Poderoso caballero
Menudo susto otra vez esta semana. Que no, que no me refiero a lo del paro. Por una vez tenemos datos positivos: menos parados, que por esta tierra no está mal. Aquí de lo otro con los rebrotes por algún inconsciente doméstico o importado, no estamos bien. Como el Extremadura nos debatimos por mantener la categoría. Pero uno espera no estar siempre en la cola, en todo. Cada vez que veo un periódico, oigo alguna radio, o veo algún seudoinformativo pongo las carnes a temblar. Vuelvo a lo que dicen o escriben de nosotros los fríos números: que dan estadísticas de pueblos donde más ha crecido el paro, donde más se debe por habitante, donde más camalote hay por ejemplo por centímetro cuadrado, aparecemos. Nosotros y el Guadiana. Ahí estamos. Pero ahora teníamos menos parados. Chincharse. Menos mal y no los cuentan como la presidenta de Madrid los muertos y los contagios. Ésta todavía no ha anunciado elecciones si no, “poderoso caballero son las alecciones”
Bueno a lo que iba, lo del susto. Estaba ahí el avizor y avisado Rafael Simancas, “alumno” de Tierno Galván, y se acordarán del viejo profesor, en el ayuntamiento de Madrid. Pues menos mal, digo, porque si no, estos de Bildu se la vuelven a colar con cosillas, como lo de la reforma laboral integral, que querían colocar en lo del pacto de reconstrucción (cada vez sacamos palabras, términos nuevos) Y no, si hay que repetir la votación, se repite; habrase visto. Que hay que votar con el PP, se vota, faltaría más. Pero eso de la reforma laboral ha dicho la voz de Pedro Sánchez y otras compañías que ni hablar. Como los impuestos a las grandes fortunas.
Pero bueno, como no hay mal que por bien no venga, a lo mejor de ese pacto salen otros de verdad interesantes en que ponerse de acuerdo para acometer esa reconstrucción que hace más falta que las playas, que quieren que les diga. Por fin se van a poner de acuerdo en algo, mini, algunas derechas y algunas izquierdas. Será porque somos muy pesados y lo ven todos menos ellos porque no hay elecciones.
Además por Extremadura no vamos a ser los últimos en todo. Han llegando a un acuerdo, por ejemplo, en Casar de Cáceres. PSOE y PP se han unido para sacar adelante los presupuestos. Como hace unas semanas se pusieron de acuerdo todos los concejales de Villanueva de la Serena para aprobar ayudas para ir eludiendo, o regateando, esta crisis que tenemos en la chepa. Con ayudas. Hombre eso es más serio que decir sin más que la Junta, las diputaciones y todo lo que se menee y huela a Administración ponga un bote de miles de millones para arreglar esto. Habrá que decir como mínimo, cómo y de dónde. Porque si no vendrán las críticas de por qué lo han puesto de o para esto y no en, o para lo otro.
Decía, escribía hace un momento, que esos ejemplos de dos ayuntamientos, uno de cada provincia, son de destacar. Es de destacar otro, senso contrario. como el de Badajoz, que a lo máximo que ha llegado el alcalde es a confirmar al concejal, ex de Vox, expulsado del partido aunque haya recurrido, aquel que decía a los basureros que abrieran las bolsas de basura para buscar vestigios y descubrir quién la dejaba en la calle antes de tiempo. Y ha mantenido a los dos colegas que le acompañan, que dejaron el PP y se fueron a Vox. Jamás hubo un concejal con tanto personal a su servicio. Claro que jamás un voto fue tan necesario para sostener por dos años a un alcalde, antes de que se fuera al Senado.
Pero sigamos tras estas ramificaciones locales. Hay que hacer equilibrio en la cuerda floja. Como ha hecho Simancas, como hace Unidas Podemos, que ha aparcado lo de la subida de impuestos a las grandes fortunas y a los que ganen una pasta gansa muy por encima del resto de los mortales. Poderoso caballero es el que manda.
Estamos, me parece, entrando en un besuqueo imaginario, por si se entera Simón, para acuerdos que ojalá salgan bien, para lo de la reconstrucción. Que de verdad hace falta. Y si es sanos, mejor.
Algunos pensamos, yo pienso, que es estar en la cuerda floja. Porque luego están los otros, los acuerdos y los pactos con los que ahora están la cuerda floja, permítanme la repetición, y llevaron a Sánchez a la Moncloa: separatistas, Bildu, nacionalistas y otros adláteres, como Ciudadanos, canarios, santanderino… que no van a poder navegar en todas las aguas.
De momento, Feijoo por un lado, Urkullu por otro, están apretando fuerte a los de arriba cantando continuamente “poderoso caballero son las elecciones” y no nos jodan siendo estridentes. Todo dependerá de los resultados. O sea que pacto por la reconstrucción antes de las elecciones, nada de nada. Después, o todos calvos o de acuerdo si hacen falta pactos postelectorales. Voto por el acuerdo entre todos. A lo mejor es más sencillo y lo de “puedo prometer y prometo” de Suárez va a ser verdad una vez y se va a cumplir.
Si todavía sigue de ministra Yolanda Díez (a mí me gusta esta ministra, oigan; parece preparada y no se achica fácilmente) yo espero que lo de la reforma laboral integral y otras conquistas laborales y sociales que se lograron vuelvan. Además, por lo de la paridad (y si les parece una parida lo borran); por lo de la paridad, insisto, a mí no me importaría votar a esta señora para presidenta. Y poderoso caballero son las elecciones.
O sea que se están mirando de reojo, viernes mañana, cuando escribo esto. Dependerá el resultado para que la reconstrucción bizquee a la derecha o a la izquierda, con el permiso de la patronal. La cosa, ya digo, está en la cuerda floja, pero hay atisbos de entendimiento, y eso no es malo; lo contrario.
Gaspar García Moreno, periodista
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