación de Álava y el Gobierno vasco, amén de la diócesis, que en pura teoría iba a ceder la iglesia para este fin pero que ahora se ha encontrado que no tiene la titularidad plena de la parcela para hacerlo, lo que obligará a algunos ajustes urbanísticos. En el pleno del Parlamento Vasco, donde se han sucedido los mensajes de recuerdo a las víctimas desde casi todas las bancadas, la nueva consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, que es la que dirige el área de Derechos Humanos, ha afirmado ante una pregunta de PP+Cs que no es deseo de las instituciones vascas vetar la presencia de representantes estatales. Sin embargo, los trámites de puesta en marcha continúan avanzando sin que eso esté cerrado. Lo que sí es manifiesto es que las víctimas tendrán una participación. Simbólicamente, el pleno municipal de Vitoria ha dado precisamente este 3 de marzo su visto bueno a los estatutos del futuro Memorial.

Carrusel de homenajes y manifestación

Entretanto, como es habitual en esta fecha, se han sucedido los homenajes junto al monolito ubicado frente a San Francisco. En un documental presentado este jueves se cuenta que ese monumento está emplazado donde cayó abatido el primero de los fallecidos, con cuya sangre se escribió 'justicia' en las baldosas. En los primeros aniversarios, la ofrenda allí era retirada por las autoridades. Un año se ideó una solución con “cemento rápido” para dejarlo fijo y estable. El material de la pieza fue elaborado precisamente en Forjas Alavesas, histórica industria que fue la primera en ir a la huelga en las jornadas previas al 3 de marzo de 1976, según explica en ese documental Andoni Txasko, de la asociación Martxoak 3 y él mismo víctima policial.

En el acto del PNV, su presidente en Álava, José Antonio Suso, ha insistido en la necesidad de “verdad, justicia y reparación”. Pero ha añadido: “Siempre nos hemos encontrado con un muro infranqueable que nunca hemos podido traspasar y se mantiene todavía la necesidad de que se cumplan esos principios”. “La memoria va a estar reflejada en los próximos años en la iglesia de Zaramaga que fue la que vivió los hechos y, de alguna manera, estaremos poniendo en valor ese recuerdo que muchas generaciones de vitorianos no han vivido”, ha destacado sobre el futuro Memorial. El alcalde Gorka Urtaran, en su último aniversario en el cargo, también ha puesto en valor el futuro centro. Con Suso y Urtaran ha estado el diputado general, Ramiro González.

EH Bildu, por su parte, ha insistido en la necesidad de una comisión de investigación en las Cortes Generales para “depurar responsabilidades”. Manuel Fraga “no puede pasar a la historia como adalid de las libertades” porque “es responsable directo” de estos crímenes, ha afirmado en Radio Popular el diputado Iñaki Ruiz de Pinedo en referencia al que fuera ministro de Francisco Franco y también en la Transición, además de fundador del PP. La coalición insta también al Congreso y al Senado a “la retirada de toda la simbología en honor al ministro franquista” y al Gobierno a que colabore con la denominada 'querella argentina' que estudia éste y otros hechos de la época.

Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE, ha apuntado que muchos de los obreros en huelga en 1976 eran socialistas, ugetistas y de CCOO. “Somos los herederos de aquella lucha y reivindicación. Liderando las instituciones estamos impulsando políticas que hacen que los trabajadores tengan mejores condiciones y derechos laborales con empleo estable y de calidad”, ha manifestado. IU entiende que “hoy muchas de sus reivindicaciones siguen vigentes” y que “la lucha obrera continúa”. “No os olvidamos”, les ha asegurado a los fallecidos Podemos. En cuanto al PP, ha realizado una ofrenda floral. Su portavoz en Vitoria, Ainhoa Domaica, ha condenado los asesinatos y ha destacado que el partido no es la primera vez que denuncia lo ocurrido en 1976. Durante sus palabras, se escuchaban gritos de “fascistas” y ruidos de sirenas.

En el plano sindical, UGT entiende que el Memorial ha de llegar cuanto antes para “poner en valor esa lucha unitaria del movimiento obrero” y CCOO que “su pelea”, en referencia a los participantes en aquellas movilizaciones de 1976, ayudó a “traer las libertades democráticas a este país”. ELA ha ironizado que “la modélica Transición comenzó con la llamada masacre de Vitoria”. LAB ha querido hacen un reconocimiento a que los que se movilizaban, en su mayoría, eran trabajadores migrantes llegados a Zaramaga y otros barrios de Vitoria, y ha puesto en valor el papel de las mujeres también en aquel contexto.

La jornada se ha cerrado por la tarde con una multitudinaria manifestación. Según informa Europa Press, la Ertzaintza detuvo a dos personas por “desórdenes públicos”. En concreto, la Policía vasca intervino tras la quema de un contenedor y pintadas durante el recorrido de la marcha, particularmente en la zona de la calle de Francia.