Los hosteleros extremeños defienden la seguridad de sus establecimientos y advierten de una situación crítica

Los hosteleros de Badajoz, Cáceres y Mérida han salido este miércoles a la calle para defender la seguridad de sus establecimientos frente a la Covid-19, animar a los ciudadanos a disfrutar de ellos y manifestar que “no son los culpables”, que están “en las últimas” y que si no se salva la campaña navideña, en enero cerrarán muchos de ellos.

Convocados por la Asociación de Cocineros y Reposteros de Extremadura (Acocyrex), los hosteleros se ha concentrado en la Plaza de España de Badajoz y en la Plaza Mayor de Cáceres con un mensaje unánime, la seguridad de sus locales.

Sin esperanzas para Navidad

En la capital pacense, Eugenio Garrido, miembro de la junta directiva de esta entidad, ha leído un manifiesto en el que se recuerda que el sector, antes de la pandemia, aportaba un 8 por ciento al PIB, estaba compuesto por cerca de 11.000 establecimientos y empleaba a cerca de 24.000 personas. En la actualidad, son “bastantes menos” y cerca de 500 locales han tenido que cerrar.

Ha reconocido que esta cifra arroja un porcentaje bajo de cierre, pero ha aclarado también que se está al principio de la crisis, que los empresarios han dispuesto de un remanente para poder combatir la primera fase de la pandemia y que han recibido ayudas públicas.

No obstante, respecto a estas últimas, Garrido ha lamentado que muchas veces no llegan cuando uno quiere y como ejemplo ha puesto que el Ayuntamiento de Badajoz eximirá del pago de la tasa de veladores a partir de 2021, por lo que esta medida no beneficiará a quienes se vean obligados a cerrar su negocio este año.

Ante la proximidad de la campaña navideña, ha subrayado que “no tenemos muchas esperanzas” porque la incidencia del virus aumenta y, aunque llegue y sea buena, no va a salvar el año. Aún así, esperan compensar algo con celebraciones habituales como comidas y cenas de empresa.

Por su parte, Manuel Corbacho, del establecimiento Come & Calla Catering, ha advertido de que están en la “UCI, en las últimas”, que es una situación muy difícil porque la ciudadanía tiene miedo y que ellos están “hundidos” porque no se organizan congresos ni reuniones, de modo que tienen que aguantar “con lo poco que queda”.

Además del catering, Corbacho tenía un bar que cerró y espera que no le pase lo mismo con un negocio con el que lleva 15 años.

Ha señalado que, aunque “afortunadamente” recibe una subvención por ser autónomo de unos 800 euros, ello no le da para cubrir los gastos de la empresa más los personales.

Javier García, responsable del restaurante Lugaris, se ha pronunciado en la misma línea al señalar que “si no salvamos la campaña navideña en enero caerán muchos más compañeros” y ha incidido en que los establecimientos tienen una seguridad que no se da fuera.

Mérida

En Mérida, los hosteleros han vuelto a salir de nuevo a la calle, en esta ocasión en una marcha en coche por distintas calles de la ciudad que ha hecho un alto ante la Presidencia de la Junta de Extremadura para entregar un escrito con sus reivindicaciones.

“No somos los culpables” es alguno de los mensajes de las pancartas que han portados los vehículos en la protesta, a la que también se han sumado camiones de reparto y en la que se ha advertido de que con un 40 % de aforo y un 100 % de pagos mensuales la hostelería “se muere”.