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Más de la mitad de los incendios forestales de este verano en Extremadura fueron intencionados

El incendio que afectó a mediados de julio a Monfragüe

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La consejera de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio, ha defendido este jueves la gestión de la Junta de Extremadura durante la campaña de peligro alto de incendios forestales, que ha sido “muy dura” debido a las condiciones climáticas, frente a las críticas de la oposición.

García ha comparecido a petición propia en la Asamblea de Extremadura para informar sobre el desarrollo de la campaña, que se adelantado diez días a lo habitual debido al escenario negativo tras un año hidrológico deficitario en lluvias, mucho combustible en el campo y altas temperaturas.

La consejera, que ha insistido en los datos que ofreció recientemente el director general de Política Forestal, Pedro Muñoz, ha detallado que la campaña se cerró con 10.961 hectáreas forestales arrasadas, la cifra más alta desde 2015, 4.722 de ellas de arbolado, y en la que el 55 % de los incendios fueron intencionados. Un 35 % de ellos fue por negligencias y un 5 % por rayos, además de las acciones de pirómanos, por venganza y por vandalismo.

Los tres grandes incendios del verano fueron los de Ladrillar, en la comarca de Las Hurdes (3.391 ha); el de Casas de Miravete, que afectó al Parque Nacional de Monfragüe (2.755 ha); y el de Santibáñez el Alto (1.010 ha).

El primero fue provocado por una tormenta, el segundo se originó por causas desconocidas y el tercero fue intencionado, como ocurre año tras año, con el mismo patrón, por lo que posiblemente sea obra del mismo autor, ha indicado la consejera.

El episodio de incendios forestales de mediados de julio “puede calificarse el de mayor virulencia y peores efectos desde el año 2003”, ha resaltado.

La consejera ha subrayado que en ocho días de julio se declararon siete fuegos de nivel uno y dos nivel dos y hubo 24 incendios en total. Ha puesto como ejemplo de la magnitud de esos incendios que esos días los medios aéreos de Extremadura sumaron 754 horas de vuelos, cuando la media de una campaña es mil.

A pesar de que la campaña ha sido “muy dura”, las consecuencias no hay sido mayores “debido a la respuesta organizada y estructurada” del operativo del Plan Infoex y la colaboración de otras administraciones.

Entre los muchos agradecimientos que ha expresado, ha destacado la profesionalidad de Juan Carlos Gómez Roldán, en su última campaña como jefe de servicio del Infoex y de los bomberos, “sois unos héroes”.

La consejera, que ha defendido la política forestal y en materia de personal, ha advertido de que las próximas campañas van a seguir habiendo grandes incendios forestales y “debemos y tenemos que estar preparados”.

Los grupos parlamentarios han destacado la labor de los trabajadores y han tenido palabras de aliento para los afectados. La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha reconocido que ha sido un verano “terrible”, pero ha abogado por reflexionar y abordar los cambios necesarios debido a la emergencia climática, y en este sentido ha pedido implicar a la población para que los montes estén vivos.

A su juicio, cuando comenzó el operativo los efectivos del Infoex no estaban preparados al cien por cien, ya que no se habían cubierto las bajas y las vacantes, y al no tener los retenes listos ha habido más riesgo y menor eficiencia.

Los trabajadores de refuerzo se incorporaron 16 de junio y además tienen un curso básico para enfrentarse a incendios cada vez más virulentos, ha apuntado.

De Miguel, a raíz del incendio ocurrido este verano en la termosolar de Logrosán, ha planteado cómo se van a afrontar este tipo de fuegos en una región que tiene 17 plantas de este tipo, cuando provocan una enorme toxicidad y los trabajadores no están formados ni equipados.

Ha señalado que no se puede encumbrar a los bomberos en verano y olvidarlos en otoño y que se les “debe” una categoría laboral “que les haga justicia”, ya que han sacado adelante el trabajo “a pesar de las descoordinación”.

El diputado de Ciudadanos Fernando Baselga ha reconocido que ha sido un verano difícil y que en general el operativo ha funcionado “bastante bien”, pero ha asegurado que en los últimos siete años no ha habido política forestal.

Baselga, que ha reclamado una mayor implicación de los agentes del Medio Natural, ha indicado que en ochos años solo se ha actuado en 430 hectáreas, las 15.000 que tiene Mongragüe, y ha sido un “milagro” que solo se quemara 398. El diputado ha reclamado más inversión en los montes, que se limpien y más aprovechamiento.

Mercedes Morán (PP) que ha aprovechado su intervención para criticar las restricciones de la orden que regula las quemas de residuos vegetales y ha considerado que en esta campaña dramática ha habido “desorganización” en la gestión. Ha denunciado la falta de previsión y la política forestal “inmovilista” que complica la extinción porque no dejar hacer nada en el monte, donde se acumula el combustible. 

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