La Junta no recurrirá la sentencia para intentar 'salvar' el Eurovegas extremeño
El megaproyecto residencial y de ocio que se proyectaba en la remota comarca extremeña de La Siberia, bautizado por los promotores como Elysium City, no solo ha sufrido un varapalo judicial después de que el Tribunal Superior de Extremadura (TSJEx) haya anulado el decreto que posibilitó los primeros movimientos de tierra por la falta de informes ambientales previos. Ahora la Junta de Extremadura, en manos del PP y Vox, ha rechazado recurrir esa sentencia, con lo que deja en el aire un proyecto apoyado por el anterior Gobierno, dirigido por el socialista Guillermo Fernández Vara, para el que se aprobó en 2018 la Ley de Grandes Instalaciones de Ocio.
La presidenta, María Guardiola, ha anunciado que la Junta valorará ahora “con rigor” qué pasos dar en función de la “madurez real” del proyecto, entre los que se encuentra la posibilidad de hacer un nuevo decreto pero no se recurrirá la sentencia en el Tribunal Supremo porque “es muy clara”.
Guardiola ha lamentado la “inseguridad jurídica” a la que “se exponen” las empresas por la forma de trabajar del anterior Ejecutivo y, aunque ha admitido que hay contactos con la promotora del 'Eurovegas extremeño', como se conoció popularmente porque el proyecto incluye la posibilidad de solicitar licencias hasta para 33 casinos, la presidenta no ha entrado en valoraciones acerca de cómo la empresa ha encajado la sentencia.
Unas declaraciones que denotan que el actual Gobierno no tiene las relaciones fluidas que tenía el anterior con Castilblanco Elysium Corporation SA, que ha considerado este lunes que la sentencia del TSJEx alude a “meros trámites procedimentales” que se pueden subsanar porque, a su juicio “confirma que no existe afectación a la Red Natura 2000 ni zonas ZEPA”, por lo que la iniciativa “cumple con todas las medidas ambientales exigibles”.
La empresa, según el comunicado remitido a los medios, está “a la espera” de que la Junta de Extremadura inicie la tramitación de “los proyectos medioambientales de los documentos ya presentados de agua, energía, residuos y accesos”.
“Grosero” y “burdo”
Esta opinión no es compartida por Ecologistas en Acción, que se ha mostrado convencido de que el macroproyecto es “inviable” económica y medioambientalmente aunque la promotora subsane las deficiencias
El secretario general de la organización, Angel García Calle, esta sentencia “viene a decir lo mismo” que argumentaba su asociación cuando recurrió al TSJEx, y considera que “se ha hecho de forma tan grosera, burda y rápida, que había que frenarlo” y ha asegurado que plantear un proyecto de este tipo en una zona declarada Reserva de la Biosfera “era absolutamente aberrante”.
A su juicio, “es muy difícil que este proyecto vaya a salvar” la legislación europea en la materia, y ha defendido la postura de la asociación, “que no está en contra de todo”, sino de proyectos “especulativos y expoliadores” de los recursos de Extremadura con “la tan manoseada promesa de la creación de empleo”, además de exigir “que las cosas se hagan bien”.
Ecologistas reitera que el proyecto afectaba gravemente al ecosistema de la zona y a construcción del complejo urbanístico comprometía seriamente los recursos hídricos de una comarca ya amenazada por la sequía que sufre Extremadura desde hace años.
El PSOE apuesta por seguir adelante
Los socialistas, al igual que la promotora, creen que el proyecto residencial y de ocio puede seguir adelante solo con la presentación de los informes de impacto mediambiental de los proyectos de agua, energía, residuos y accesos. La portavoz del PSOE, Soraya Vega, ha pedido a la presidenta de la Junta que se deje de “sectarismos”, “deje de lado su miopía política y se ponga a trabajar ya, que es lo que las extremeñas y los extremeños merecen y es lo que están esperando” .
Vega ha añadido que Extremadura se merece a una presidenta que “apueste de manera contundente por el desarrollo, por la industrialización y por los proyectos que ayuden a impulsar el presente y el futuro de esta región”.
Por último, el Ayuntamiento de Castilblanco (850 habitantes), donde se prevé levantar la nueva ciudad, también se ha pronunciado sobre el asunto y ha pedido a la Junta que haga valer el “interés general” en una comarca “que ha sufrido la lacra de la despoblación de una forma brutal en los últimos 50 años”.
En un comunicado ha considerado que la sentencia es “clarificadora” sobre la sostenibilidad ambiental del proyecto y ha manifestado que es “firme” la declaración de gran instalación de ocio efectuada por la Junta de Extremadura en 2020. En las cuestiones urbanísticas, ha explicado que el proyecto de urbanización que se pretende realizar está “dentro de los límites físicos legalmente posibles” según la legislación urbanística extremeña y deja como suelo no urbanizable la zona ZEPA colindante al proyecto.
De este modo, ha indicado, la decisión de la Junta de Extremadura fue por tanto “respetuosa” con las zonas de especial protección ambiental, “como así lo acredita un informe técnico emitido, ya gobernando el nuevo Ejecutivo regional, al que el TSJEx le da su aval expreso”.
Para el Ayuntamiento, la “parte adversa” del fallo se basa en una cuestión de procedimiento, “no de fondo”, al señalar el alto tribunal extremeño que la aprobación del el Plan de Ordenación con Incidencia Territorial y Proyecto de Ejecución de Grandes Instalaciones de Ocio (Poitegio) -cuyo decreto ha tumbado el tribunal- requiere previamente la evaluación ambiental de los proyectos auxiliares y complementarios.
Por ello, confía en que una vez que la sentencia sea firme se presente de nuevo toda la documentación por parte de la empresa promotora y en que “la Junta de Extremadura podría llevar a cabo la aprobación de un nuevo decreto de aprobación del proyecto”.
19.000 plazas hoteleras en mitad de la dehesa
Los promotores de Elysium City pretenden levantar 19.000 plazas hoteleras, viviendas, parques temáticos, casinos y un puerto náutico en la extensa y despoblada comarca extremeña de La Siberia.
La Junta de Extremadura tardó años en dar luz verde al proyecto debido a su complejidad técnica, pero en diciembre de 2022 lo autorizó y los promotores metieron máquinas en el terreno a principios de verano, al menos oficialmente.
La zona es Reserva de la Biosfera y en mitad de la dehesa y entre embalses, el proyecto supone crear una nueva ciudad desde cero, lo que conllevaría una inversión que a empresa cifra en 18.000 millones de euros en distintas fases.
La superficie es de 1.200 hectáreas para construir 13 hoteles de lujo, campo de golf, villas, zonas comerciales, sanitarias de ocio y de deporte, parques fotovoltaicos, depuradoras de agua y plantas de residuos, además de un puerto en el embalse de García Sola. Los promotores prevén picos diarios de 60.000 personas y que pasen por Elysium City más de 3,5 millones de visitantes al año.
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